En declaraciones a medios nacionales el gobernador de Jujuy Gerardo Morales aseguró estar “de acuerdo” en la implementación de un impuesto a las grandes fortunas. Sin embargo, en su provincia redujo impuestos sobre Ingresos Brutos y se niega a cobrar impuestos a Ledesma de la familia Blaquier, una de las más ricas del país.
Miércoles 22 de abril de 2020 12:34
En tiempos de coronavirus la demagogia y el doble discurso están a la orden del día. Y el gobernador de Jujuy Gerardo Morales pica en punta. Ante las ajustadas cuentas provinciales producto de la parálisis económica de una cuarentena sin GPS, el gobernador necesita recursos de manera urgente. Sus diputados ya preparan una sesión legislativa para mañana, para votar un nuevo endeudamiento, aunque se niegan a incorporar al debate proyectos de emergencia sanitaria y económica presentados por el Frente de Izquierda. Parte de esta necesidad lo llevó a apoyar la idea de un impuesto a las grandes fortunas, aclarando que el mismo debería ser coparticipable con las provincias.
Otra de las “aclaraciones” fue que debería ser un impuesto nacional. Esto para no dejar ninguna duda de que no piensa tocar desde su gestión un solo centavo a empresarios como la familia Blaquier, dueños del emporio Ledesma, que con producción de azúcar, alcohol, bebidas y alimentos siguen ganando en medio de la pandemia. Así es el doble discurso de Morales, que durante el mes y medio que lleva la cuarentena se armó un “show” televisivo en cadena provincial donde noche a noche habla del “bicho”, de “los jujeños”, de su supuesto compromiso con los sectores empobrecidos, pero no tomó una sola medida económica provincial y sólo se limita a “anunciar” las miserables e insuficientes medidas que va tomando el gobierno nacional.
Por el contrario, desde el bloque de diputados del PTS-Frente de Izquierda presentaron distintos proyectos de emergencia donde, entre otras medidas, proponen restablecer los porcentajes de impuesto a los Ingresos Brutos a valores del 2017, cuando se firmó el pacto fiscal, lo que permitiría recaudar tan sólo de Ledesma 700 millones de pesos. Además de establecer impuestos provinciales excepcionales, para combatir la pandemia y atender las emergencias económicas, a las grandes fortunas como las de Blaquier, a las mineras o las grandes cadenas de supermercados establecidas en la provincia, la mayoría de ellas de capitales imperialistas y que están amasando fortunas en esta crisis.
