Peronismo en crisis. Capitanich perdió en primera vuelta y el radicalismo vuelve a gobernar Chaco tras 16 años

Este domingo el radical Leandro Zdero fue electo gobernador de la provincia de Chaco, tras ganar en la primera vuelta con más del 46 % de los votos. Según la Constitución provincial, el candidato más votado debe obtener en la primera vuelta como mínimo el 45 % de los votos para no ir a balotaje.

Con el 99,25% de las mesas escrutadas, Zdero de Juntos por el Cambio cosechaba el 46,18 %, seguido por Capitanich del Frente Chaqueño con el 41,65 %. El abstencionismo bajó relativamente respecto a las PASO del 18 de junio, lo que de todos modos no le sirvió al peronismo para recuperar la sangría de votos que venía sufriendo.

En la noche del domingo, cuando el escrutinio provisorio superaba el 60 %, Capitanich reconoció la derrota ante los medios desde la Casa de Gobierno. Allí y comentó que se contactó con Zdero para lograr una “transición ordenada” en respeto a la “voluntad popular”. La asunción del radical será el 10 de diciembre. “Esto no es un feudo, es un Estado democrático, donde se respetan las instituciones y la voluntad popular”, dijo “Coqui” masticando bronca.

Luego, desde su bunker, Zdero se proclamó ganador. Lo acompañaba la candidata presidencial Patricia Bullrich, quien en los pronósticos para las elecciones del 22 de octubre aparece cada vez más lejos de poder entrar al balotaje presidencial. “Quiero agradecer a todos los chaqueños que nos abrieron sus puertas, su corazón, que escuchamos sus dolores, pero también emprendimos juntos la posibilidad de construir este sueño para reparar la provincia”, dijo Zdero con una alta dosis de demagogia.

“Deseo un próspero futuro a todo Chaco. Le agradezco profundamente a Jorge Capitanich la oportunidad que me dio para trabajar juntos de forma comprometida en favor del desarrollo del pueblo chaqueño”, diría luego el presidente Alberto Fernández a través de X (ex Twitter). Y felicitó a Leandro Zdero por su triunfo.

Zdero es diputado provincial por la UCR y durante la presidencia de Mauricio Macri fue jefe de la Regional Nordeste en Anses. Previamente fue jefe de Gabinete de la Municipalidad de Resistencia, bajo la gestión de Aída Ayala. El último radical que gobernó Chaco fue Roy Nikisch, entre 2003 y 2007. En 2011 Nikish se volvió a presentar pero perdió contra Capitanich.

Este domingo el resto de las listas quedaron ubicadas así: Gustavo Martínez (actual intendente de Resistencia) de Corriente de Expresión Renovada obtuvo el 5,01 %; Alfredo Rodríguez de La Libertad Avanza el 3,44 %; el exvicegobernador Juan Carlos Bacileff Ivanoff del Frente Integrador el 2,15 %; José Galassi de i el 0,84 %; y Germán Báez del PO el 0,72 %.

El caso de Cecilia, una estocada final

Tanto las PASO del 18 de junio como las generales de ayer se produjeron con Cecilia Strzyzowski, nuera de Emerenciano Sena (gran aliado del gobernador Capitanich), desaparecida desde el 1° de junio y por cuyo femicidio están detenidos el mismo Sena, su esposa Marcela Acuña, su hijo César y cuatro colaboradores de la familia.

En la causa judicial habría pruebas suficientes para determinar que cinco de los siete detenidos tuvieron un rol directo en la concreción del crimen. Se trata de los Sena padre e hijo, de Acuña, de la asistente del matrimonio Fabiana González y su pareja Gustavo Obregón. Por su parte el casero del campo de la familia, Gustavo Melgarejo, y su esposa Griselda Reinoso habrían tenido participación secundaria en la desaparición del cuerpo.

Antes de ser detenidos pocos días después de la desaparición de Cecilia, Sena y Acuña (junto a otros miembros de la organización social que lideran), encabezaban una de las listas que iban a participar de las PASO dentro del Frente Chaqueño cuyo máximo referente es Capitanich. Ante el escándalo político que desató el femicidio, la Justicia Electoral atendió el pedido del Gobernador para excluir la lista de Socialistas Unidos de la elección.

La actuación del kirchnerista Capitanich en el caso no hizo más que generarle problemas para sus aspiraciones reeleccionistas. Desde el principio el gobernador y sus funcionarios no hicieron más que buscar despegarse de sus vínculos con el “clan” Sena. Pero, como se dijo varias veces en este sitio, era imposible que Capitanich puediera sacarse de encima el largo historial de su relación casi familiar con ellos. Una amistad que estuvo recargada de enormes favoritismos políticos y económicos de “Coqui” hacia el movimiento que dirigen.

Pero además, tal vez creyendo poder conmover a alguien con sus palabras, Capitanich buscó victimizarse en relación al caso. Luego de perder en las PASO, dijo que él, su familia y sus funcionarios fueron “atacados e injuriados de una manera muy doliente”, aunque aclaró que “no es problema” porque “son las cicatrices de la política que nos obligan a repensar una perspectiva de la democracia pluralista, en donde la libertad de expresión debe existir, pero no los sistemas de agresiones permanentes”. El acting no le alcanzó.

Sumado a las particularidades de la política provincial y del caso Strizozwski cruzando de punta a punta el proceso electoral, lo cierto es que la derrota histórica de Capitanich a manos de un candidato radical se inscribe en la larga crisis que viene experimentando el peronismo en todo el país, incluyendo la posibilidad de que su candidato presidencial, Sergio Massa, pierda el 22 de octubre. Una crisis que también se expresa en los altos niveles de abstencionismo que se registraron a muchas elecciones provinciales y en la PASO nacionales.