Vaca Muerta. Incendio en Colonia Rural Nueva Esperanza se lleva la vida de un niño de 5 años

El incendio que se produjo a partir de un desperfecto en un calefactor eléctrico es solo un tecnicismo que no da la suficiente cuenta de las verdaderas causas y de los verdaderos responsables de este crímen social que se llevó la vida de un niño de 5 años en la noche del viernes 29 de mayo.

La humilde vivienda de esta familia de la ciudad de Neuquén, como la de muchas familias de la meseta carece del servicio básico de red de gas natural para calefaccionarse, entre tantos otros servicios que podrían mejorar la calidad de vida.
Pero lo más criminal es la fuerte desigualdad social que existe en la provincia de Vaca Muerta que posee una de las reservas de gas más grandes del mundo mientras hay muchísima gente que está obligada a calefaccionarse con electricidad o con métodos arcaicos como la leña.

Desde este medio publicamos hace muy poco sobre los padecimientos de los vecinos de los barrios de la meseta para conseguir garrafas de gas, los altos costos de estas que obligan a los vecinos a recurrir a métodos alternativos, también costosos e inseguros como los artefactos eléctricos y la leña.

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El reclamo de servicios de calidad de luz, gas y agua es un reclamo de larga data en estos barrios olvidados por el Estado provincial y municipal, verdaderos responsables de la muerte de este niño.
Años de promesas incumplidas por parte de diferentes gobiernos muestran la verdadera cara de un sistema irracional en donde los muertos los ponemos los trabajadores y el pueblo. Los barrios de la meseta neuquina a menos de 10 kilómetros del centro de la ciudad de Neuquén están en permanente peligro producto de la falta de planificación y desinversión por parte del estado que tiende a naturalizar las condiciones de vida de los sectores más necesitados.

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Colonia Rural Nueva Esperanza está lindando con el Parque Industrial de Neuquén, parque que aloja a gran cantidad de empresas ligada a la industrias de extracción de gas y petróleo para rendirle grandes ganancias a las multinacionales que operan en Vaca Muerta gracias a un Estado Nacional, provincial y municipal que les allanan el camino, mientras que en los barrios obreros y populares como estos son abandonados a su suerte.