Simbólico. Analizan congelar dietas de legisladores: demagogia para pasar el ajuste al pueblo trabajador

El presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, aseguró que el Gobierno pondrá en discusión "el congelamiento de las dietas" de legisladores y legisladoras. La iniciativa iría en línea con el recorte a cargos políticos, en medio de las medidas de ajuste anunciadas por Javier Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo.

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Este miércoles al mediodía se espera que el presidente Milei hable en cadena nacional para explicar los alcances del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) de desregulación de la economía. La normativa que sería publicada pasada esta medianoche, modifica o deroga decenas de leyes.

En este contexto, Menem viene dando declaraciones en las que asegura que el Gobierno nacional busca que "la mayor parte del ajuste lo pague la política" y por eso congelarían las dietas de diputados y diputadas.

“Supuestamente iba a pagar “la casta”, yo veo que estamos pagando todo la clase trabajadora, otra vez”, aseguró Amelia, trabajadora precarizada de 58 años, a La Izquierda Diario.

“Yo me las puedo arreglar, una que trabaja más o menos la pilotea, ¿pero los jubilados? ¿Qué van a hacer con los pobres viejos? Dicen que van a llevar las jubilaciones a 400 mil pesos pero ¿Cuándo? ¿Cuando la mitad de los viejos se hayan muerto de hambre?”, continúa.

La sensación de Amelia es la de muchos y muchas que incluso votaron a este gobierno, pero en los primeros días se dieron cuenta de que las peores medidas de ajuste recaen sobre sus bolsillos.

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El anuncio de Menem, que hasta ahora es una declaración de intenciones, no revierte el fraude electoral cometido: aunque congelen las dietas ahora, eso no revierte el hecho de que al grueso del ajuste lo sigue pagando el pueblo trabajador. Y se siente con la inflación, tarifas, despidos. Por otra parte, anuncian que analizan un congelamiento de las dietas, pero una de las primeras medidas que anunciaron sin ninguna duda, fue el congelamiento de los planes Potenciar Trabajo que apenas alcanzan para la subsistencia.

Milei se pasó toda la campaña electoral diciendo que al ajuste lo iba a pagar “la casta”, pero nunca quedó claro a qué se refería con ese concepto. La casta de las castas, la militar, estaba ya dentro de su espacio representada en la figura de la vicepresidente Victoria Villarruel

La casta política, "los hijos y familiares de" que vivieron toda su vida llenos de privilegios, fueron parte de sus listas. Martín Menem y los diputados y diputadas de las fuerzas políticas tradicionales, no viven de sus sueldos. En su mayoría vienen de familias adineradas, encastradas en la función pública desde hace décadas, tienen empresas y negociados.

Lo más fácilmente reconocible como “casta”, los funcionarios y funcionarias de siempre que viven de la política hace décadas, terminaron totalmente integrados a su gobierno: Macri, Bullrich, Caputo (el funcionario a quien Milei había calificado de “inmoral” por el endeudamiento que tomó en 2018). Incluso Flavia Royón (secretaria de Energía del Frente de Todos), Daniel Scioli (embajador en Brasil del gobierno de Alberto y candidato presidencial elegido por Cristina en 2019) y otros nombres provenientes del peronismo.

Qué decir de la casta judicial, que cobra sueldos millonarios con cargos vitalicios y que nadie vota. “Una de las cosas que queremos garantizar es el financiamiento de todo el sistema judicial. Quiero que la Justicia sea absolutamente autárquica, independiente y que no dependa de ningún político”, aseguró en campaña en declaraciones mediáticas. Quiere garantizar el financiamiento de un poder en el que un juez de primera instancia cobra más de $ 3 millones, una cifra que equivale a casi 30 veces el salario mínimo, vital y móvil.

Más allá de si legisladores y legisladoras se congelan las dietas, quienes hoy administran el Estado y gobiernan los destinos de la Nación, no renunciarán a sus privilegios. Sueldos exorbitantes, jubilaciones de privilegio, un estilo de vida muy diferente al de las grandes mayorías, son los beneficios que cosechan por gestionar el Estado al servicio de la verdadera casta: la empresaria, la de los ricos que se apropian de la riqueza que genera el pueblo trabajador.

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Lo que Javier Milei vino a proteger es la ganancia empresaria y de los organismos internacionales como el FMI, a fuerza de un nuevo saqueo a los bolsillos populares. Por eso la candidata a presidenta del Frente de Izquierda Unidad y diputada nacional, Myriam Bregman, denunció durante un debate presidencial que Milei no es un león, sino “un gatito mimoso del poder económico”.

Aunque legisladores y legisladoras congelen sus sueldos, esto sería una medida simbólica y no alteraría el sentido del ajuste. Sería un gesto para lograr que los cuestionamientos de la población se limiten a “la política” y no alcancen a la avaricia de los empresarios que se enriquecen en plena crisis. Esta fue la operación que hizo Milei durante la campaña tratando de identificar la idea de "la casta" solo con algunos sectores del personal político responsable de la crisis actual.

El gobierno de Milei habla de los costos de “la casta” o “la política” pero solo ataca a trabajadores y trabajadoras estatales, a las personas beneficiarias de planes sociales o que perciben jubilaciones. Nunca habla de los impuestos que los más ricos no pagan, de las deudas que el Estado les perdona o la deuda de privados que directamente se estatiza para que se haga cargo toda la población de los platos rotos ajenos.

Javier Milei ya demostró ser uno más que no cumple una sola promesa electoral. Hay que enfrentar con organización y lucha su plan de miseria para las mayorías. Una primera prueba tendrá lugar este miércoles en la movilización que convocan organizaciones sociales, políticas, sindicales y la izquierda.

La izquierda: voz autorizada contra los privilegios de casta

En febrero de 2016, Bregman presentó en el Congreso Nacional un proyecto de ley que propone la igualación de las dietas de diputados y funcionarios políticos con el salario docente. La medida nunca contó con el apoyo del peronismo ni de la oposición de derecha.

“Tomando como referencia a los y las docentes, proponemos que todos los legisladores nacionales y funcionarios políticos ganen lo mismo que una maestra con veinte años de antigüedad que trabaja treinta y seis horas cátedra en la provincia de Buenos Aires”.

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“El sentido de este proyecto es político, porque es una forma de denunciar que existe un grupo especial de personas que viven llenas de privilegios a cambio de legislar y gestionar en favor de los capitalistas. (...) Por el contrario, los diputados y las diputadas del PTS/FIT cobramos lo mismo que cualquier trabajador, aportamos lo restante a distintas causas sociales y ponemos nuestras bancas al servicio de todas las acciones de lucha que emprendan los trabajadores para frenar el ataque salarial de los Gobiernos, las patronales y la burocracia sindical”, aseguró Bregman.