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Revolution Permanente. Francia: “Una izquierda revolucionaria para enfrentar a la ultraderecha y a Macron”

Este domingo, cerca de 700 trabajadores, jóvenes y miembros de delegaciones internacionales se reunieron en el encuentro de cierre de la Universidad de verano de Révolution Permanente, organización que forma parte de la Red Internacional La Izquierda Diario en Francia. En el centro de la discusión está la urgencia de reconstruir una izquierda revolucionaria.

Lunes 26 de agosto 11:41

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Como parte de la Universidad de Verano de Révolution Permanente (RP), organización que forma parte de la Red Internacional La Izquierda Diario en Francia, este domingo se realizó un importante acto antes del inicio de la vuelta a clases y a la actividad política en el país. En un ambiente cargado de debates, la reunión comenzó con numerosas canciones que daban la bienvenida a los militantes. Desde el podio, la abogada y dirigente de RP, Elsa Marcel inauguró el encuentro saludando la presencia de delegaciones internacionales de Corea del Sur, del Estado español, así como de Italia, Bélgica, Suiza, Alemania y Estados Unidos que viajaron para la universidad de verano, trabajadores de distintos sectores de la industria, educación o salud o incluso el Colectivo de Estudiantes Extranjeros de París 8.

“Si bien elegimos este año hacer poca difusión pública, hoy somos 700 personas. Esto muestra el eco de nuestras ideas y del objetivo de reconstruir una izquierda revolucionaria a pesar de la importante presión por el menor mal expresada en torno a las elecciones legislativas”, señaló Elsa antes de dar la palabra a otros oradores. Entre fuertes aplausos, inauguró el encuentro Luigi Morris, militante del periódico Left Voice y trabajador inmigrante que participó en las luchas del gigante logístico UPS en Estados Unidos.

“Como revolucionarios en los países imperialistas, es esencial que levantemos en alto las banderas del antiimperialismo y la solidaridad internacional. De Palestina a Kanaky pasando por México, el imperialismo debe desaparecer”, señaló. Si bien el resultado de las elecciones presidenciales en Estados Unidos aún es incierto, Luiggi insistió en su gran impacto geopolítico en la situación internacional para los próximos años y en el dinamismo de la lucha de clases en el país.

“El 2023 fue el año con el mayor número de huelgas en décadas: luchas no sólo por mejores salarios y condiciones, sino también por una mejor calidad de vida”, subrayó. En este sentido, “la histórica huelga de los trabajadores automotrices demostró un importante potencial en el terreno de las demandas, al exigir una semana de 32 horas sin reducción salarial. Tendencias que se enmarcan en la continuidad de las movilizaciones de Black Lives Matter y las luchas por la sindicalización en empresas como Amazon o Starbucks, y explican el desarrollo de una conciencia anticapitalista entre muchos jóvenes, que han liderado un movimiento a gran escala contra el genocidio en Gaza, y para quien la idea de socialismo ya no es una mala palabra”.

Ariane Anemoyannis, activista de Le Poing Levé (agrupación juvenil y estudiantil), habló por su parte de la dinámica de los jóvenes estudiantes franceses, señalando: “hoy Macron quiere evitar que Palestina se convierta en el Vietnam del siglo XXI, que las universidades vuelvan a convertirse en un centro de protesta de los franceses contra el imperialismo y el régimen”. Existe una represión contra los activistas antiimperialistas que no es nueva, como recordó Elsa Marcel, en referencia a George Ibrahim Abdallah, encarcelado por motivos políticos en cárceles francesas desde hace casi 40 años y que recibirá un apoyo masivo durante la próxima audiencia judicial el 7 de octubre .

Christian Porta, militante de la CGT Neuhauser y de la Révolution Permanente, habló de la importante victoria obtenida tras una lucha ejemplar contra InVivo, el gigante de la agroindustria. En una conmovedora intervención, el activista de la CGT recordó las principales lecciones de una lucha que estaba lejos de estar ganada de antemano. “Si hace siete meses me hubieran dicho que saldría de esta batalla por la reinstalación y que incluso un Ministro de Trabajo macronista estaría de acuerdo conmigo, no lo habría creído”, señaló, antes de agradecer irónicamente a sus jefes: “hoy quiero agradecer a Thierry Blandinières, Sébastien Graff y a todos los demás, porque nos dieron la oportunidad de librar una batalla que nos ha endurecido y fortalecido profundamente. Más que nunca, en Neuhauser lo gritamos alto y claro: si tocan a uno de nosotros, responderemos por cientos.”

