Una parte de la historia, es de las mujeres. Este 8 M #ParoInternacionalDeMujeres, más motivos para ganar las calles.
Sábado 25 de febrero de 2017
En esta oportunidad, les acercamos una serie de notas donde podrán conocer más acerca de las experiencias de lucha de las mujeres en nuestro país, en la década del 70´. Qué debates políticos marcaron la época, qué roles jugaron las mujeres en el último ascenso obrero, qué agrupamientos políticos las referenciaban y su participación en la lucha de clases. También Haremos un recorrido por la experiencia de las mujeres en el Villazo. A lo largo de las notas que publicaremos vamos a compartir con ustedes las experiencias de las feministas socialistas y el rol jugado por los partidos trotskistas locales, en especial la actuación del Partido Socialista de Trabajadores (PST).
Hacia fines de 1960, "en medio de huelgas económicas y políticas, luchas contra la opresión nacional, manifestaciones estudiantiles, de las minorías negras y homosexuales y un poderoso movimiento contra la guerra imperialista en Vietnam, las mujeres irrumpieron en la vida política internacional. Un número cada vez mayor de mujeres participa, entonces, en campañas por el derecho al aborto y los anticonceptivos, por instalaciones suficientes de guarderías, contra toda restricción legal a la igualdad. Denuncian el sexismo en la política, el trabajo, la educación, los medios de comunicación y la vida cotidiana" (D’Atri, A., Pan y Rosas. Pertenencia de género y antagonismo de clase en el capitalismo, p.104).
Surge así lo que se conocerá como el feminismo de la “Segunda Ola”, que será la respuesta a las transformaciones en las relaciones entre los géneros debido a los cambios económicos y de configuración de las fuerzas de trabajo que se da en los países centrales, luego de la Segunda Guerra Mundial.
Al mismo tiempo, el movimiento contra la guerra de Vietman en EE.UU. atrae a millones de personas y se convierte en una gran causa por la que luchas los jóvenes; el imperialismo estadounidense recibirá un duro golpe político con la derrota en Vietnam.
También en los ghettos negros se producen revueltas masivas por la igualdad de derechos, en los que comienzan a cuestionarse su opresión. Surgirán mujeres dirigentes que visibilizarán la situación de las mujeres trabajadoras y pobres negras, las más oprimidas entre los explotados.
Durante lo que se conoce como “el boom de posguerra” millones de mujeres se incorporan como trabajadoras a las nuevas industrias en crecimiento a partir de la década del 50´.
Aunque la situación es bastante diferente para la Argentina, en nuestro país, y por otras causas, también hay un aumento del trabajo femenino. Mirta Lobato menciona esto en uno de sus trabajos “ (…) el empleo femenino aumentó particularmente entre 1960 y 1970, en el que la tasa neta de actividad pasó del 23% al 27%, pero entre las fechas censales de 1947 y 1960 se mantuvo la tendencia iniciada en las décadas precedentes, pues la ocupación en la industria ocupó el primer lugar seguido del sector comercio y servicios, en cambio en los períodos intercensales de 1960-1980 los servicios absorbieron el grueso del crecimiento ocupacional” (Lobato, M., Historia de las trabajadoras en la Argentina (1869-1960), p.59).
Las mujeres comienzan a trabajar fuera de la casa y las familias tradicionales cambian rápidamente. Eso produce un cuestionamiento a los valores y la forma de vida tradicionales. El acceso de las familias de clase media y de sectores del proletariado al mercado de consumo de electrodomésticos permitió la liberación, en parte, de las cargas de las tareas hogareñas que realizaba la mujer.
Un movimiento feminista en ascenso
En este contexto, el movimiento feminista experimenta un importante ascenso ya que “después de más de treinta años, las mujeres volvieron a cuestionarse su ubicación en la sociedad y comenzaron a organizarse para combatir” (Periódico del PST, Avanzada Socialista Nº 177 del 30/12/1975).
En estas movilizaciones que se desarrollaban también en Europa en países como Inglaterra y Francia, se “exigían guarderías gratuitas las 24hs., derecho al aborto, el control de la cantidad de hijos, el pago de igual salario por igual trabajo, etc.” (Ídem).
Esta época significó también el renacimiento de un amplio movimiento contra la opresión y represión sexual que en sus primeros años realizó planteos y acciones radicalizadas en defensa de la libertad sexual y rechazando la persecución a gays, lesbianas, travestis y transexuales. La revuelta de Stonewall de 1969 marcó un antes y un después; fue la primera gran acción en que la comunidad LGTB luchó contra la policía y se enfrentó a un sistema que los perseguía sistemáticamente.
