La reunión con el mexicano multimillonario fue para buscar apoyo del empresario, que hace unos días había recibido la buena noticia, para él pero no para las grandes mayorías , del aumento en las tarifas de telefonía móvil que autorizó Fernández.
Miércoles 24 de febrero de 2021 10:04
El encuentro fue en un exclusivo hotel de Polanco, la zona de la ciudad de México donde se concentra la élite empresarial mexicana.
Carlos Slim este martes le dio la bienvenida al presidente argentino, que había dispuesto hace más de un mes autorizar aumentos para la telefonía móvil, un 5% a partir de enero, otro ajuste que desde comienzo de año pagaran las mayorías populares. El dueño de Claro, que opera casi el 30% del mercado de la telefonía móvil en Argentina, satisfecho.
Recordemos que Claro es una de las empresas de Telefonía Móvil -el conglomerado de empresas de telefonía- que opera en 18 países de América Latina. Bajo los nombres de Telmex y Telcel. También opera en 7 países de Europa central y del Este, con el nombre de A1.
Slim es también quien bajo el paraguas de su fundación firmó en agosto del año pasado, un acuerdo con Astra Zeneca para la fabricación y distribución de la vacuna contra el Covid-19, cuestión que todavía, en medio de la crisis mundial por las vacunas y el escándalo del vacunatorio vip de Argentina, todavía no sucedió.
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En la reunión también estuvieron presentes el hijo del magnate, Carlos Slim Domit, responsable del área de telecomunicaciones de las compañías, que hace unos días había declarado frente a la prensa, que el interés primordial para Sudamérica, lo tenían puesto en Brasil y Chile.
Según diarios de México, como La Jornada, en esa reunión Slim les expresó a Fernández su intención de intervenir en el área de construcción e infraestructura en Argentina a través de su grupo Carso, también con presencia en varios países de la región.
Si bien el día anterior, lunes, Fernández se reunió con empresarios, este encuentro privado entre el hombre (según la revista Forbes) más rico de América Latina, con una fortuna estimada en U$S52.000 millones y el presidente de Argentina tuvo más bien el objetivo de asegurarse al menos promesas de inversiones, claves según el Gobierno en un año electoral y más ahora con la crisis desatada por los vacunatorios vip (una burla descarada a las grandes mayorías, sobre todo a los sectores más vulnerables).
Las declaraciones del empresario no afirmaron nada de eso, pero elogiaron al país -por las oportunidades que le vienen dando los gobiernos de las última década para hacer grandes ganancias con su compañía de telecomunicaciones, aún sin invertir nada, además de la posibilidad de acrecentar sus negocios.
Por eso agregó ante la prensa que a "Argentina hay que tenerle paciencia". Seguramente se refería a la Argentina de los grandes empresarios contra las condiciones de vida del pueblo trabajador.
