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Red Internacional
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Inundaciones. Concordia: crónica de una ciudad tapada por el agua

Miércoles 30 de diciembre de 2015

Fotografía:Santiago Fiorotto

Corro un colectivo que está por arrancar y me sorprende el chofer que sale de la tómbola. Llego a la casa de la madre de un amigo en la que ningún reloj anda. Mitad ciudad y medio pueblo, así me recibe la segunda urbe de la provincia.

Estoy en el centro político de Entre Ríos. Los intendentes de Concordia son una fija en la tabla de posiciones de la gobernación, intendente de esta ciudad fue el tres veces gobernador Jorge Busti, y también lo fue el actual mandatario Gustavo Bordet. Del departamento Concordia proviene Sergio Urribarri.

Con este antecedente la llamada capital del citrus enfrenta una de las peores inundaciones de su historia, comparable a una de 1959.

Al día de la fecha hay más de 10 mil evacuados entre rescatados por el Estado y autoevacuados. La crecida está en los 16 metros según cifras oficiales, aunque los vecinos estiman que debe ser algo más, y no se sabe si se alcanzó el pico máximo.
El Estado actúa contra el clima y su propia negligencia, pero se destaca la solidaridad del pueblo y de las organizaciones sindicales.

El fenómeno del Niño provoca evaporación de inmensas cantidades de agua que van a parar a cuencas de Sudamérica, y el agua de las crecientes muchas veces choca con urbanización en lugares inadecuados. Pero quienes saben aseguran que de la inundación son cómplice la deforestación que propone el agronegocio sojero y el excesivo represamiento aguas arriba. Una consecuencia más del capitalismo.

Gran parte de los evacuados están ubicados en escuelas públicas. El personal docente y no docente de turno, al que se suman trabajadores de la educación de manera voluntaria y vecinos, cumple tareas de limpieza, organización y hasta preparación de alimentos en los comedores. Los evacuados allí ubicados, familias enteras, destacan la organización y participación colectiva.

La familia de María del Carmen López (foto 3) está en la escuela Nro 53 Gral. San Martín. Allí los evacuados participan de la limpieza y organización. Por la noche se realizan asambleas promovidas por Psicólogas sociales, en las que todos exponen lo hecho y evalúan si se acertó o no en cada acción para poder actuar mejor en adelante, se fortalecen los lazos y la acción colectiva. Lejos de la caridad, la solidaridad de los de abajo.

El sindicato docente AGMER (Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos) se ha puesto al hombro parte de la tarea. Reciben donaciones en toda la provincia y se trabaja como centro de operaciones en la seccional local. Los docentes recorren escuelas relevando que personal está abocado a la tarea solidaria, cuánta gente está evacuada en esa escuela y qué hace falta.

Unas 30 escuelas alojan un promedio de 70 personas. Sin contar los demás centros de evacuados, y los autoevacuados que permanecen cerca de sus casas, nuclean buena parte de los afectados. Podría decirse que las condiciones son de las mejores. Las escuelas públicas cuentan con instalaciones y personal que facilitan la tarea.

Como contracara del rol del sindicato obrero está la desidia estatal de años. La escuela n°42 Manuel Belgrano recibe evacuados, pero estos se ubican en el salón y no en las aulas (más propicias para la organización de familias o grupos) ya que esta se encuentra en proceso de refacción luego de que docentes y padres organizados lograran que se repare un muro que ponía en riesgo a personal y alumnos.

Las escuelas no cuentan con duchas y en algunos casos no tienen agua potable, personal municipal y bomberos han colocado duchas y llevan agua, pero estas condiciones precarias son moneda corriente en las escuelas entrerrianas durante todo el año.

Los evacuados debieron salir con sus mascotas y demás animales. Un vecino prestó el frente de su casa, a escasos metros del agua, para que ubiquen animales de granja y estos no mueran en la crecida.

Liliana y Héctor, con sus hijos, aceptaron trasladarse a una escuela donde contaban con más espacio. El agua les llevó la casa, prefabricada de madera. Cuando pase la creciente no creen que puedan volver.

Los chicos, en todas las escuelas que recorrimos, juegan.