×
×
Red Internacional
lid bot

Vitivinícolas. Equipos de ropa de trabajo para trabajadores de viña: comenzó a debatirse en la Legislatura de Mendoza

Es una propuesta del Frente de Izquierda presentada por Lautaro Jimenez y Mailé Rodríguez. Durante las primeras semanas de abril, en la Comisión de Asuntos Sociales y Trabajo del Senado ya comenzó a debatirse. Junto con la jubilación a los 57 años, es una de las demandas por las que vitivinícolas se están haciendo oír en la provincia

Sábado 17 de abril de 2021 02:30

Foto|Los Andes

El proyecto establece como obligatorio la provisión de tres equipos de ropa de trabajo completos por año para trabajadores de viña que se desempeñen de manera permanente, continua o discontinua, cualquiera sea su forma de contratación. Además, propone la creación de un “Registro voluntario para acceso a ropa de trabajo destinado a trabajadores de viña” que estará a cargo del Ministerio de Trabajo, buscando que este derecho pueda ser garantizado también por la vía del Estado.

El senador Lautaro Jimenez explicó que “las trabajadoras y trabajadores de viñas han sido excluidos de este derecho que es reconocido al resto de los peones rurales del país. Se ven obligados a trabajar sin los elementos de protección personal y sin los equipos de ropa apropiados. Realizan sus labores bajo temperaturas extremas sin camperas adecuadas ni zapatos de seguridad, exponen su salud y dejan sus vidas en la viña”.

Te puede interesar: Inicia gira nacional vitivinícola: “Sigamos reclamando porque es lo que nos merecemos”

Este proyecto se suma al presentado por los mismos legisladores para que quienes trabajan en las viñas sean incluidos en el régimen de seguridad social establecido en la Ley 26727. De esta manera, podrían acceder al Beneficio de Jubilación Ordinaria acreditando 57 años de edad - sin distinción de sexo- y 25 años de servicios con aportes como trabajador agrario.

También, el diputado nacional Nicolás del Caño busca sumar el más amplio apoyo de las y los legisladores de los distintos bloques, para que dichas propuestas sean tratadas y aprobadas en el Congreso de la Nación y tengan así alcance nacional. Del Caño expresó que: “El objetivo de estos proyectos es que se termine una discriminación que lleva décadas, y que este derecho sea reconocido a todos los que trabajan en la tierra. Las bodegas exportadoras están teniendo grandes ganancias, en medio de la crisis y la pandemia. Sin embargo, estas familias trabajadoras viven en condiciones de pobreza y discriminación. Una injusticia que se tiene que terminar. Miles dejan sus vidas en la viña, sin llegar nunca a jubilarse”.

En particular, el proyecto para entrega de equipo de ropa surge a partir de las propias demandas de vitivinícolas por las condiciones laborales en las que se encuentran. Durante la cosecha del 2020, circularon fotos de trabajadores sin ningún tipo de elemento de seguridad y ropa adecuados.

Te puede interesar: Cosechando bronca: imágenes que valen más que mil palabras

Como se expresa en los fundamentos del proyecto, los mismos cumplen largas jornadas laborales, en zonas rurales de temperaturas extremas que pueden superar los 35° bajo el Sol o también con temperaturas bajo cero. Esto impacta en su cuerpo y salud, lo que hace que sufran diferentes afecciones. Por ejemplo, quienes trabajaban en los parrales suelen tener dolores en sus extremidades superiores y cuello y en los casos de conducción por espaldero en sus extremidades superiores, inferiores y lumbares.

Para quienes trabajan como tractoristas, el hecho de que los tractores no cuenten con los sistemas de amortiguación esenciales, hace que sufran de dolores lumbares y de columna. Es así como, según las distintas tareas que se realizan, se pueden observar los impactos en la salud, que en su generalidad se vuelven crónicos. No cuentan con los equipos de ropa de trabajo especiales destinados a evitar las consecuencias de las condiciones en las que se ven obligados a realizar sus tareas.

Las condiciones laborales que describimos y los salarios de miseria hicieron explotar la bronca. Fue así como las y los trabajadores vitivinícolas realizaron un paro contundente la última semana de marzo y una movilización que resonó en las calles de Mendoza. La hipocresía de los grandes bodegueros quedó al descubierto. Uno de los casos que muestra el gran contraste es el del dueño de la bodega Zuccardi. El establecimiento asentado en el Valle de Uco necesitó de una inversión de 15 millones de dólares para su construcción. Vende sus productos a precios exorbitantes. Una botella de la línea “Piedra Infinita Supercal” se puede encontrar en el mercado a $24.000; de “Finca Canal” a $15.000 o $16.000, “Zuccardi aluvional” y “Zuccardi Anphora project” se venden por encima de los $6.000 la botella. Sin embargo, el sueldo mensual que esta misma bodega paga a un obrero vitivinícola, alcanzaría para comprar tan solo una botella y media de Piedra Infinita, o 5 botellas de Zuccardi Aluvional. Un mes entero de trabajo de un obrero, con turnos de noche, labores en feriado, horas extra, se valora menos que una caja sola de estos vinos. A la hora de vender, la bodega Zuccardi vende lujo, y a la hora de pagar, paga miseria. Sólo en el año 2019, facturó 75 millones de dólares en 2019.

La bronca de vitivinícolas se ha convertido en movilización y organización. Ana, trabajadora de viña expresó: “Somos el eje esencial de esto y no se compara con lo que viven los ricos digamos, que es la vendimia, la elección de la reina, ir a disfrutar una noche al Anfiteatro o estar parado en un palco y ver cómo pasan los carruajes”. En la movilización que hicieron se escuchaba “ya no vamos a agachar más la cabeza”.

La diputada Mailé Rodriguez quien, junto con Lautaro Jimenez, estuvo acompañando y solidarizándose con los vitivinícolas expresó: “Es una gran noticia que ya se esté debatiendo en comisión en el Senado. No puede ser que semana por medio de lo único que se debata en la Legislatura sea cómo seguir cuidando las ganancias de los grandes empresarios y que, mientras tanto, proyectos que plantean derechos básicos como este no los quieran tratar. Vamos a seguir peleando porque el proyecto avance hasta su definitiva aprobación. Pero sabemos que la fuerza para ganar estos derechos y ponerle un freno a la prepotencia patronal está en trabajadoras y trabajadores de viñas y bodegas que han levantado la voz, salido a las calles y se están organizando. Esa es la Mendoza que desde abajo va a ganar, así como lo hicimos con la 7722”