Denuncia. La Policía de Mendoza agredió a un periodista durante el último cacerolazo

Desde la aprobación en el Congreso Nacional de la reforma previsional, se han sucedido en casi todas las ciudades del país cacerolazos en rechazo al saqueo a los jubilados. En Mendoza, se realizaron en distintos departamentos y en el KM0 de la Ciudad, donde tanto el mismo lunes como el martes se concentraron cientos de personas para rechazar este brutal ajuste.

Durante el segundo de ellos, el día martes por la tarde, el periodista Santiago Serrano fue agredido por efectivos de la Policía de Mendoza. A diferencia del primer día, el segundo cacerolazo fue rodeado por un importante grupo de policías que no solo hostigaron a los que se acercaban a manifestar su repudio a la reforma previsional, sino que militarizaron una parte del centro mendocino.

"Serrano había ido a realizar la cobertura periodística para Unidiversidad Noticias, el noticiero de Señal U, canal de televisión que forma parte del sistema de medios de la UNCUYO. Allí, cuando la Policía provincial intervino en la concentración, el periodista sintió que lo agarraban por atrás, del cabello, y luego lo arrojaban hacia adelante con fuerza, por lo que cayó al suelo. Además, comentó que le pegaron una cachetada a otro de los manifestantes", relata la nota publicada en Unidiversidad, desde donde hicieron conocer la denuncia los trabajadores y trabajadoras de prensa de los medios de la Universidad de Cuyo.

Según el relato de Serrano, mientras el camarógrafo que lo acompañaba estaba haciendo unas tomas de como la gente que se había acercado al cacerolazo corría unas vallas que estaban en la vereda para que la policía no pudiera avanzar sobre la concentración, "atendí el teléfono porque iba a salir por la radio. Cuando atendí el teléfono me agarraron del pelo. Yo pensé que era un amigo que me estaba agarrando fuerte, pero cuando me di vuelta vi que era un policía. Ahí me tiró para atrás y con toda la fuerza me empujó para adelante y caí al piso".

El periodista además denunció que tuvo oportunidad de entrevistar al jefe de la policía provincial, Roberto Munives, quien sobre la agresión al mismo entrevistador, le respondió que la policía había actuado bajo las ordenes de una fiscal, aunque se negó a informar el nombre de la funcionaria. Lo mismo sucedió con la ayudante de fiscal, que se encontraba presente en el lugar, pero "no quiso hablar con la prensa ni nombrar a su superior", denunciaron desde el medio.