Al menos 39 personas muertas y 69 heridas como consecuencia de un ataque terrorista en una discoteca en Estambul. Los atacantes estaban disfrazados de Papa Noel y en el local había más de 700 personas
Lunes 2 de enero de 2017 16:57
El ataque tuvo lugar en el famoso y lujoso club nocturno Reina Ortakolo, apostado en las orillas del mar Bósforo, en la capital de Turquía, Estambul. Aún no está del todo claro cuántas personas tomaron parte en el atentado. Los medios locales todavía no se ponen de acuerdo, algunos hablan de uno y otros de dos. La agencia estatal de noticias de Anatolia informó que era un atacante. Pero la televisión turca privada, NTV, afirmó que había dos atacantes vestidos como Santa Claus, portando armas de guerra (fusiles). Como resultado del pánico causado por los disparos muchos de los allí presentes optaron por lanzarse al mar.
El gobierno de Erdogan, en respuesta a los recientes ataques terroristas había dispuesto un incremento en las medidas de seguridad, y para la víspera de Año Nuevo se habían movilizado 20.000 policías extras.
Hasta el momento, el o los atacantes no fueron hallados, según informó el ministro de seguridad turco Sulejman Sojlu "La búsqueda de los terroristas está aún en curso. La policía ha puesto en marcha una operación necesaria para capturarlos. Esperamos que los (atacantes) pronto sean capturados" (AFP). Sin embargo hace unas horas la policía turca detuvo a ocho personas sospechadas de estar detrás de la masacre.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, dijo que el ataque en Estambul tiene como objetivo crear caos en el país, "Están trabajando en la destrucción de la moral del país y creando caos por medio de ataques atroces" (AFP).
El Estado islámico (EI) se hizo responsable del atentado "En una de las operaciones llevadas a cabo por nuestros fieles del Estado Islámico contra Turquía, un héroe del califato atacó a uno de los clubes más famosos en el que los cristianos celebraban sus fiestas paganas" (ROITERS). Como tantas otras declaraciones y atribuciones de atentados que haría EI, esta contiene todos los contenidos estereotipados para “asustar” a occidente.
Este ataque terrorista, cometido mientras se esperaba la llegada del nuevo año, puede ser tomado como un mensaje, concreto pero también simbólico, que intente dejar claro que en Turquía las cosas no serán fáciles ni apacibles en los tiempos venideros. Las idas y vueltas del gobierno turco en relación a sus alianzas estratégicas, la fuerte jugada de Rusia en el conflicto sirio, los intereses de Arabia Saudita e Irán como potencias regionales, el descontento alemán por los recientes acuerdos de Erdogan y Putin, y la incógnita aún no resulta sobre el futuro accionar de la administración Trump parecen ser elementos que conspiran para con la paz en el Mediterráneo Oriental.
Durante todo el 2016 Turquía sufrió, además de un extraño intento de golpe de Estado, 12 atentados de suma gravedad entre los que se encuentran el ataque al aeropuerto de Atatürk (45 víctimas fatales), el ataque suicida con coche bomba en el centro de Ankara (37 muertos) y el reciente asesinato del embajador ruso Andrei Karlov. El presidente turco acusa sistemáticamente al Estado Islámico, al Partido de los Trabajadores del Kurdistán y al ex aliado, el clérigo sufí Fethullah Gülen de estar detrás de los atentados. ¿Qué y quién y por qué intenta desestabilizar Estado turco y a Medio Oriente? Seguramente Europa Occidental (Francia, Alemania y Gran Bretaña), los Estados Unidos de América, Rusia y las potencia regionales de Irán y Arabia Saudita o el mismo Erdogan algo deben tener que ver, pero los sistemas de alianzas tanto como el financiamiento de los diferentes grupos armados y terroristas se hacen opacos en esta dramática y cruel disputa imperialista que tiene como escenario el Mediterráneo Oriental y Medio Oriente.
