Miguel Etchecolatz y otros dos genocidas fueron beneficiados con prisión domiciliaria por decisión de la Sala II de Casación, integrada por los jueces Carlos Mahiques, Guillermo Yacobucci y Ángela Ledesma. Repudio y alerta de organismos de derechos humanos y familiares de las víctimas del genocidio de la ultima dictadura.
Jueves 9 de junio de 2022 11:31
La Cámara Federal de Casación Penal concedió entre este martes y miércoles al menos tres prisiones domiciliarias a represores condenados por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico-militar. Entre ellos, beneficiaron al ex comisario y jefe de la policía bonaerense, Miguel Etchecolatz, que tiene nueve condenas a prisión perpetua en causas por torturas, secuestros y asesinatos en la última dictadura genocida iniciada en 1976.
Los otros dos genocidas beneficiados con prisión domiciliaria por la justicia son: el militar retirado Mario Ocampo, y el exjefe de Contrainteligencia del Batallón 601 durante la dictadura cívico militar, Luis Ángel Firpo.
La resolución que beneficia a Etchecolatz fue adoptada en la causa donde está procesado por el asesinato de Horacio Alejandro Benavides, un militante de 22 años ejecutado en septiembre de 1976 en La Plata. Los jueces Carlos Mahiques, Guillermo Yacobucci y Ángela Ledesma justificaron la decisión por los problemas de salud del genocida de 93 años.
Desde los organismos de derechos humanos rechazaron el fallo que le otorga la prisión domiciliaria. "Repudio la decisión de los jueces que le dieron la domiciliaria a un genocida. Hoy siento que con este fallo los jueces volvieron a hacer desaparecer a nuestros familiares, los vuelven a ocultar en las tinieblas", dijo Marta Úngaro a Telam. Ella es hermana de Horacio Úngaro, uno de los estudiantes secuestrados y desaparecidos en el hecho conocido como "La Noche de los Lápices".
Marta Úngaro afirmó que Miguel Etchecolatz "tiene que recibir toda la atención médica que requiera, pero debe cumplir hasta el último día de condena en cárcel común y efectiva".
Agregó también que "Etchecolatz aún nos tiene que decir dónde está Clara Anahí Mariani (la beba apropiada tras asesinar a su madre en La Plata), dónde está el cuerpo de mi hermano y dónde está Jorge Julio López". Jorge Julio Lopez era un testigo clave contra Etchecolatz, y desapareció el 18 de septiembre de 2006. En aquella causa, Etchecolatz recibió su primer condena a prisión perpetua y efectiva por crímenes de lesa humanidad, como ex director del llamado “Circuito Camps”.
El fallo de la justicia que le acaba de otorgar el beneficio de la prisión domiciliaria al genocida aún no se hará efectiva, ya que tiene otras ocho condenas. Los organismos de derechos humanos están en alerta y siguen reclamando “juicio y castigo, con cárcel común y efectiva a todos los genocidas”.