Hacia 1970, nacen varios agrupamientos de mujeres en EE.UU, como NOW (Organización Nacional de Mujeres) del feminismo liberal y el radical WLM (Movimiento de Liberación de las Mujeres), entre otros. También participan del nuevo movimiento de mujeres, partidos de izquierda como el Socialist Workers Party (SWP). En estos grupos se organizan mujeres de clase media y estudiantes en mayor medida que trabajadoras, aunque sus demandas de igual salario por igual trabajo, contra la doble jornada laboral con la que carga la mujer con el trabajo doméstico y derecho al aborto y anticonceptivos, logran extenderse y convertirse en un movimiento masivo.
De las mismas entrañas de Stonewall surgen activistas como la travesti de origen latino Sylvia Rivera, quien junto a su amiga Marsha P. Johnson, funda en 1970 S.T.A.R. (Acción de Travestis Callejeras Revolucionarias), una organización dedicada a combatir la situación de criminalización que atravesaban las personas trans en la época.
Miles de mujeres se movilizan en Europa y mayoritariamente en EEUU por estas y otras consignas, logrando imponer la reglamentación del derecho al aborto – situación que varía a lo largo de los años `70 y cambia según el país o estado- y conquistado ciertas demandas en algunos sectores del ámbito laboral –como guarderías, salarios igualitarios, etc.-.
En Inglaterra se desarrollan huelgas con participación mayoritaria de mujeres que exigen igualdad salarial respecto a los varones. También en Francia se organizan las mujeres que comparten similares demandas, con el empuje de la experiencia del Mayo Francés de 1968. La movilización de las mujeres también se dará en otros países de Europa.
Algunos de estas organizaciones políticas, tanto de Europa como de EE.UU., mantuvieron una estrecha relación política e ideológica con las organizaciones de mujeres y los partidos políticos de nuestro país.
Por ejemplo, el SWP estadounidense compartía con el Partido Socialista Argentino (PST) un agrupamiento político internacional (Tendencia Leninista Trotkista , en el Secretariado Unificado de la Cuarta Internacional), dentro del cual se desarrollaban interesantes polémicas acerca de cómo conquistar una organización de mujeres que pelee por sus derechos.
En el SWP se destacaron dirigentes como Evelyn Reed que intentaba dotar de una teoría y un programa a dicho movimiento. En una conferencia dictada en un foro en 1969 E. Reed concluye: "La acción consecuente que se propone como objetivo un gran cambio social exige una base teórica firme. Esta conferencia pretende ser un aporte en ese sentido"(Reed, E., Problemas de la Liberación de la Mujer, p.35)
Otra de las principales dirigentes del SWP era Mary Alice Waters con quien el PST mantuvo una polémica abierta acerca de la estrategia que debería desarrollarse en el movimiento de mujeres, en base a un documento publicado por esta corriente que se titula “La revolución socialista y la lucha por la liberación de la mujer”. “Tanto el SWP como la corriente encabezada por Ernest Mandel, mayoritaria del Secretariado Unificado de la Cuarta Internacional, fueron adoptando posiciones centradas en “la unidad de todas las mujeres” de todas las clases (…) olvidando las inexorables contradicciones provocadas por las clases sociales en pugna”, (Carrasco, C y Petit, M., Mujeres trabajadoras y marxismo, p.27)
¿Y cómo era en Argentina?
Este movimiento que se dio en los países centrales no tuvo una correlación mecánica en los países semicoloniales como la Argentina, ni en organización ni en sus demandas políticas. Su influencia se verificó en la existencia de pequeños grupos de mujeres de clase media, estudiantes y algunas trabajadoras que integraron los diversos grupos feministas. Lo que no quita que las mujeres fueron protagonistas de muchos de los eventos más importantes de la lucha de clases de la época.
Uno de los primeros agrupamientos fue UFA (Unión Feminista Argentina). También estaba el grupo “Nueva Mujer”, que funcionaba como una editorial, sus referentes luego se incorporan a UFA. Otros grupos como el Movimiento de Liberación por diferencias políticas o personales se mantiene fuera de UFA, hasta que en el año 1973 establecen discusiones con esta organización. También existieron indicativas políticas desde el trotskismo como la revista “Muchacha” que editaba hacia finales de los 60 el PRT “La Verdad”. Más adelante se conformará el grupo Política Sexual en el cual participaban mujeres de UFA, del MLF y del Frente de Liberación Homosexual, donde existió una incipiente organización de lesbianas, el Grupo Safo.
En la próxima entrega podrán leer en profundidad cómo fue el inicio y desarrollo de estos agrupamientos en nuestro país.
Ana Sanchez
Nació en la Ciudad de Buenos Aires en 1984. Docente y miembro del PTS. Colaboró con la edición de Luchadoras. Historias de mujeres que hicieron historia, de Ediciones IPS. @soyanitasanchez