El martes 10 de noviembre fue convocada por las organizaciones sindicales de educación francesas una huelga contra el protocolo insuficiente que propone el ministro de educación Jean-Michel Blanquer. Estudiantes, profesores y padres han llevado a cabo movilizaciones en las que piden su dimisión.
Viernes 13 de noviembre de 2020 12:31
Ante la penosa gestión de la vuelta a las clases tras las vacaciones de Todos los Santos en colegios e institutos, la educación nacional se pone en huelga para protestar contra las medidas insuficientes propuestas por parte del gobierno. Los hospitales siguen llenándose y la pandemia expandiéndose. Pero la respuesta del gobierno de Macron fue establecer de nuevo, el pasado 28 de octubre, un confinamiento domiciliario, eso sí manteniendo los colegios e institutos abiertos, obviamente para que así las familias pudieran seguir trabajando y produciendo. Mientras tanto, las clases y comedores están abarrotados, hay falta de medidas higiénicas y escasos recursos tanto materiales como humanos con los que enfrentarse a esta crisis.
Ante las movilizaciones, Blanquer reculó diciendo que se permitía una enseñanza híbrida del 50%, pero dejándolo todo en manos del estudio caso por caso de cada centro, sin coordinación, sin hablar de la situación en los colegios y sin considerar la necesidad de reforzar el sistema de educación.
Frente a la ineficacia de las propuestas gubernamentales que se reducen a ventilar más frecuentemente las clases, en 22 centros de la región de Paris fueron los propios profesores junto a los estudiantes y sus familias quienes han desarrollado un protocolo sanitario decidido en Asambleas Generales y en las comisiones de higiene independientes, pero a los que aún así les hacen falta muchos recursos.
La opción de semipresencialidad se presenta como una solución al problema sanitario, pero esta no haría más que aumentar todavía más las desigualdades, sobre todo entre los jóvenes de entornos más desfavorecidos. Es posible ofrecer una educación de calidad y con garantías sanitarias, pero para ello son necesarios más recursos tanto económicos como humanos. El gobierno, a pesar de saber que esta segunda ola llegaría, no ha previsto en ningún momento un verdadero plan de actuación para que la vuelta a las clases sea segura.
Estas movilizaciones se están desarrollando sobre todo en la región de París pero comienzan a expandirse también a otras ciudades como Pau o Toulouse. La represión policial frente a los estudiantes movilizados esté dejando imágenes fuertemente vergonzosas. Las fuerzas de seguridad reprimen las movilizaciones de jóvenes pidiendo una mejora de las condiciones sanitarias en sus centros para poder proteger sus vidas, las de sus profesores y sus familias.
Tentative de blocage au #lycée #Colbert à #Paris pour demander un renforcement du protocole sanitaire.
Les FDO ont violemment chargé les #lyceens. Statu quo depuis 7h50.#COVID19 pic.twitter.com/BdvUa3VNgS— Le Média (@LeMediaTV) November 10, 2020
Otros sectores, como los trabajadores ferroviarios y del transporte público de la región de París han mostrado su solidaridad con los estudiantes y profesores movilizados, para así “poder enfrentar juntos al gobierno de Macron.”
Une video de soutien de la part de notre rencontre des travailleurs des transports publics de la SNCF/RATP/KEOLIS/TRANSDEV/SAVAC pour l’ensemble des profs, parents d’élèves et lycéens mobilisés depuis lundi.
Tous ensemble contre ce gouvernement ✊🏼✊🏼✊🏼 #SoutienAuxLyceensReprimés pic.twitter.com/d0v2F8LlGK
— Anasse Kazib (@AnasseKazib) November 9, 2020
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