Chanta liberal. ¿Anticasta? El referente de Milei en La Plata es amigo de Alak y el Massismo

Con colaboración de Emmanuel Serezzo

“Secretario general” del sello Rotas Cadenas y candidato a senador provincial por La Libertad Avanza de la Octava Sección electoral bonaerense, Hernán Ganzella suele presentarse como un “argentino, trabajador libre, deportista y padre de familia”. Afirma que se sumó a las filas libertarianas “cuando Javier (Milei) recién arrancó” y que su agrupación es la primera de su tipo en la capital bonaerense, de donde también es oriunda Carolina Píparo, la candidata a gobernadora.

Lejos del “militante promedio” del mileísmo, Ganzella tiene poca actividad en redes sociales, aunque una particular manía lo lleva a abandonar cuentas y abrir otras nuevas con cierta regularidad. Tampoco se destacan sus apariciones públicas contando sus propuestas políticas. Apenas algunas notas en sitios o radios de empresarios amigos.

Emprendedurismo

De profesión mecánico dental, Ganzella regentea su pyme Cahena, ubicada en 1 entre 64 y 65 de La Plata. Allí funciona también la “sede” de Rotas Cadenas. El dato parece curioso, ya que a los libertarianos no les faltan recursos para abrir una sede partidaria en otro lugar que no sea un negocio personal. Pero posiblemente esa “unidad postal” de trabajo y militancia tenga otras motivaciones. Es probable que el hombre haya visto la oportunidad de captar más clientes que de costumbre ofreciendo sus servicios profesionales a quienes se acercan a preguntar por las ideas de Javier Milei. Business are business.

Precisamente en su local comercial hizo, hace más de dos años, la primera reunión de su agrupación. Participaron, según sus palabras, sólo “ciudadanos de bien”, como empresarios de la construcción, comerciantes, policías, abogados y miembros del servicio penitenciario. Otros referentes de su espacio son el creador digital y animador de cantobares Leonardo Iaconis y el odontólogo Rubén Urrutipi. Éste último es dueño de Estética Dental Puerto Madero, consultorio VIP ubicado en ese barrio porteño donde habita y se atiende buena parte de la “casta”.

Ganzella tiene otros “emprendimientos”. Hace varios años su pasión por las bicicletas y motos lo llevó a invertir algo de capital en SuperX, un predio de 120 mil metros cuadrados con pistas para carreras y entrenamiento de mountain bike y motocross. Ubicado en la zona de 25 y 520, el lugar es promocionado como un “circuito para todos los niveles, privado y sin robos”.

Pero parece que para Ganzella y sus socios hay vecinos de primera y de segunda. Mientras habla de defender el bienestar de “la gente”, junto a sus socios de SuperX llevan años despreciando los reclamos de quienes viven frente al predio. En julio pasado varios vecinos denunciaron ante el diario El Día que “no aguantan más” los “ruidos ensordecedores” de las motos y que sus casas terminan llenas de tierra cada vez que hay actividad (varios días a la semana).

Quienes lo denuncian aseguran que las pistas “no tienen habilitación municipal” y que, pese a los reiterados reclamos, las autoridades de Control Ciudadano y de la Defensoría del Pueblo “no han hecho nada”. Vale preguntarse si esa situación no es, en definitiva, un favorcito de “la casta” al “emprendedor”.

Por las dudas, en plena campaña electoral el mecánico dental ni menciona a SuperX , no vaya a ser cosa que piante votos. Eso sí, como candidato hace demagogia manodurista afirmando que “hay que agarrar a todos esos que andan con las motos sin papeles”. Sabe que, en su gran mayoría, “todos esos” no son intrépidos amantes del motociclismo sino laburantes precarios, repartidores o changarines.

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Negacionista sí, anticasta no

En septiembre, envalentonado por la buena cosecha de votos en las PASO, el referente platense de La Libertad Avanza hizo algunas declaraciones públicas. Dijo que “los que acusan a Milei de facho no saben lo que dicen, porque es un tipo que defiende la libertad cien por ciento”. Fue el propio Milei quien echó lastre de esas afirmaciones, cuando en el segundo debate presidencial dijo que la dictadura no cometió un genocidio, sino que apenas tuvo algunos “excesos” en el marco de una “guerra” y que los 30.000 detenidos desaparecidos no fueron tales. Más facho no se consigue, Ganzella.

Más allá de las palabras, el candidato liberfacho levanta públicamente las “banderas” negacionistas y prodictadura con las que Victoria Villarruel marcó a fuego a La Libertad Avanza . Y eso, lógicamente, tiene su correlato al hablar de la actual “inseguridad”. Para el mecánico dental, “la Justicia y las fuerzas de seguridad no tienen las herramientas que deberían tener”, lo que no hace más que negar que, desde hace décadas, quienes gobiernan no hacen más que empoderar a las fuerzas represivas.

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Pese a su alineamiento con lo más rancio de la ultraderecha, Ganzella dice ser un “demócrata”. Tal vez por eso mantiene estrechos vínculos y hasta amistad personal con personajes a quienes nadie seriamente podría dejar de identificar como casta. Si bien hoy afirma que “a la gente se la nota cansada de los mismos de siempre” y que en La Plata tanto Juntos por Cambio (del intendente Julio Garro) como el peronismo “sólo tienen pasado para ofrecer”, su historia lo delata.

