El Congreso de la mayor central sindical de Brasil denunció los ataques del gobierno y el golpe institucional, sin hacer un llamado a una nueva huelga general para frenar la reforma previsional.
Jueves 31 de agosto de 2017 18:21
Este jueves se realizó el 15º Congreso Extraordinario Exclusivo de la Central Única de Trabajadores (CUT), que comenzó el lunes 28 de agosto. Con la presencia de 800 delegados y representantes de 27 países, las mesas de debate tuvieron como foco el golpe institucional y los ataques del gobierno de Temer y de la burguesía contra los trabajadores.
Sin embargo, fue evidente desde el comienzo la contradicción entre la denuncia por parte de charlistas y dirigentes, como Vagner Freitas, a los ataques del gobierno y al golpe, y la ausencia de cualquier orientación hacia una nueva huelga general o preparación de los trabajadores a pelear por tirar abajo la reforma laboral y generar condiciones para frenar la reforma previsional.
Una vez más, la CUT se mostró más preocupada por las elecciones presidenciales de 2018 y cómo levantar la campaña de Lula como alternativa a la derecha desde ahora, que presentar un plan de lucha concreto que sirva para que los trabajadores frenen la actual ofensiva patronal.
El MRT a través de Esquerda Diário de Brasil viene denunciando que las grandes centrales sindicales vienen traicionando la lucha de los trabajadores. Por un lado, Força Sindical y UGT han negociado con el gobierno de Temer la venta de los derechos de los trabajadores a cambio del mantenimiento del impuesto sindical. Por otro, la CUT y la CTB están más preocupadas con la elección de Lula en 2018, y por eso han permitido que los derechos sean quitados sin ningún plan concreto de lucha.
Este papel traidor de las centrales se tornó aun más nefasto desde que el propio gobierno de Temer pese a su debilidad logró mantenerse en el poder, con la reforma laboral aprobada y prepara una nueva ofensiva contra los trabajadores con las tercerizaciones y las reformas política y previsional. La coronación de esta traición se puso de manifiesto en la solemnidad del lanzamiento del XIV Congreso del PCdoB, que dirige la CTB, que también se realizó esta semana y tuvo como “invitado de honor” al presidente interino Rodrigo Maia (DEM) y André Fufuca (PP), dos importantes partidos de la derecha golpista.
Para que pueda hacerse una idea, en medio del Congreso de la CUT las centrales sindicales se sentaron con el gobierno para debatir una alternativa al impuesto sindical, demostrando que los discursos en las mesas del 15º Congreso sobre el golpe institucional y los ataques del gobierno de Temer no son más que palabras al viento.
Como parte de esta verborragia, el presidente de la CUT, Vagner Freitas, presentó un posible calendario de lucha que incluiría el 14 de septiembre como Día Nacional de Lucha en defensa de los derechos contra la reforma previsional y el 11 de noviembre –fecha en que entra en vigencia la nueva ley laboral- cuando la CUT estaría con los frentes Brasil Popular y Povo Sem Medo para protestar contra la quita de derechos laborales. Nada, sin embargo, que señale la perspectiva de una nueva huelga general como la del 28 de abril, que paró el país y afectó las estructuras del régimen, dejándolo al borde de la caída de Temer.
El Movimiento Revolucionario de Trabajadores de Brasil llama a las organizaciones de izquierda, a los movimientos sociales y a las centrales sindicales combativas, como la CSP-Conlutas, para que exijan a la burocracia sindical retomar el camino de construcción de la Huelga General para anular la reforma laboral y parar la ofensiva privatista y las reformas política y previsional. Como parte de esa iniciativa, a través de Esquerda Diario, el MRT, la agrupación de mujeres Pão e Rosas, la agrupación juvenil Faísca y el movimiento Nossa Classe, están organizando un encuentro de trabajadores y jóvenes contra las reformas y privatizaciones para el 23 de septiembre.