×
×
Red Internacional
lid bot

Neuquén. Cuando la capital de la provincia de Vaca Muerta queda bajo agua

Se prevé que entre hoy y mañana caigan entre 30 y 50 mm de agua. Unos minutos de fuerte lluvia y la ciudad colapsa. Estos fenómenos de la naturaleza exponen la falta de obras e infraestructura ¿Es natural que se inunde así? No y acá explicamos por qué.

Miércoles 23 de febrero de 2022 21:43

La Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC) emitió un alerta meteorológico total esta madrugada. El pronóstico es de tormentas eléctricas, fuertes lluvias, vientos y granizo en las provincias de Neuquén y Río Negro. La alerta naranja rige para los departamentos Confluencia, Añelo, Pehuenches y Picún Leufú. Se espera que caigan entre 30 y 50 mm de agua y que durante la tarde noche la lluvia sea más intensa.

En la capital neuquina la lluvia está provocando estragos en los barrios populares, la zona de la meseta y las costas del río Limay como sucedió también el pasado domingo. El bajo neuquino y la zona de la meseta son unas de las zonas más complicadas hasta el momento.

También se vieron afectados los hospitales, como el caso del Castro Rendón que tiene goteras en sectores importantes para el funcionamiento del mismo. Incluso circulan imágenes de una ambulancia de Neonatología con goteras.

Una de las trabajadoras del Castro Rendón del área de bacteriología aporta su testimonio. "Se nos mojó la cabina de bioseguridad, así que mañana no vamos a poder procesar ni Covid ni ninguna muestra respiratoria. Hasta que lo arreglen, el tema es que igual si lo arreglan y sigue lloviendo se va a volver a mojar".

Te puede interesar: Familias de la toma Casimiro Gómez denuncian abandono del Gobierno neuquino ante la lluvia

Una ciudad que no está preparada para soportar dos días de lluvia

Las lluvias están anunciadas desde hace una semana pero las autoridades, al igual que en temporales anteriores, poco y nada hacen para prever situaciones trágicas que golpean siempre a los que menos tienen. Los canales y arroyos naturales que drenan el agua están tapados, como es el caso del Arroyo Durán y el Villa María.

Según explica el geógrafo de la Universidad Nacional del Comahue, Miguel Fernández, quien es además columnista de este diario, la mayoría de las ciudades de la región pueden ser divididas en dos sectores con una dinámica física distinta (aunque las dos áreas drenan hacia los ríos, Limay o Neuquén).

Un sector que es un área con muy poca pendiente, una llanura, donde naturalmente el río discurre cuando aumenta su caudal por las crecidas. Sin embargo esta área fue intensamente urbanizada, construyendo incluso sobre los canales, que si hubieran sido respetados, permitirían un mejor drenaje hacia los ríos. En otros casos fueron entubados, y cuando el agua busca su lugar natural de drenaje y no lo encuentra, corre hasta alguna zona donde finalmente se tapona con las construcciones, sólo desplazando el lugar de inundación, pero agravado.

Lejos de ser un problema, cuando la inundación se trata no de un desborde de caudal del río producto de su cauce natural, presenta muchas veces una gran posibilidad de actuar de evacuador de las aguas. Así que las inundaciones no son “naturales” como declaran las autoridades provinciales y municipales cada vez que la ciudad queda bajo el agua. Lo natural era que no se inundara, si hubiera inversión y obras acordes a las características físicas de la región que se ven afectadas por la construcción sin planificación.

El otro sector, la zona de las bardas (meseta), presenta una gran pendiente. Y si en la zona anterior el problema es que el agua no drenó hacia el río por la urbanización desmedida (por causa de la especulación inmobiliaria y la falta de obras de drenaje), en esta zona el gran problema es que el agua (con sedimentos, árboles y sólidos de todo tipo) escurrió con facilidad aumentando su velocidad y caudal hasta encontrarse con la ruta que actúo como dique al estar más elevada. Lo razonable entonces era que se hicieran obras de defensa en las zonas más alta para frenar la velocidad del agua, dejando grandes espacios verdes que actuaran de áreas de captación e infiltración de los excedentes hídricos. Además de que no se debería construir en las zonas de pie de barda, áreas por demás inestables.

La falta de un plan de obra pública de viviendas que acompañe la demanda; que en la provincia de Neuquén se calcula en un faltante de unas 80.000 viviendas, propició la resolución de ese problema en forma improvisada por los sectores más pobres de la población, asentándose y construyendo incluso en lugares por donde drena el agua en momento de lluvias copiosas. Pero los gobiernos municipales y el provincial, luego de establecidas las tomas, se negaron a realizar las obras hídricas, y los pocos planes de viviendas realizados se construyeron sobre áreas de igual inestabilidad y peligrosidad, desoyendo todos los estudios elaborados por el Departamento de Geografía de la Universidad Nacional del Comahue.

Mientras se viven horas de angustia para las familias trabajadoras, por no saber si habrá servicios básicos por ejemplo, ya comienza a verse afectado el transporte público (incluso los taxis no entran en algunos barrios) como es el caso del Barrio Confluencia, Limay, Villa María, que tienen zonas en las que no se puede circular. Se suma el problema de la provisión de agua potable por la turbidez, de recolección de residuos y no se descartan cortes momentáneos de electricidad.

¿Pero cómo puede ser que lluvias de 50 mm generen tantos problemas de acumulación de agua, si implica que es una capa de 5 cm? Es que la mayoría de la superficie de la ciudad es impermeable (asfalto, techos de casas, etc.) y para contrarrestar se aconseja un cierto porcentaje de área verde que absorba una parte del excedente de agua. Cuando lo aconsejado es un mínimo de 20 m2 por habitantes, en las ciudades de la provincia no se llega ni a 3 m2, sostiene el geógrafo Fernández.

Según informó el diario Río Negro actualmente son más de 75 mil los vecinos, o el 25% de la ciudad, que reciben agua de la toma del río Limay porque no están conectados al acueducto del lago Mari Menuco.

La izquierda por su parte salió en las redes sociales a denunciar la situación.