Con una participación récord y con una campaña electoral polarizada, el candidato Uribista, Ivan Duque, disputará la segunda vuelta contra el centroizquierdista Gustavo Petro.
Juan Andrés Gallardo @juanagallardo1
Lunes 28 de mayo de 2018 08:38
El candidato uribista, Iván Duque, y el centroizquierdista Gustavo Petro disputarán en segunda vuelta la Presidencia de Colombia el próximo 17 de junio al haber sido los más votados este domingo en una jornada electoral en la que la polarización y participación electoral fueron los protagonistas.
Los resultados son acordes a una campaña electoral signada por los fantasmas de una sociedad políticamente polarizada en torno a los llamados acuerdos de paz con las FARC pero también con una situación económica declinante que acumula cuatro años de retracción del PBI, una pobreza que alcanza a 13 millones de habitantes y una precarización laboral que afecta al 50 % de la fuerza de trabajo. Sobre estos ejes hicieron campaña los dos principales candidatos: Petro contra la intención del uribista de derecha, Duque, de desmantelas los acuerdos con las FARC, y Duque acusando a Petro de "castrochavista" y de llevar a Colombia por la senda catastrófica de Venezuela. Una acusación de la que Petro de liberó rapidamente señalando a Maduro como un dictador.
Estos fantasmas, que agitaron aún más la polarización, dieron por resultado un récord de asistencia a las urnas que el propio gobierno definió como histórica. En esta primera vuelta sufragaron 19.133.048 personas, lo que da la friolera de casi siete millones de votantes más que en 2014. Mientras que en la primera vuelta de 2014 la abstención rozó el 60 %, este año ese porcentaje bajó a 46,98 %.
Los resultados
Duque, del Centro Democrático, obtuvo 7.558.382 votos, lo que supone el 39,13 % del total y duplica así el techo marcado por Óscar Iván Zuluaga, que en 2014 fue el aspirante del partido fundado por el expresidente Álvaro Uribe.
De este modo, Duque logró con éxito instalar la imagen con la que había jugado, de ser del rostro amable del uribismo y consigue ampliar la base electoral no solo entre los simpatizantes del expresidente, sino también hacia un sector que tenía reticencias hacia la figura de Uribe.
#ColombiaDecide l #Resultados @Registraduria
Boletín 45 con el 99.98% de las mesas escrutadas:
- @IvanDuque: 39,14%
- @petrogustavo: 25,09%
- @sergio_fajardo: 23,73%
- @German_Vargas: 7,28%
- @DeLaCalleHum: 2,06%https://t.co/UNpUzxqFdf pic.twitter.com/YFK95fkU5S— Revista Semana (@RevistaSemana) 28 de mayo de 2018
En 23 de los 32 departamentos de Colombia venció Duque, que solo fue derrotado por Petro en nueve regiones, mientras que en Bogotá, el principal colegio electoral del país, se impuso Sergio Fajardo, de la Coalición Colombia, de centroizquierda.
Su gran fuerza está en el departamento de Antioquia (noroeste), cuya capital es Medellín y del que es originario tanto Uribe como el padre de Duque.
También recibió un importante apoyo en regiones como Norte de Santander, donde obtuvo el 61,01 % de los sufragios, Arauca (56,7 %) y Casanare (60,25 %), entre otros.
Por su parte, Petro, del movimiento Colombia Humana, consiguió 4.846.088 papeletas, lo que supone el 25,09 % del total, con el 99,76 % del escrutinio.
Petro, exalcalde de Bogotá, venció en los departamentos del Vaupés, Putumayo, Nariño, Cauca, Chocó, Córdoba, Sucre, Atlántico y La Guajira, si bien perdió en la capital colombiana, uno de sus bastiones.
Petro, un exguerrillero del Movimiento 19 de abril (M-19), consiguió un hito al convertirse en el primer candidato que se proclama de "izquierda" en acceder a la segunda vuelta. Hasta la fecha, el mejor resultado de un candidato autodenominado de izquierda lo había conseguido Carlos Gaviria, fallecido líder del Polo Democrático Alternativo (PDA), que en 2006 obtuvo 2,6 millones de votos.
La buena performance de Petro se explica tanto por el escenario polarizado como por el consiguiente incremento exponencial de la afluencia a las urnas. Ahora deberá conquistar a los votantes de los candidatos que quedaron fuera de la segunda vuelta, sobre todo del centroizquierdista Fajardo, si quiere crecer 25 puntos y derrotar a Duque en Junio.
