Javier Milei es parte de una estafa piramidal con la criptomoneda $LIBRA. Pero eso es la expresión extrema de un Gobierno que está al servicio del capital financiero internacional y los grandes empresarios locales. Esta crisis es una punto de apoyo para todos los sectores que quieran enfrentarlo. Hay que desarrollar el camino de la lucha y la movilización desde abajo.
Javier Milei es parte de una estafa monumental con la criptomoneda $LIBRA, que movió miles de millones de dólares y perjudicó a decenas de miles de personas. El escándalo ya desató una enorme crisis nacional. Milei intentó exculparse diciendo que “no estaba interiorizado” del negocio que promovía. Todo indica que mintió: el presidente tuiteó difundiendo la criptomoneda casi inmediatamente después de que fuera creada. Detrás del tuit, se adivina la desesperación para mostrar las famosas “inversiones” que, a más de un año de gobierno, aún no llegan.
Este escándalo es el extremo de un Gobierno que administra el país en interés del gran capital financiero internacional, de los grandes bancos que hacen millones en medio de la crisis, de los grandes empresarios como Marcos Galperin o Paolo Rocca. Gobiernan para los millonarios y hacen negocios como ellos, estafando a la población. Al mismo tiempo tratan de engañar a la población con el verso de que es posible enriquecerse sin trabajar ni explotar trabajo ajeno; simplemente siendo “trader”, suscribiéndote a una app que te va a “salvar” de la pobreza. Una estafa, un engaño. Y esto mientras, despiden, congelan salarios y atacan derechos tanto de la clase trabajadora como del movimiento de mujeres y diversidades.
La oposición patronal quiere montarse en el escándalo para hacer campaña electoral. El peronismo y otros partidos piden que Milei dé explicaciones y hasta anuncian que pedirán el juicio político contra Milei. Otros sectores proponen una Comisión Bicameral investigadora. Pero estos son los mismos sectores que vienen ayudando a gobernar a La Libertad Avanza. La corrupta Ley Bases no se hubiera votado sin el apoyo de radicales, macristas y sectores del peronismo. Milei tampoco habría podido vetar la suba de las jubilaciones y el aumento del presupuesto universitario sin esa colaboración. Tampoco habría logrado media sanción a la suspensión de las PASO si hace una semana esos mismos sectores no hubieran votado junto al Gobierno.
Quieren usar este escándalo para golpear electoralmente a Milei. Pero son los que lo dejaron avanzar con su plan de ajuste salvaje. A eso también colaboró la conducción de la CGT, que está en la tregua hace meses, negociando la reforma laboral y dejando pasar despidos y ataques al salario.
No se trata solo de la estafa con las cripto, que “solo” expresa en extremo lo que Milei busca para el país, un lugar para la timba. ¿Que más se puede esperar de un gobierno que gasta miles de millones para mantener un negocio financiero para los grandes especuladores, con el dólar artificialmente barato, con el único fin de conseguir más votos, sabiendo que luego vendrá inevitablemente una devaluación sobre el salario, una nueva tajada de los ya magros ingresos?
Por eso se trata de derrotar un plan económico que está bancado por las grandes patronales y el FMI. Un plan que implica menos conquistas para la clase trabajadora; más entrega nacional; más extractivismo; menos derechos para las mujeres y la diversidad sexual; un plan completamente reaccionario. El camino para derrotarlo es la resistencia en las calles.
En primer lugar, hay que pelear contra las mentiras y engaños del Gobierno: van a decir que Milei no cometió ningún delito. Van a intentar que la crisis pase de largo y se olvida. Es necesario combatir para que eso no ocurra. Para que el pueblo trabajador sepa qué ocurrió y qué responsabilidad tiene el presidente. Apuntando a eso, el PTS-Frente de Izquierda anunció que pedirá que Milei dé explicaciones públicas en el Congreso, transmitido por Cadena nacional, para que el país entero sepa lo que sucedió.
Pero este escándalo -que pone al descubierto la esencia de este gobierno- reafirma la necesidad de organizar la resistencia y preparar el camino de la lucha para derrotarlo; el paro y plan de lucha en camino de la huelga general. La crisis del Gobierno es una punto de apoyo para todos los sectores que quieran enfrentarlo. Hay que desarrollar el camino de la lucha y la movilización desde abajo. En este escenario, no puede haber salida favorable al pueblo trabajador de la mano de las instituciones (Congreso, Poder Judicial) que vinieron acompañando el ajuste del Gobierno.
Hay que fortalecer la resistencia que se está dando en las calles, organizándose democráticamente desde abajo en cada lugar de trabajo, de estudio y en cada barrio. Que no pase ni un despido más, ni un cierre de empresa. Defendamos cada derecho y el salario con la lucha. Solo así le vamos a imponer a la CGT y las CTA que rompan la tregua y emprender un camino que debe llevar a la derrota de este gobierno y su plan e imponer una salida en función de las necesidades del pueblo trabajador para que la crisis la paguen los grandes empresarios que bancan a estos estafadores seriales.
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