Refiriéndose a la brutalidad sin precedentes de esta ofensiva patronal, calificada de “provocación a toda nuestra clase”, y evocando la larga lucha llevada a cabo por los Neuhauser, y retomada en un documental proyectado la víspera en la Universidad de verano, el militante recordó la larga lucha de los Neuhauser y el papel central de una organización y una estrategia revolucionarias para arrebatarles la victoria. Esta victoria debe ser la ocasión de una contraofensiva, en un momento en que miles de trabajadores son víctimas de la represión, saludó en particular “muy calurosamente a Jordan del GRDF, a Nicolas de Roissy y a Manu de Dassault y a todos los trabajadores reprimidos de este país”.

En un discurso muy aplaudido, Sasha Yaropolskaya, activista de Du Pain et Des Roses (Pan y Rosas), habló de la ofensiva de la extrema derecha contra las personas trans y del vínculo entre ésta y las luchas feministas, poniendo como ejemplo la campaña contra la boxeadora Imane Khelif. “Lo que la historia de Imane Khelif ilustra es que la extrema derecha no se va a detener en las personas trans, va a atacar a cualquiera que se salga de su visión profundamente sexista y racista de la feminidad”, explicó, antes de subrayar el callejón sin salida de las estrategias del “mal menor” para hacer frente a este peligro.

Vanessa Raiz, activista de RP y de la CGT en una empresa tercerizada aeroespacial, por su parte volvió a la actualidad de la lucha contra el imperialismo francés y su carácter neocolonial. “Durante décadas, los pueblos de los territorios colonizados, desde Kanaky hasta Guadalupe, pasando por Guyana, Martinica, Reunión, Mayotte y Polinesia, se han visto privados de su derecho fundamental a decidir por sí mismos porque El Estado francés sólo ve medios para servir a sus intereses económicos, políticos e intereses militares" insistió antes de señalar la hipocresía de Macron y su "tregua olímpica", mientras que "la represión colonial no conoce pausas", denunciando la larga historia de sangrienta represión en Kanaky. “La Quinta República nació de la sangre derramada de los argelinos y esta sangre nunca se ha secado. Se hundió en 67 en Guadalupe, en 74 en Martinica, en 88 en Kanaky. Y todavía fluye hoy”, concluyó.

Para cerrar la reunión, Anasse Kazib, portavoz de RP, volvió a hablar de la situación y de los retos que tenemos por delante. “Después de un año de intensa ofensiva autoritaria y represión, después de una crisis política que llevó a la extrema derecha a las puertas del poder, Macron parece haber logrado recuperar un poco el control desde los Juegos Olímpicos.” Una dinámica que revela la impotencia del Nuevo Frente Popular y su proyecto de conciliación con el régimen que se expresa en la propuesta de la economista Lucie Castets como primera ministra del Gobierno de Macron. Sobre esto Kazib señaló: "Ella recientemente explicó que no pretende cuestionar las prerrogativas de Macron ’en materia de defensa y asuntos exteriores’, que quería una posición equilibrada sobre lo que ella llama el ’conflicto israelí-palestino’… Además, no busques nada. Aunque utiliza la palabra "genocidio" en sus discursos para describir lo que está experimentando el pueblo palestino, no la ha pronunciado ni una sola vez. También explicó que el salario mínimo de 1.600 euros era sólo un horizonte, antes de tener que dar marcha atrás ante el clamor en las redes sociales…. En general, cuando las personas que aún no tienen la más mínima responsabilidad ya están dispuestas a llegar a acuerdos, incluso en medidas tan mínimas como aumentar el salario mínimo, deberíamos preocuparnos.”

Frente a Macron y a la extrema derecha, Anasse Kazib subrayó que la cuestión decisiva es una política independiente y revolucionaria, en el terreno de la lucha de clases, denunciando al mismo tiempo el rol. de la izquierda institucional en el poder y de la burocracia sindical en el fortalecimiento de la extrema derecha de Agrupación Nacional (RN). Señalando las diferencias fundamentales entre tal estrategia y la del La Francia Insumisa, que en los últimos días propuso que se forme un hipotético gobierno del NFP sin ministros de ellos, Kazib concluyó: “No queremos dirigir sus instituciones reaccionarias y burguesas, o encontrar compromisos con la extrema derecha y Macron, queremos luchar, desde abajo, para poner fin al sistema capitalista y a todas las opresiones". Una perspectiva que pasa por reconstruir una “izquierda revolucionaria y de combate”, capaz de demostrar su “papel decisivo en la lucha de clases y de revivir las mejores tradiciones revolucionarias y antiimperialistas”.