Después de un 1 de Mayo histórico, la dirigencia de los sindicatos anunció este martes una próxima fecha de movilización para el 6 de junio. Otra vez marchas discontinuadas, pensando sólo en presionar al parlamento, manteniendo una estrategia de derrota que intenta enterrar la lucha que empezó contra la reforma de las pensiones y se transformó en un movimiento contra Macron.
Martes 2 de mayo de 2023 21:16
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Tras reunirse por videoconferencia este último martes por lla mañana, la intersindical se expresó a través de un comunicado. Los dirigentes sindicales se felicitan por la movilización del 1 de mayo y convocan una decimocuarta jornada de acción para el martes 6 de junio, dos días antes del tratamiento del proyecto de ley del grupo de diputados llamado Libertades, Independientes, Ultra mar y Territorios (LIOT por sus siglas en francés. Un grupo de diputados de centro izquierda y otros de centro derecha N.de R.) que pretende derogar la reforma de las pensiones.
6 de junio: una fecha que prolonga la estrategia de presión y e intenta liquidar la movilización
Después de dos semanas de interrupción de la movilización interprofesional y al día siguiente de un 1 de Mayo histórico, la Intersindical eligió dibujar como perspectiva únicamente una nueva fecha de movilización lejana. Una decisión que abre la vía a un entierro del movimiento antes de las vacaciones de verano (boreal), totalmente en desacuerdo con la cólera expresada el lunes por 2,3 millones de personas, y con el rechazo reiterado por muchos manifestantes de que esta fecha sea una "última parada".
Rechazando cualquier balance de su estrategia desde el 19 de enero, la intersindical renovó la lógica de presión que ha adoptado desde el inicio del movimiento. "A la espera de alguna decisión positiva (improbable N.de R.), la intersindical saluda el proyecto de ley de derogación de la reforma de las pensiones que figurará en el orden del día de la Asamblea Nacional (Cámara baja del Parlamento francés) el 8 de junio", escribió, antes de llamar a "ir al encuentro de los diputados de todas partes para pedirles que voten a favor de este proyecto de ley" y "multiplicar las iniciativas en este contexto, en particular con una nueva jornada de acción conjunta, huelgas y manifestaciones el 6 de junio".
Tras meses y meses de fracaso tras fracaso en la Asamblea, el Senado o el Consejo Constitucional, la intersindical no saca conclusiones y convoca jornadas aisladas de movilización y manifestaciones con un calendario cada vez más espaciado, con el objetivo de enviar mensajes a los parlamentarios en lugar de construir una correlación de fuerzas dura mediante una huelga renovable. Peor aún, al anunciar que quería participar en el "ciclo de consultas" anunciado por el gobierno para "recordar [su] rechazo a la reforma de las pensiones", pero también para "trabajar en propuestas intersindicales comunes [...] en materia de salarios, condiciones de trabajo ...", abre la vía a la vuelta del "diálogo social", con el que cuenta el gobierno para desarmar al movimiento y cerrar la discusión de las pensiones.
La victoria aún es posible, denunciando el "diálogo social" e imponiendo un plan de lucha a la altura de las circunstancias
La actitud de la intersindical, llamando a una enésima fecha de movilización aislada, mientras retoma el "diálogo social" es una clara negativa a escuchar la rabia de la base, que se ha multiplicado y ampliado desde la firma del decreto que habilitó la reforma judicial, y se mantiene tras 13 días de movilizaciones y paros interprofesionales. Mientras el Gobierno permanece aislado pero quiere volver a la ofensiva con ataques contra los más precarios, contra los migrantes, pero también una ofensiva de austeridad, esta lógica abre la vía a nuevos ataques contra nuestra clase.
Por otra parte, es urgente evaluar a fondo la estrategia desde el 19 de enero, que nos ha impedido ganar hasta ahora y ha aislado a los sectores en huelga, e imponer otra estrategia, a través de la huelga renovable y ampliando las demandas, con un programa que nos permita responder a todas las cuestiones de la situación. No sólo la retirada de la contrarreforma de Macron, sino también el aumento de los salarios, la oposición a la ofensiva autoritaria y a la represión que se está desatando para sofocar la cólera, y por supuesto la retirada de Macron y de todas sus reformas. De esta manera se puede dar pasos firmes para ir por este régimen de la V República que día a día somete a las grandes mayorías y nos ha llevado hasta acá.
Así lo han expresado este lunes los manifestantes del cortejo de la Red por la Huelga General, que lleva desde febrero defendiendo la necesidad de otra estrategia y de la organización de base. Como explicó Laura Varlet en la marcha parisina: "No se trata de ir a una mesa a discutir con el gobierno cómo quiere hacer la intersindical. A partir de la semana que viene tenemos que reunirnos para pensar un plan de batalla en la base. Es lo que intentamos hacer con la Red para la huelga general, hay que generalizarla y hacerla en todas partes".