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Red Internacional
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Brasil. La deforestación en la Amazonía llegó a 10.000 km2 por año con Bolsonaro

A pesar de toda la demagogia del gobierno y las mentiras de defensa de la Amazonía, todas las cifras mensuales más altas de deforestación registradas por Deter ocurrieron bajo la administración de Bolsonaro. Durante su mandato, Brasil registró más de 10.000 km² de deforestación al año.

Lunes 7 de noviembre de 2022 16:00

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Según datos de Folha, la deforestación en la Amazonía volvió a subir a lo largo del mes de octubre. Los registros del sistema Deter, programa del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (Inpe), muestran que la deforestación alcanzó los 813,2 km², la tercera marca más alta desde 2015.

Ante los bloqueos golpistas bolsonaristas promovidos por los patrones del agronegocio, esta base reaccionaria de yagunzos, grandes agricultores, madereros, mineros y todo el sector destructor del ambiente lo aprovecha para avanzar en la frontera agrícola.

Los datos se dieron a conocer en vísperas de la COP27, la conferencia de las Naciones Unidas (ONU) sobre el cambio climático, que se realizará en noviembre en Egipto. Una vez más, la deforestación será un tema delicado para el gobierno de Bolsonaro.

Es el mismo agronegocio que asesina a los pueblos indígenas y quilombolas, promueve la catástrofe climática y destruye nuestros ecosistemas en nombre del lucro. Nombres como Ricardo Salles y Tereza Cristina son exponentes bolsonaristas que impulsaron esta destrucción y ahora forman parte de la bancada del Congreso, mostrando cómo esta extrema derecha que odia el medio ambiente sigue viva y necesita ser derrotada en las calles.

Con el avance de las negociaciones para el gobierno de transición, la coalición de Lula se integra cada vez más al centro y cada vez más a la derecha. La misma incorporación de Simone Tebet (MDB) a la campaña de la boleta Lula-Alckmin en la segunda vuelta, gran demagoga ruralista, es prueba de ello. En la misma línea, el senador Carlos Fávaro (PSD-MT), favorito del Ministerio de Agricultura, afirmó que "la agroindustria va a vivir el mejor momento de toda su historia" con Lula, así como el guiño de la FAESP (Federación de Agricultura y Ganadería de São Paulo) que con Alckmin como vicepresidente, excelente exponente del capital financiero, las negociaciones serán más fáciles. Es simplemente imposible conciliar esta sed ecocida depredadora con los intereses de la base de trabajadores organizados en el MST, por ejemplo. Pero nada de esto es sorprendente, Basta con ver cómo en los gobiernos del PT la frontera agrícola avanzó a niveles muy altos a través de la conciliación con el centro derecha y la convivencia pacífica con la bancada agrícola.