Hace 20 años que los habitantes de la localidad de Ciénaga de Paicone, en el departamento de Santa Catalina, en Jujuy, piden un puente para cruzar el río San Juan de Oro. Esta situación afecta también a las comunidades de Cusi Cusi, Lagunillas y Loma Blanca.
Miércoles 26 de enero de 2022 12:32
Por las intensas lluvias en los meses de enero, febrero y marzo, la ruta 40 se corta y el río San Juan de Oro se vuelve intransitable para los vehículos. Las tormentas y temporales hace que algunas comunidades queden aisladas por la falta de vías de comunicación entre ellas y obligando a los habitantes de Paicone y alrededores a cruzar el río a pie. Para lograr esto cargan sus pertenencias al hombro y forman grupos que se ayudan unos a otros para evitar que la fuerza que del agua se cobre vidas; como sucedió hace siete años con Genara Licantica quién es recordada por su familia y los pobladores y por lo que siguen exigiendo que se tomen medidas para evitar más fatalidades.
«Hace 20 años que venimos pidiendo puentes y nadie, absolutamente nadie, nos escucha. Muchos políticos conocen el lugar, incluso Morales», dicen los pobladores de Ciénega de Paicone a los medios locales.
Esta situación afecta a los pobladores de Cienaga de Paicone y también a las zonas de Lagunilla, Cusi Cusi y Loma Blanca, que en esta época de lluvias tienen que enfrentar las crecidas que llevan a que el ancho del río alcance los 250 metros.
Exigen un puente para no quedar aislados, para que al pueblo puedan llegar alimentos, medicamentos, ropa y para poder acceder a los servicios esenciales que no abundan y que en pandemia son incluso más necesarios.
Este problema lleva 20 años, las y los vecinos siguen reclamando por las condiciones y ningún gobierno ha dado una respuesta integral; incluso en julio de 2021, el gobernador Gerardo Morales realizó un gran acto de inauguración de obra en Ciénega de Paicone junto a la entonces ministra de Educación, Isolda Calsina, anunciando la construcción del Colegio Secundario N° 9 y entre otras cosas, prometió «una pasarela hasta llegar a un puente» que nunca se cumplió.
La falta de planificación urbana lleva a desastres de estas características, en 20 años no se construyó un puente (!). La Puna y la Quebrada que son vistas por los gobiernos como zona de negocios inmobiliarios o territorio para la minería en manos de las grandes empresas extractivistas muestra claramente que para los gobiernos y funcionarios locales y nacionales importan más los negocios que la vida de las comunidades.