En casi dos semanas de movilización la COB, dirigida por el partido de Evo Morales, aceptó el acuerdo con los golpistas y el Tribunal Supremo de Justicia de establecer una cuarta fecha para las elecciones generales, esta vez hasta el 18 de octubre.
Sábado 15 de agosto de 2020
Tras multitudinarias jornadas de movilizaciones y más de 200 puntos de bloqueo que persistían desde el 3 de agosto a lo largo de Bolivia, la Central Obrera Boliviana (COB) dirigida por el masismo habría llegado a un acuerdo con los golpistas.
El gobierno de facto proempresarial de Jeanine Áñez tambaleada por la organización de los trabajadores, campesinos, estudiantes y pueblos originarios, intentó infructuosamente salvatajes para no ser derrocada, una intensión latente en las manifestaciones populares del país altiplánico.
Finalmente, luego de una semana completa de llamados a la desmovilización por parte de Evo Morales, el Movimiento Al Socialismo (MAS) que cuenta con un cuórum de 2/3 en la Asamblea Legislativa Plurinacional, cedió en un vergonzoso acuerdo con la derecha clerical, xenófoba, racista y neoliberal en postergar la fecha de las elecciones generales para el 18 de octubre, pacto que se materializó en la Ley N° 1315.
El proceso que desarrolló este acuerdo entre el MAS y el Tribunal Supremo Electoral tuvo como garantes a la Iglesia Católica y a las Naciones Unidas. El que la dirección del partido de Evo Morales haya retrocedido en las exigencias del pueblo boliviano inicialmente significó un repudio de la burocracia sindical masista de la COB que buscaba que las elecciones se efectuaran el 11 de octubre, sin embargo con el paso de las horas estos mismos burócratas se contradecían, demostrando ser un brazo más del Estado burgués.
En una conferencia de prensa llevada a cabo este viernes, el líder de la COB, Carlos Huarachi llamó a “darle un cuarto intermedio (pausa) al conflicto a nivel nacional hasta el 18 de octubre”, causando un malestar en las bases que no fueron consultadas de esta decisión, a pesar de ser ellas quienes resistían atentados fascistas como los ocurridos en la madrugada de ayer en las sedes de la COB y la Federación de Mujeres Campesinas “Bartolina Sisa” con dinamita y bombas mólotov.
“Instruimos a los movilizados para verdaderamente pacificar (al país), porque somos pacificadores, para evitar enfrentamientos y fallecidos”, continuó el claudicante Huarachi.
De este modo, al menos en el papel, será la cuarta fecha para las elecciones generales de Bolivia, que iban a realizarse el 3 de mayo, luego el 2 de agosto, el 6 de septiembre y ahora serán el 18 de octubre, para felicidad de Jeanine Áñez y de Luis Arce, candidato presidencial masista.
Patricio Araneda
Economía.