En tercera lugar se situó Fajardo, que en las últimas semanas consiguió remontar más allá de lo que le vaticinaban las encuestas hasta acercarse al segundo puesto.
Fajardo, exalcalde de Medellín, se llevó 4.586.016 sufragios, lo que supone el 23,74 % del total.
Sin embargo, no fue profeta en su tierra, ya que en Antioquia consiguió 731.609 votos, 28,4 % del total, lo que le sitúa muy lejos de Duque que se impuso con un contundente 53,1 % y 1.367.745 papeletas.
Durante semanas se especuló con una posible alianza de Fajardo con el aspirante del Partido Liberal, Humberto de la Calle, con quien llegó a reunirse pero con el que no llegó a un acuerdo para ir juntos a las elecciones.
Precisamente, De la Calle, exjefe negociador de los acuerdos con las FARC, terminó en quinta posición con 398.772 votos, el 2,06 % del total. Si en la suma simple de votos esta hipotética coalición no hubiese perdido votos esto implicaría que podrían haber pasado a segunda vuelta con Fajardo como candidato.
En cuarta posición quedó la gran decepción de la campaña, el exvicepresidente Germán Vargas Lleras, del movimiento Mejor Vargas Lleras, que llegó a la carrera a la Presidencia con una notable maquinaria y el sello de haber pilotado la "revolución" de las infraestructuras bajo el Gobierno de Juan Manuel Santos.
Sin embargo, obtuvo 1.404.172 votos, lo que implica el 7,27 % de los sufragios emitidos.
Por detrás estuvo el pastor Jorge Antonio Trujillo, del movimiento Todos Somos Colombia, que se llevó 75.568 papeletas, el 0,39 %.
Discursos, promesas y un progresismo a destiempo
En los discursos de la noche del domingo Duque buscó mostrarse como el candidato ganador, destacando los 15 puntos de diferencia con Petro. Su estilo será el de asemejarse a la derecha regional que intenta mostrarse como una derecha moderna, aunque sus recetas son las mismas que las del neoliberalismo noventista. En esa linea, Duque buscará ubicarse como el seguro ganador durante las próximas dos semanas para llegar a la presidencia.
Por su parte Petro empezó la misma noche del domingo su campaña hacia la segunda vuelta buscando seducir a los votantes de Fajardo, lo que le pueda permitir un "milagro" para superar a duque en junio. En ese camino Petro se mostró presidenciable, es decir matizó mucho más su discurso centroizquierdista lavado diciendo que no pensaba atacar a los poderosos y que su programa de mejorar la situación de los más pobres no era a costa de "empobrecer a los más ricos, sino de enriquecer a los más pobres". Se trata de una ecuación que si ya se demostró falsa para todos los gobiernos llamados posneoliberales de la región durante casi una década de bonanza económica, hoy se vuelve toda una quimera cuando la economía sufre embates permanentes.
El programa de Petro se sintetiza en la idea de conquistar una nueva clase media para Colombia, es decir el intento de repetir la "proeza" de algunos de los gobiernos posneoliberales de sacar a millones de personas de la pobreza. Esta política de modesta redistribución de la renta, que no contemplaba el ataque a las ganancias de los capitalistas sino la distribución de planes sociales en base a el excedente que dejaba el boom de las materias primas, fue la primera en sufrir los recortes producto del fin del ciclo económico anterior. Cómo define el periodista Raúl Zibechi durante esos años esos millones de pobres no accedieron a nuevos derechos sino a simples "beneficios". Esos beneficios fueron los que empezaron a atacar los propios gobiernos posneoliberales, como es el caso del segundo gobierno de Dilma Rousseff y que fueron atacados más abiertamente por los gobiernos de derecha como el de Macri o el golpista Temer.
Con estas promesas de campaña ambos candidatos se disputarán la segunda vuelta, donde los acuerdos con las FARC y una situación económica inestable serán el marco de la contienda. Cuatro años de reducción del PBI, aumento sostenido de la deuda externa, 26% de pobreza, 50% de informalidad y millones de desplazados de la guerra, son parte de la herencia que Juan Manuel Santos deja al próximo presidente. Si no es una bomba de tiempo se le asemeja bastante.
Juan Andrés Gallardo
Editor de la sección internacional de La Izquierda Diario