En una reciente entrevista radial Ganzella denunció que “se está nombrando gente que, necesitada de trabajo, se acerca a las mateadas que hace Alak y la mandan a trabajar al Ministerio. Hacen clientelismo con la plata nuestra”, manifestó con enojo. Pero esas palabras contrastan con la valoración altamente positiva que no hace mucho el propio candidato tenía para con Alak. En febrero de 2021, por caso, le dijo al ministro desde una de sus cuentas de Twitter: “Hacé historia como lo hiciste en la ciudad de La Plata”.

Dos años después, en febrero de este 2023, la Comisión de Seguridad Ciudadana de Rotas Cadenas publicó una columna en el sitio Punto Capital Noticias titulada “La otra cara del caso Fernando”, en referencia al juicio contra el grupo de jóvenes que asesinó a Fernando Báez Sosa. Allí se elogiaba al Servicio Penitenciario Bonaerense por su desempeño en el juicio y, al mismo tiempo, se criticaban las condiciones de las cárceles que el mismo SPB gestiona. Sobre una crítica cierta a las políticas penitenciarias, se acusa al Estado de “gastar” mucho en la materia. Eso sí, en ningún momento se nombra a Alak, quien como ministro de Justicia y Derechos Humanos de Axel Kicillof es quien aplica esa política. Entre bomberos…

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Es que Alak es amigo de Ganzella. Si, como dice el dicho, para muestra alcanza un botón, vale recordar lo que hasta no hace mucho publicaba el mecánico dental en sus redes sociales. En el verano de 2021, mientras le pedía a Alak que “haga historia” como antaño, Ganzella subió a Instagram un gif hecho en base a un video en el que se los ve a él, al “Turco” y Jonatan Vesi paseando en bicicleta. Con el título “bike” y la leyenda “se pedalea”, Ganzella fijó ese gif como Historia “destacada”. Allí está (al menos hasta la publicación de esta nota estaba) como uno de sus posteos públicos principales.

Vale decir que Vesi, el tercer ciclista del gif, es un abogado platense, amigo y empleado de Fernando Burlando (otro que quiso candidatearse con un sello propio perfilado en la ultraderecha). Vesi tuvo hasta no hace mucho una activa militancia en el Frente Renovador creado por Sergio Massa. De la mano del exconcejal k y entonces candidato a intendente Carlos Melzi, en 2015 compitió contra el kirchnerismo desde el massismo. Y estrechó lazos con el exintendente de Magdalena Fernando Carballo (otro “traidor” de la época). Pese a todo, estalló de entusiasmo cuando en 2019 Cristina Kirchner mandó a Alberto Fernández a convencer a Massa de cerrar filas, en lo que culminó con la formación del Frente de Todos.

Queda claro que ni Alak ni Vesi son dos exponentes de la “anticasta”. Y si aún quedara una posibilidad de que Ganzella “sólo” sea amigo de ellos, por fuera de todo otro tipo de vínculo, vale recordar que quienes conducen La Libertad Avanza no se caracterizan precisamente por dar puntadas sin hilo. Lo que aún sorprende es que haya militantes con ideas progresistas que ven en Alak algún tipo de atributos nak&pop.

Chantas con carnet

Hay un dato que pinta el semblante de Ganzella: sus hijos van a uno de los colegios más caros y conservadores de La Plata. Hace poco dijo: “Siempre fui víctima del Estado porque no funciona, si tengo que llevar a mi hijo al colegio tengo que ir al privado porque lamentablemente la escuela pública no está funcionando”. Pero el colegio marista al que envía a sus hijos no es una de esas escuelas confesionales de barrio que suelen “sustituir” a las públicas. Todo lo contrario.

Una cuota promedio en ese colegio ronda los $ 65.000 (en jardín de infantes se paga $ 55.000 y en primaria hasta $ 79.000). Pero las autoridades de esa institución reconocen que entre el 60 % y 70 % de lo que pagan en sueldos docentes es aportado por el Estado mediante subsidios. O Ganzella desconoce ese “pequeño detalle”, o es un chanta.

Eso sí, nunca pierde la oportunidad para desparramar estiércol contra las y los docentes de las escuelas públicas. Lejos de considerar que son quienes sostienen día día, muchas veces al borde del colapso, la educación de millones de pibas y pibes, el mecánico dental afirma (sin datos) que “el sistema no funciona porque le permite a una maestra ir dos veces por semana a dar clases y cobrar lo mismo que la que va cinco”. Auténtico desprecio de clase.

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En septiembre pasado la persiana de la pyme Cahena amaneció con pintadas en aerosol, superpuestas sobre la figura de un león y la leyenda “Milei 2023 Rotas Cadenas”. Manos anónimas escribieron con pintura blanca “fascistas fuera” y “memoria”. Al denunciar el hecho ante el diario El Día, sin poder identificar la autoría, Ganzella dijo: “No somos fascistas y tenemos memoria (...) Todos sabemos qué tipo de espacios hacen este tipo de cosas, esto no lo hacen los libertarios”.

Pero mintió. El propio Javier Milei reivindicó en 2022 un ataque contra un centro cultural del PTS-Frente de Izquierda , donde se pintó “aguante Milei”, se insultó a Myriam Bregman y, lejos de ser anónimo, fue reivindicado por otra agrupación fascista de La Plata.

Tan “clara” la tiene Ganzella que llegó a decir recientemente: “Cuando Javier se refiere a reducir el Estado lo hace, por ejemplo, con el Ministerio de la Mujer, que no lo necesitamos”. Sin dudas el “nosotros” desde el que habla no son ni las mujeres, ni les docentes de la escuela pública, ni los vecinos que rodean SuperX, ni las y los changarines que andan en también precarias motitos, ni a la enorme mayoría de la población trabajadora y pobre.