El viernes 17 de julio el Distrito alcanzó los 9.417 positivos, un 4,3% más que la jornada anterior. Son 105 las personas que perdieron la vida por complicaciones derivadas Covid-19, con dos fallecimientos ocurridos durante el jueves.
Lunes 20 de julio de 2020 11:30
Las cifras de contagios diarios aumentan en el AMBA, y La Matanza es uno de los municipios con más concentración de habitantes y más crisis sanitaria.
En este marco, el 10 de junio, el promedio semanal de nuevos casos era de 64 contagios diarios, una cifra que, este viernes, alcanzaba los 329 infectados por jornada, un 414,1 por ciento de incremento en 36 días. Un aumento nada desestimable.
Del 10 al 17 de ese mes, la media semanal subió un 98,4 por ciento; entre el 9 y el 16 de julio, lo hizo un 20,1 por ciento.
El Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires confirmó 384 nuevos casos de coronavirus en La Matanza, diagnosticados durante el jueves. Al mediodía de este viernes, el Distrito alcanzó los 9.417 positivos, un 4,3 por ciento más que la jornada anterior.
Así, el Distrito suma el 14,6 por ciento del total de infectados de la Provincia, con una tasa de incidencia de 421,6 casos cada 100.000 habitantes.
En el Partido, el 51,5 por ciento de quienes enfermaron son hombres y el 48 por ciento, mujeres, mientras que la franja etaria más contagiada por el coronavirus es la de los 30 a los 39 años, con 2.320 casos, en tanto que el 89,3 por ciento de los infectados tiene menos de 60 años.
A su vez, hospitales y centros de salud ya comienzan a informar que su capacidad para recibir a pacientes con coronavirus está superada. En La Izquierda Diario reflejamos situaciones como la del Hospital Paroissien, donde la Secretaria General de Cicop Seccional Hospital Paroissien de La Matanza declaró que en el Hospital Paroissien a veces trabajan con el 100% de camas ocupadas.
Mención especial merece el intendente Fernando Espinoza, quien declaró en sus redes que es cuestión de responsabilidad individual contagiarse. Continúa con asegurando que la única forma de prevenir es el aislamiento social preventivo y obligatorio, como si fuera fácil en La Matanza "quedarse en casa". Podría preguntarle a los vecinos del Barrio 17 de Septiembre a los que su gobierno en complicidad con Edenor dejó sin luz, además de no tener agua ni gas. O a los feriantes de González Catán a los que les barrió sus puestos, llevándose la mercadería y dejándolos sin posibilidades de ganarse el sustento.
A pocos días de los anuncios del Gobierno, cuarentena más flexible o intermitente, nada dijeron aún acerca de medidas de salud y prevención se tomarán en los sectores de trabajadores esenciales , los que por su labor tienen que exponerse al contagio, y qué responsabilidades tomarán los empleadores.
El gobierno bonaerense no anunció mayores testeos ni controles a las empresas para garantizar que cumplan con los protocolos y evitar que sigan creciendo los contagios entre los llamados trabajadores esenciales.
La crisis social tiene particular agudeza en el conurbano bonaerense. Allí convergen los históricos niveles de precariedad e informalidad laboral con los efectos suspensivos sobre la economía que provoca la cuarentena. La pobreza se agudiza. El hambre también. La bronca crece y trepa, entre otros lugares, por las ramas del Frente de Todos.
Atender las necesidad urgentes de millones de familias en medio de la pandemia no debería admitir demoras o dilaciones. En cuatro meses de cuarentena solo el Frente de Izquierda presentó un programa -y varios proyectos de ley- impulsando medidas de fondo para dar salida a esos enormes padecimientos.
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