Luego de años de años de conversaciones, Boris Johnson cierra el acuerdo del Brexit con la Unión Europea, el cual permite el libre comercio de aranceles de mercancías.
Jueves 24 de diciembre de 2020 14:11
A pocas horas de Navidad, una semana antes del final del período de transición del Brexit, se alcanzó un acuerdo histórico sobre la futura relación comercial y de seguridad del Reino Unido con la Unión Europea, lo que provocó un grito de victoria desde Downing Street y una sombría reflexión en Bruselas.
El fin de acuerdo actual es para evitar un Brexit duro, de impacto catastrófico para las economías ya golpeadas por el coronavirus, apenas días antes del plazo del 31 de diciembre, plazo que se habían dado para cerrar el acuerdo.
A medida que el país abandone el mercado único y la unión aduanera el 31 de diciembre, entrarán en vigor nuevos acuerdos que permitan el comercio libre de aranceles de mercancías y una estrecha cooperación policial y judicial.
El anuncio siguió a una llamada final entre Boris Johnson en Downing Street y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen , en su sede de Berlaymont en Bruselas, al menos la quinta llamada de este tipo en las últimas 24 horas.
El primer ministro británico, Boris Johnson, dijo en rueda de prensa que el acuerdo comercial, alcanzado luego de meses de tortuosas negociaciones que estuvieron varias veces al borde del fracaso, será "bueno para toda Europa" y que el Reino Unido seguirá siendo "amigo", "aliado" y el "primer mercado" de la UE a pesar del Brexit.
Al otro lado del Canal de la Mancha, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, declaró en conferencia de prensa en Bruselas que el pacto comercial post-Brexit es un "buen acuerdo, equilibrado, justo" para ambas partes.
El Reino Unido seguirá siendo "un socio digno de confianza" de la UE, dijo von der Leyen.
El pacto finalmente será menos ambicioso de lo que la UE aspiraba, pero permitirá una relación comercial sin cuotas ni tarifas a condición de que Londres asuma reglas igualitarias en materia de competencia y otras salvaguardas.
La negociación se concentró en las últimas semanas en las diferencias en materia pesquera, una cuestión de poco peso económico pero importante en lo político y en lo simbólico, ya que ponía en juego el apoyo de las comunidades costeras y parte de su soberanía.
Las flotas pesqueras de la UE tendrán que ceder una cuarta parte de su cuota actual en aguas británicas durante los próximos cinco años y medio, dijo hoy un funcionario europeo citado por la agencia de noticias francesa AFP.
Bajo el acuerdo, después de este período de transición, el acceso a sus ricas zonas de pesca se negociará anualmente, agregó el funcionario.
La jefa de Gobierno alemana, la canciller Angela Merkel, dijo confiar en que el acuerdo constituye "un buen resultado".
Tras una larga noche de negociación en Bruselas, el anuncio del histórico acuerdo parecía inminente al amanecer, pero problemas de última hora con las cuotas de pesca tuvieron a todos en vilo durante buena parte del día llegando incluso a hacer temer un fracaso.
El anuncio llega a solo una semana de que Reino Unido abandone definitivamente el Mercado Común y la Unión Aduanera de la UE, de las que siguió siendo parte sin tener voz ni voto en las decisiones del bloque durante el periodo de transición que las partes se dieron para sellar el acuerdo comercial tras el Brexit, que ocurrió el 31 de enero.
Este complejo texto del acuerdo, repleto de detalles técnicos y que totaliza unas 2.000 páginas, deberá ser ser ratificado por el Parlamento Europeo y el Parlamento británico.
Estos últimos deberían recibir la orden de interrumpir sus vacaciones de Navidad para volver a la cámara a principios de la próxima semana, pero gracias a la aplastante mayoría parlamentaria del Partido Conservador de Johnson, el texto tiene garantizada su aprobación en Reino Unido.
El presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, celebró el entendimiento pero dijo que no lo podrá ratificar o rechazar antes de fin de año dada "la duración de las negociaciones y el carácter in extremis del acuerdo".
Sin embargo, con el fin de evitar una desconexión desordenada, el acuerdo podría entrar en vigor provisionalmente a partir del 1 de enero sin la ratificación europea a la espera de su regreso.
Si no se llega al acuerdo, el Reino Unido y la UE debían empezar a comerciar en enero con aranceles a sus productos bajo las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Las partes iniciaron las negociaciones formales el pasado febrero pero las fuertes diferencias entre ambas partes apenas permitieron avances.