Fue en el marco de la causa contra el cultivador solidario Daniel Gardes y su hijo Francis. Un nuevo ataque de la justicia al derecho a la salud.
Domingo 21 de febrero de 2021
El jueves pasado publicabamos un articulo sobre la detención de Francis y Daniel Gardes. Daniel es un cultivador solidario que donaba aceite a personas de Espartillar, Pigüé, Carhué, Saavedra y Guaminí, mientras que Francis su hijo fue detenido por encontrarse en el lugar donde fue realizado el allanamiento y fueron secuestrados Cannabis, plantines y otros elementos para fabricar el aceite.
Esta actividad de cultivo solidario está amparada en la última reglamentación de noviembre del 2020 de la ley 27350 de Uso Medicinal de la Planta de Cannabis y sus derivados.
Sin embargo como comentaba una de las familiares, hay un problema en la implementación de la misma:
“El error está en el Estado a la hora de la implementación, ya que meses despues los cultivadores no tienen donde anotarse (...) están los documentos que prueban que se quisieron inscribir en alguna organización en Carhué pero todavía no hay. Tenemos las actas con firmas de la gente que consumía este aceite"
Los Gardes ya llevan más de tres semanas detenidos, en una causa que se halla a cargo del Juez Federal Lopez da Silva del Juzgado Nº1, y del fiscal Santiago Ulpiano Martinez. Recordamos este último es conocido por su actuación encubridora de la Bonaerense en el caso Facundo Castro, del que finalmente pidió apartarse la semana pasada, horas antes que se encuentren más pertenencias de Facundo Castro en la comisaría de Teniente Origone.
Para leer más sobre la detención a los Gardes: Nuevas detenciones contra cannabicultores en la Provincia de Buenos Aires
Un ataque al derecho a la salud
Esta detención arbitraria contra cannabicultores presentada como un golpe al narcotráfico, es un ataque no solo a los Gardes sino a todos los beneficiarios del aceite cannabico, que no podrán acceder a su medicina.
En un hecho insólito que muestra el desprecio por la salud de las personas que se tratan con el aceite, la justicia dispuso secuestrar un gotero de aceite cannábico a un paciente oncológico de la localidad de Carhué.
En testimonio con La Izquierda Diario, una familiar comentaba que llegaron hasta el aceite de cannabis buscando tratamientos paliativos de las consecuencias del enfrentamiento con el cáncer, y que su consumo implicó una sustancial mejora de la calidad de vida.
De manera similar se expresaba en una entrevista con De la Bahía, Edith, una mujer de 83 años quien comentaba que recibía donaciones de aceite de los Gardes:
“Yo estoy operada de columna y tengo dos prótesis, pero con el bastón y la ayuda del cannabis logré levantarme a la mañana. Porque cuando me acostaba me costaba incorporarme en la cama y tener la fuerza para pararme. Hoy me siento decepcionada y triste que me queda poco del aceite, ¿voy a volver a lo de antes que no podía dormirme?”
En su accionar, la justicia está infringiendo un derecho básico como el derecho a la salud, que es además uno de los objetivos de la ley 27.350 de uso medicinal del Cannabis.
La misma ley plantea además “Garantizar el acceso gratuito al aceite de cáñamo y demás derivados del cannabis”, sin embargo, los ataques a cultivadores solidarios fomentan la mercantilización del aceite por parte de la industria farmacéutica, que amparada por el Estado pone precios altísimos a los frascos de aceite.
Basta de presos por plantar
La detención contra los Gardes se suma a miles de casos en todo el país, donde la justicia persigue a cultivadores y usuarios de Cannabis tanto de manera medicinal como recreativa.
El día de mañana en la localidad de Bahía Blanca se llevara a cabo una conferencia de prensa pidiendo libertad a los 14 chicos de Puan, detenidos desde el 14 de diciembre por cultivo de Cannabis, bajo acusación de narcotráfico.
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Es urgente la libertad y amnistía de todos los cultivadores como reclaman organizaciones cannábicas de todo el país, así como la legalización integral del cannabis. Es hora de poner fin a una política que lleva décadas persiguiendo consumidores y alimentando los negocios turbios de narcotraficantes complotados con fuerzas de seguridad, la justicia, política, empresarios, etc.
