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Red Internacional
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CONVERSATORIO. Hacia una lucha feminista socialista: Por un feminismo que transforme más allá del patriarcado y el capitalismo

Una masiva audiencia participó el día miércoles del Conversatorio “Retos para la izquierda y los feminismos ante la crisis, el avance de la extrema derecha y la represión estatal”. Se reunieron para debatir estrategias y visiones encaminadas a erradicar las desigualdades estructurales que afectan a las mujeres en el sistema capitalista. Este encuentro, mostró un esfuerzo comprometido con el cambio revolucionario y la superación del patriarcado como instrumento de opresión de género.

Sábado 18 de enero

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Una masiva audiencia participó del Conversatorio “Retos para la izquierda y los feminismos ante la crisis, el avance de la extrema derecha y la represión estatal”. Se reunieron para debatir estrategias y visiones encaminadas a erradicar las desigualdades estructurales que afectan a las mujeres en el sistema capitalista. Este encuentro, mostró un esfuerzo comprometido con el cambio revolucionario y la superación del patriarcado como instrumento de opresión de género.

Los discursos y paneles expuestos estuvieron a cargo de Natalia Morales, diputada por el FITU de Argentina, ex constituyente contra la reaccionaria reforma y dirigente del Partido de Trabajadores Socialistas y Pan y Rosas Argentina; Emma Bolshia Bravo Cladera, psicóloga, defensora de derechos y militante feminista; Adriana Guzmán, integrante del Feminismo Comunitario Antipatrical y educadora popular, Violeta Tamayo, politóloga y dirigente de la LORCI y Pan y Rosas Bolivia; y Cesar Antezana/Flavia Lima, integrante de la colectiva Almatroste y escritorx.

Lxs panelistas hicieron hincapié en cómo el sistema capitalista perpetúa las brechas de género mediante la explotación laboral, la violencia estructural y la falta de acceso a derechos básicos como la salud y la educación. Desde una óptica trotskista, se enfatizó que la emancipación de las mujeres no puede lograrse dentro de las lógicas capitalistas y que es imperativo construir una organización internacionalista que conecte las luchas feministas con la clase trabajadora global.

Uno de los momentos destacados fue el llamado a fortalecer el trabajo en comunidad y en sindicatos, promoviendo espacios de liderazgo para mujeres trabajadoras y exigiendo la implementación de políticas públicas que aborden las necesidades específicas de las mujeres desde unadesde una perpectivaque considere las diferencias por discriminación racial, cultural y de clase. Se destacó también la importancia de romper fronteras nacionales, Adriana Guzmán se inspiró en ejemplos como el movimiento kurdo, que rechaza el estado como instrumento de solución y aboga por la autogestión y la solidaridad transfronteriza.

En este contexto, Pan y Rosas y la LOR-CI desempeñan un rol fundamental, reivindicando la necesidad de un feminismo que no se limite a resistir, sino que aspire a vencer. Para ello vemos que es importante la formación de un partido de lxs trabajadores revolucionario que sirva como herramienta para llevar hasta el final las demandas feministas, pero también de los pueblos originarios, campesinos, estudiantes y trabajadores. Ambas organizaciones, con presencia internacional, plantean un feminismo socialista que cuestiona la propiedad privada y propone medidas concretas como la nacionalización de sectores estratégicos y la reducción de la jornada laboral, siempre desde una perspectiva de clase. Como señaló la diputada argentina, Natalia Morales: “Queremos construir un partido que no administre el capitalismo, sino que lo destruya, y eso implica pelear por una herramienta política que articule todas las luchas de los sectores oprimidos y explotados (...) luchamos por el pan y por las rosas”.

Críticas a los gobiernos de Bolivia y Argentina

El evento también estuvo marcado por críticas contundentes a los llamados gobiernos progresistas de Bolivia y Argentina. Se enfatizó cómo estos regímenes han administrado el capitalismo sin transformar las estructuras que perpetúan la explotación y la opresión. “El gobierno del MAS, al igual que otros gobiernos progresistas, ha negociado con las demandas populares para sostener el statu quo del capitalismo, traicionando las expectativas de quienes lucharon por un cambio real,” denunció Violeta Tamayo, dirigente de la LORCI y Pan y Rosas Bolivia.

En el caso de Argentina, se señaló que el kirchnerismo ha actuado como una izquierda funcional a los intereses de la burguesía, cooptando movimientos sociales para desactivar sus luchas. “No tenemos nada que ver con quienes llaman izquierda a quienes administran un Estado capitalista que responde a los intereses de los empresarios y no a los trabajadores", declaró Natalia Morales.

Desde Pan y Rosas vemos la necesidad de:

  • Denunciar la cooptación de movimientos sociales por parte de gobiernos progresistas que, al final, administran el capitalismo sin cambiar sus estructuras fundamentales.
  • Impulsar la formación de comités feministas en los lugares de trabajo y estudio como herramientas de resistencia y organización.
  • Exigir la nacionalización de sectores estratégicos bajo control de la clase trabajadora para garantizar recursos destinados al bienestar social.
  • Construir alianzas internacionales que amplifiquen las luchas locales y conecten los movimientos feministas con una agenda revolucionaria.
  • Promover espacios de autoorganización, como asambleas provinciales de trabajadores, comunidades indígenas y juventudes, para enfrentar colectivamente las políticas de ajuste y represión estatal.
  • Articular un programa de demandas feministas que incluyan derechos reproductivos, igualdad salarial y acceso universal a servicios esenciales.

La lucha feminista no puede desvincularse de la lucha de clases. Como lo subraya el análisis trotskista, el patriarcado es una herramienta del capitalismo para dividir y debilitar a la clase trabajadora. Por ello, consideramos que la construcción de un partido político de la clase trabajadora es una cuestión estratégica fundamental. No se trata de gestionar el sistema capitalista, sino de emplear esta herramienta como un medio indispensable para combatirlo y avanzar en las demandas del pueblo trabajador y oprimido; inspirándonos en Lenin, aspiramos a un partido compuesto por auténticos tribunos del pueblo, capaces de defender y luchar hasta el final por un programa que incorpore demandas feministas como el pleno reconocimiento de los derechos reproductivos, la igualdad salarial y el acceso universal a servicios esenciales. No solo se busca la emancipación de género, sino también la superación de todas las formas de opresión y explotación.

La organización y el compromiso revolucionario son fundamentales para construir una sociedad sin explotados ni explotadores y sin opresión como una realidad para todas y todos. Este evento reafirma la necesidad de la lucha por la autoorganización y la movilización revolucionaria del pueblo trabajador. Para eso es fundamental poner en pie una organización internacionalista que luche por el socialismo empezando por el objetivo de conquistar gobiernos de las y los trabajadores.