Estudiantes autoconvocados organizan la solidaridad con 50 jóvenes que quedaron varados en Tartagal en el marco de la cuarentena, con la universidad cerrada, y sin acceso al comedor. Denuncian que la asistencia alimentaria de la UNSa es una "dádiva" y exigen la ampliación del cupo del comedor.
Martes 31 de marzo de 2020 16:26
Luego de decretarse la cuarentena obligatoria por parte de Nación, las universidades también se cerraron y quedaron sin acceso al comedor en la sede.
En comunicación con Leonardo Bestregui, estudiante de la Facultad de Humanidades, nos relató que "la situación está apretando por todos lados, desborda, estamos dando esta ayuda que es mínima, que son bolsones de alimentos para que puedan comer".
Además, describió cómo mientras algunos estudiantes no pueden pagar el alquiler donde viven, porque sus padres y madres no están trabajando y no pueden mandarles dinero, otros están viviendo en la casa de compañeros y compañeras, y hay quienes no tienen ni para comer.
"Lo que se está pidiendo a gritos haces años es la ampliación del cupo de comedor, aquí el cupo es para 100 estudiantes y somos mas 600 alumnos regulares. En los tiempos que corren, los padres de los chicos hacen un terrible esfuerzo para que estos puedan estudiar, sobre todo los que vienen del interior, que tienen que viajar. Al viajar para estudiar, ya no puede ayudar llevando alguna moneda a la casa, en el día de hoy para que cualquier familia subsista tiene que salir a buscar una moneda a la calle".
Cuando la vicedirectora, Teresa Mercado, se enteró "que estamos organizándonos, salió en los medios diciendo que entregaron 20 bolsones con la plata del comedor (una dádiva), queriendo mostrar que hace algo por los estudiantes". En una radio local, manifestó que no se puede ir en contra del Presidente, y que el rector Claros decidió cerrar la Universidad, sosteniendo que los estudiantes serán responsables de lo que les suceda, desligándose de la situación de las y los estudiantes. No solo de las y los que están varados y sin recursos, si no también de quienes se están organizando.
Ni el rector Claros, ni las autoridades de la UNSa están dando respuestas a la altura de la situación que están viviendo cientos de estudiantes que se encuentran lejos de sus casas. El comedor para la mayoría de esos estudiantes es la única comida en el día. En contraste, con el silencio y la inactividad de las conducciones de los centros de estudiantes de fondo, se suman a esta iniciativa estudiantes y docentes de la UNSa Capital, que exigen que las autoridades pongan a disposición todas las herramientas y recursos con los que se cuenta para poder enfrentar esta pandemia.
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Es urgente que todo el conocimiento, los recursos humanos y materiales sean puestos al servicio de los sectores más vulnerables y de las y los trabajadores, para que la crisis sanitaria profundizada por el coronavirus no recaiga sobre las espaldas de la juventud y las mayorías populares.
La salida viene desde abajo