En una Argentina con 17 millones de pobres, Farmabase de Brasil compró la empresa con el único plan de cerrarla para quedarse con la cartera de clientes.
Sábado 9 de abril de 2022 21:05
Vista aerea de la fábrica Cervasa en el parque industrial de Pilar.
Cevasa es una empresa ubicada en el parque industrial de Pilar que produce insumos veterinarios de exportación dolarizados, en un sector donde no hay crisis. Hace unos años fue comprada por la empresa de capitales brasileños Farmabase, y desde entonces viene reduciendo su personal con la firme idea de llevar su producción al país vecino, según denuncian sus trabajadorxs, ya que en su momento contaba con 120 trabajadorxs hoy quedan unos 30.
Cevasa es considerada como la puerta de entrada de la empresa brasileña en Asia. Con una fábrica en Pilar, Farmabase / Cevasa obtiene el 50% de su facturación fuera de Argentina. Por ejemplo, en 2016, sus ingresos totales alcanzaron los 12 millones de dólares.
Como cuentan sus trabajadores, el plan de Farmabase nunca fue producir en Argentina y al día de hoy se viene acelerando su cierre. Ahora salieron a denunciar esta situación, piden una audiencia en el Ministerio de Trabajo para el próximo martes para que el organismo intervenga frente a la avanzada de esta empresa sobre las 30 familias que siguen exigiendo que regularicen su situación ya que Farmabase no se encuentra en crisis. El chantaje empresarial de los retiros voluntarios, en realidad son despidos encubiertos.
No es momento para quedarse sin trabajo
La situación actual del país es de crisis y ajuste constante, alta inflación y salarios que no cubren las necesidades básicas. Los datos del Indec para el desempleo habrían bajado, pero los índices de pobreza crecen, lo que genera un nuevo fenómeno, ser trabajador y pobre, producto de los trabajos informales y precarios, las extensas horas de trabajo con bajos salarios, etc.
Es evidente que los retiros en Cevasa Pilar no son voluntarios ni de común acuerdo. La empresa muda su producción para abaratar su mano de obra en Brasil, que mediante un gobierno liberal de derecha, y con reforma laboral de por medio, empobrece drásticamente al pueblo trabajador.
Los gremios junto con la CGT deberían ponerse al frente y dar pelea ante esta situación de crisis ya que hay que invertir las prioridades y sabemos que las patronales solo piensan en su ganancias.
Desde la izquierda venimos planteando una salida a la crisis, ante el cierre de fábricas o despidos los trabajadores en asambleas tenemos que discutir los pasos a seguir.
Para los empresarios que dicen que no pueden mantener las fuentes de trabajo y amenazan con el cierre, exigimos la apertura de los libros contables. Una decisión así no puede ser basada en un secreto, menos mientras millones viven en la pobreza del trabajo.
La reducción de la jornada laboral a 6hs y 5 días a la semana, con un salario acorde al costo de vida permitiría generar nuevos puestos de trabajo, con los cuales podríamos darle un duro golpe a la desocupación.