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Red Internacional
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Derecho a la vivienda. El municipio de Bahía Blanca se desentiende de las cien familias de 9 de Noviembre

Los vecinos del barrio 9 de Noviembre cuentan cómo es su situación mientras la crisis habitacional crece en todo el país: "no nos mostraron ninguna escritura", hay irregularidades en la propiedad de los terrenos y el municipio mira para otro lado.

Martes 13 de octubre de 2020 17:53

La crisis social que se profundiza cada vez más con la pandemia refleja su costado más crudo en miles de trabajadores que perdieron sus ingresos y lo difícil que se hace poder llegar a fin de mes, con salarios de miseria, empujando así a un porcentaje de la población a recurrir a la ocupación de tierras ociosas al no poder ya seguir costeando un alquiler. Esto se expresa en la pelea por la vivienda de las familias de Guernica, y en Bahía lo vienen visibilizando los vecinos de la toma de Don Bosco al 4000.

En el barrio 9 de noviembre son tres las manzanas que ocupan aproximadamente 100 familias, con gran porcentaje de mujeres sostenes de hogar y niñxs. Antes de la ocupación el lugar era casi un basural a cielo abierto, que los vecinos limpiaron y empezaron a dividir así las tierras.

Los vecinos nos cuentan: “Al principio nos contactamos con el delegado municipal, quedó en venir, cuando vino llegaron los supuestos dueños. Como era privado en ese momento, el municipio no se metía más que con darnos una mano con el tema de escrituras una vez que se llegue a un acuerdo con los dueños. Era lo único que iban a hacer: una escritura. Pero a nosotros no nos mostraron ninguna escritura, a nadie. Así que cuando fuimos a la reunión con este abogado (Tapia) no presentaron ni escritura ni título así que los chicos salimos con las manos vacías, vinimos enseguida y tomamos todo de vuelta ya con la idea de quedarnos directamente y no movernos. Después nos enteramos por comentarios que estos terrenos eran robados, que los habían tomado por posesión. Los tomaban y los vendían. Tenían un propietario y el abogado le manejaba los terrenos entonces cuando este hombre murió se quedó con sus tierras. La nieta de él dijo que no tenía problema en firmar, que lo único que quería es que se recuperen las tierras y que las tenga alguien que no las haya robado.”

“Nosotros tenemos la intención de pagar, nunca dijimos que no íbamos a pagar. Si te pones a pensar, todos los presidentes robaron ¿qué podes esperar? Ellos son santos y nosotros los delincuentes. No te dejan avanzar. Te cortan las alas. Acá son toda gente que realmente la está pasando mal, el trabajo lo está perdiendo. Yo tengo trabajo pero me sacaron las horas, se nota en el bolsillo. Hay días que no tengo ni un peso para comprar la comida, yo hago la comida y la estiro como si fuera elástico, ni frutas sin verdura. Cuando los chicos te piden algo y no lo tenés… Yo estoy trabajando dos días a la semana, son tres horas, cuatro. Es desesperante.”

Ante esta situación, el gobierno local de Héctor Gay directamente se desentiende del problema sin dar solución alguna, mientras en nuestra cuidad existen empresas como las del polo petroquímico que facturan ganancias millonarias a las que no se les toca un pelo y hay una crisis habitacional que perjudica a miles de familias, la respuesta sigue siendo la criminalización de los sectores más golpeados por la crisis que se ven empujados a recurrir a medidas desesperadas para sobrevivir.


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No hay diferencias entre el FdT y JpC cuando se trata de los sectores mas postergados, en este punto siempre defienden las ganancias de grandes empresarios, los bancos, acreedores privados y el FMI, a quienes no solamente no se les toca un pelo sino que además con ellos negocian y pagan dólar sobre dólar.
Desde el Frente de Izquierda venimos planteando que es urgente invertir las prioridades, los recursos del país tienen que estar al servicio de las grandes mayorías, para esto venimos planteado un impuesto a las grandes fortunas, que las tierras ociosas se declaren de utilidad pública, que sean destinadas a un plan de viviendas de manera urgente y la implementación de un plan de urbanización bajo gestión y decisión de las propias familias.