La nueva modalidad de trabajo en el call center de teleperformance es quitarle a los trabajadores los siete minutos que tenían destinados para ir al baño.
Miércoles 4 de septiembre de 2019 19:20
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En el día de ayer los supervisores "bajaron" la información que afecta a unos 3000 agentes que forman parte de la campaña de personal.
La idea de la empresa de call center es que esos minutos que estaban disponibles para ir al baño ya no existan mas. De esta manera buscan aumentar el tiempo de productividad atacando un derecho básico del trabajador que es la posibilidad de ir al baño durante la jornada de trabajo, que en general es de 6 horas.
El *111 destinado a la atención al cliente de personal tiene para el usuario mucha demora, dependiendo el día de hasta 50 minutos. Eso para quien está detrás del teléfono implica que corta el llamado y automáticamente pasa a atender a otra persona. En vez de tomar más gente para mejorar la atención, la nueva modalidad del call center es que usted sea atendido por un agente que se hace pis.
Sin tiempo para ir al baño en jornadas de 6 horas, aumenta el riesgo de contraer enfermedades como infección urinaria. Bajo la amenaza de que "no es fácil conseguir trabajo" quieren hacer pasar una condición de trabajo denigrante. Algún lector atento recordará las noticias del año 2001 sobre los cajeros de supermercado que eran obligados a usar pañales para no dejar de atender nunca.
La precariedad existe desde la base. El empleado de call center debería estar encuadrado en el convenio telefónico, en cambio por un gigantesco fraude laboral figuran como empleados de comercio.
El salario de un empleado de call center es 20.000 pesos menor al del telefónico. Sólo en la campaña de Personal, la empresa se "ahorra" 60 millones de pesos al mes que le quita directamente del bolsillo al trabajador.
El Sindicato de Comercio (SEOC) se está mostrando nuevamente como el sindicato "colador", dónde pasan todas las medidas de ataque a sus propios afiliados. Recordemos los despidos en el supermercado Emilio Luque.
La repudiada reforma laboral que anunció alguna vez el macrismo se intenta colar todos los días en los lugares de trabajo con la complicidad del gobierno provincial y el sindicato.
El tiempo para ir al baño es un derecho que debe ser defendido. Como plantea el Frente de Izquierda: hay que invertir las prioridades. Todos los trabajadores tienen que estar bajo el mejor convenio, ampliar los puestos de trabajo para mejorar las condiciones laborales, la experiencia del usuario y que el salario sea igual a la canasta familiar.