Tigre. El día a día de los profesionales de salud precarizados por la motosierra de Zamora

Promesas y más promesas. Siendo Tigre uno de los municipios más ricos de la zona Norte del Conurbano -con un presupuesto de 412.000 millones y tasas de impuestos que duplican sus montos con aumentos sistemáticos mes a mes-, desde enero el intendente Julio Zamora hizo rebajas de hasta el 55% del salario de los trabajadores de las áreas de Deportes y de Salud Tigre.

En un contexto de ajuste y desmantelamiento de la salud pública, en Diciembre de 2024 los salarios de los trabajadores de Tigre no llegaban a cubrir la canasta básica. Con un sueldo básico de 690 mil pesos para un trabajador que cubre 24 horas semanales de atención, los trabajadores de salud recibieron la promesa de un bono no remunerativo “para equiparar los sueldos” y recibieron los afilados dientes de la motosierra que recortaron los salarios hasta el 55%.

Para enero, el sueldo básico fue 436 mil pesos y, al mes siguiente, luego de todo un mes de asambleas, manifestaciones y diversas presentaciones de documentos y reclamos en el palacio municipal, los haberes recibieron un magro aumento del 10% acordado con el sindicato alineado a la gestión de gobierno (Sindicato de Trabajadores Municipales Tigre), alcanzando los salarios de quienes cuidan nuestra salud a 436 mil pesos mensuales.

La red de atención en salud del municipio tigrense está formada por 23 centros de salud barriales denominados CAFyS, sumado a otros efectores de salud, como los hospitales materno-infantil, odontológico, oftalmológico, un catamarán para la isla, etc. Con unos 31 efectores de atención de salud sostenidos con escasos recursos, tanto humanos como de insumos, en los últimos meses se han agravado las dificultades en el acceso a la atención en salud, ya que la enorme demanda de atención excede con creces el escaso recurso humano para responder a esas necesidades.

La gran rotación de profesionales causada por el conflicto salarial provoca que los trabajadores que logran sostener sus prácticas en este contexto, lo hacen con extensas jornadas laborales y un salario recortado a la mitad.

La Izquierda Diario, contra el cerco mediático que caracteriza al municipio en los medios oficialistas y opositores, sigue el conflicto y te contamos cómo es trabajar en estos centros de salud.

Un dia cualquiera, un dia normal, así se vive en los centros barriales

Los CAFyS ofrecen atención con turnos programados, con sobreturnos y mediante “demanda espontánea”, con agendas estructuradas mes a mes para otorgar turnos a distintas especialidades. La realidad es que, en los 23 Centros de Atención, cada día de apertura de agenda es un caos: no hay jornada que inicie sin largas filas de acampe para encontrar un turno, especialmente en las especialidades de Salud Mental. Esto genera gran malestar tanto en los vecinos que se acercan a solicitar atención, así también en las y los trabajadores de salud que se convierten en depositarios del malestar causado por un sistema colapsado.

Las palabras no alcanzan para consolar y calmar a aquellos que, con lógica desesperación, necesitan atención, ayuda y contención. Quienes ponen la cara y se exponen son los mismos de siempre, los trabajadores.

Además, no todos los días están los mismos profesionales ni tienen las mismas horas. Al ser cada vez más bajos los salarios, el nivel de rotación es altísimo, dificultando cubrir puestos vacantes y que se sigan los tratamientos como corresponden. Muchos días no hay clínicos ni pediatras, lo más elemental, y como los turnos están colapsados, los vecinos del barrio optan por la demanda espontánea y se acercan a los centros de salud cuando necesitan. Si llega un paciente muy grave se lo traslada a guardia y si puede ir solo lo hace porque el Uber es más rápido que la ambulancia.

Las guardias de los profesionales se hacen extensas porque entran a las 7 am y cubren cargas horarias de hasta 12 horas de trabajo. La escasez de profesionales ya es algo cotidiano y se resuelve como se puede, si se puede.

