Será entre el 3 y el 12 de junio en el Pasaje Dardo Rocha. Librerías platenses cuestionan que no fueron convocadas a participar y alertan sobre el lugar de las y los escritores de la región en estos grandes eventos para pocos.
Miércoles 1ro de junio de 2022 15:00
Mucho ruido y pocas nueces. Así podría resumirse el anuncio, con poco más de una semana de anticipación, acerca de una nueva edición de la Feria del Libro platense del 3 al 12 de junio en el Pasaje Dardo Rocha. Convocan la Cámara Argentina del Libro, la Cámara de Librerías, Papelerías y Afines de La Plata y la Cámara de Libreros (CALEDIN), junto con la Municipalidad de La Plata.
Esto despertó críticas desde un sector de las librerías independientes, que denuncian no haber sido convocadas para participar en el evento.
“Quienes recorran los 95 stands no encontrarán a las librerías que día a día sostienen, en la ciudad y en la región, el entramado que se genera alrededor del mundo del libro”, sostiene el comunicado que emitió el conjunto de librerías, entre las que se pueden mencionar a la librería Big Sur, Malisia, Rayuela, Atenea, Lenzi, Patio interno Libros, y muchas otras más.
La ciudad de La Plata cuenta con un importante acervo cultural. Con solo caminar una noche de verano sobre las principales calles uno puede cruzarse con bailes de tango, murales, centros culturales donde tocan bandas locales, proyecciones de cine y diversas ofertas de teatro. Sin embargo, este sector viene siendo golpeado por los recortes en la cultura, la situación económica y luego agravado por la pandemia.
“En los últimos años, las dificultades que venimos superando las librerías locales son innumerables. No solo la pandemia; también la situación económica, los aumentos de los alquileres y servicios públicos, los precios de los libros, entre muchísimos otros factores”, afirman en el comunicado, y siguen, “Por eso venimos realizando acciones conjuntas. En noviembre de 2021 realizamos la “Noche de las librerías platenses”, un evento colectivo, organizado de manera independiente, que busca visibilizar a las librerías y que propone que los y las lectoras se crucen, se mezclen y crezcan. La “Noche de las librerías platenses” nos dio una inyección anímica y económica muy grande, como podría ser, no caben dudas de ello, participar de un evento masivo como lo es una “Feria Municipal en el Pasaje”.”
A este reclamo, se han sumado varias editoriales independientes de la ciudad, denunciando que desde la Municipalidad se le da la espalda a un gran trabajo colectivo que vienen haciendo tanto autoras/es, editoriales y luego las librerías, en un verdadero circuito independiente que desde hace años viene difundiendo y promoviendo la cultura local.
Ser o no ser, esa es la cuestión
La crisis identitaria que aqueja a la feria del libro local se verá disimulada por la participación de las grandes editoriales, como Planeta, Random House Penguin o Siglo XXI. Asimismo, llaman la atención algunos de los invitados “de lujo”: Facundo Manes, Federico Andahazi, Ludovica Squirru, Martín Redrado, Ceferino Reato y Martín Tetaz. Eventos grandes de los que se benefician solo unos pocos.
En respuesta, las librerías independientes plantean que no solo ellas han quedado fuera de este evento regional, sino que tampoco han convocado a las y los autores platenses que también necesitan ser difundidos y leídos, como parte del acervo cultural de la ciudad. En ese sentido, apuntan: “somos las que promocionamos la literatura local, apostando a los y las escritoras de la región. Ese espacio y esa forma de “privilegiar lo nuestro” tampoco estará presente en el Pasaje Dardo Rocha. Seguiremos haciendo lo imposible para que en La Plata se siga produciendo el maravilloso encuentro entre lectores y libros durante todo el año. Y seguiremos diciendo presente cada vez que se piense una política que multiplique las lecturas”, finaliza el comunicado.
No es la primera vez que la Municipalidad y el intendente Julio Garro desprecian los espacios de arte independiente y sus trabajadores, al contrario. Su trayectoria ha coleccionado perlitas, que van desde cierres de centros culturales, ataques a los trabajadores ambulantes y hasta la reciente aprobación de un código de convivencia que empeora aún más las condiciones de trabajo en el espacio público. Mientras tanto, los bares de la ciudad ocupan las veredas y las calles como si fueran propias.
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Como expresó Gustavo Saccomano en la inauguración de la Feria del Libro en la Rural, la crisis que atraviesa la cultura y el sector editorial es profunda, y no está aislada de las problemáticas que aquejan al conjunto de la sociedad. En efecto, es en tiempos hostiles cuando más se hacen necesarias la cultura y el arte, no solo como entretenimiento o distracción, sino como espacios de crítica, de indisciplina frente a los hechos consumados, como herramientas que nos permitan visualizar un horizonte distinto en medio de la tempestad. Defenderlos es imperante. En eso estamos.