En los 23 centros barriales casi no quedan ginecólogos/as, por lo que la “atención de la mujer” recae sobre las obstetras que, además de atender a las personas gestantes, realizan todo tipo de consulta de salud sobre esa población. Cabe señalar que las Licenciadas en Obstetricia integran una de las disciplinas discriminadas del item no remunerativo “Bonificación Sanitaria”, junto con nutrición, kinesiología y terapia ocupacional, así como los y las técnicas en instrumentación, laboratorio, imágenes y esterilización, auxiliares de enfermería y trabajadoras de administración. Estas últimas áreas son las que sufren en mayor medida la política de precarización laboral.

Ante esta discriminación entre “trabajadores de primera, de segunda, de tercera categoría” que pretende fragmentar los equipos de trabajo generando malestar entre compañeros, los trabajadores de salud tomaron las riendas y dijeron: ¡BASTA DE AJUSTE EN SALUD TIGRE! ¡A IGUAL TARÉA, IGUAL SALARIO! ¡EQUIPARACIÓN SALARIAL YA ACORDE A LA CANASTA BÁSICA PARA TODOS LOS TRABAJADORES DE SALUD!

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Un área sensible si las hay es la de desarrollo infantil, ya que se trata de una población especialmente vulnerable por las necesidades de atención de problemáticas propias de las distintas etapas de la niñez. Desde la atención de síntomas “leves” hasta la atención de patologías graves, estas consultas son recibidas y alojadas por las mismas trabajadoras que atienden a todos los vecinos, sin distinción de edad. Tampoco hay profesionales que puedan atender determinadas necesidades, como es el caso de psicopedagogía, o la especialidad de fonoaudiología que cuenta con tan solo dos profesionales para cubrir la atención de todo el distrito, con una población de unos 470.000 habitantes a la fecha.

Es por esto que la creciente demanda de atención de estas problemáticas vuelve a superar, también para las infancias, las posibilidades reales de atención. Los turnos que pueden ofrecerse nunca coinciden con las necesidades .

Cardiología es con suerte, que el ritmo cardiaco siga naturalmente, la atención a adultos mayores también va por el mismo camino, parches y parches.

El área de Salud Mental no parece muy diferente, mientras el gobierno nacional habla de “idiotas, imbéciles, débiles mentales” en sus comunicados. En Tigre, los trabajadores sociales, terapistas ocupacionales, psicólogos y psiquiatras no dan abasto. La pauperización de la vida, la precariedad y el avance del narcotráfico tienen sus consecuencias profundas. Mientras los narcos poderosos viven en sus opulentas residencias de Nordelta, del otro lado del paredón miles de pibes tienen problemas importantes de adicciones que no se pueden tratar como corresponde.

Lo mismo para otras patologías. Mientras que para Milei son simplemente “débiles mentales”, para Zamora tampoco valen mucho en su atención.

Nada funciona bien: pedir turno por el 0800 es una lotería, tener alguna patología de salud es un verdadero problema que hace a cualquiera recorrer lugares para ser atendido y tener suerte de que no sea grave.

La “extensa red de atención en Salud” , promocionada por los grandez escalafones del municipio de Tigre, se sostiene con el enorme esfuerzo de los profesionales y trabajadores de Salud que, para las autoridades antes eran héroes en la pandemia, y hoy son material descartable.

Su lucha y organización son el camino a seguir. Los únicos interesados en una educación pública y calidad son los profesionales y la comunidad.El intendente y sus funcionarios solo sonríen para la foto, mientras ellos acceden a la medicina privada.

Desde La Izquierda Diario continuamos apoyando la lucha de todxs lxs trabajadorxs de Salud, como lo hicimos en la marcha federal del 27F en defensa de la salud pública. En Tigre, los trabajadores continúan en lucha y realizarán la próxima asamblea este miércoles 5 de marzo a las 10hs en el Centro de Atención al Vecino.