La empresa brasileña pagó 98 millones de dólares en sobornos a funcionarios públicos y políticos corruptos entre 2006 y 2015, es decir, bajo Chávez y Maduro.
Viernes 23 de diciembre de 2016
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La información trascendió este miércoles 21, a través de Fohla de Sao Paulo, contentiva de un documento hecho público por el Departamento de Justicia norteamericano titulado "Información Odebrecht", firmado por Robert Capers, como procurador de Justicia, y Andre Weissmann, como jefe del Departamento de Fraude de la División Criminal del Departamento de Justicia, que se basa a su vez en delaciones de la propia empresa Odebrecht.
Allí se asegura que la constructora brasileña pagó 98 millones de dólares en sobornos a funcionarios públicos y políticos corruptos en Venezuela entre 2006 y 2015, correspondientes a los períodos presidenciales de Chávez y Maduro.
Según la información, la Odebrecht creó la empresa Smith & Nash Engineering Company,con sede en las Islas Vírgenes Británicas, para realizar este tipo de sobornos que involucran a más de 100 proyectos de la Odebrecht, y cuyos sobornos efectuados entre 2001 y 2016, ascienden al escandaloso monto total de US$ 998 millones en países como Angola, Argentina, Brasil, Colombia, República Dominicana, Ecuador, Guatemala, México, Mozambique, Panamá, Perú y Venezuela.
“S&N fue usada por Odebrecht para llevar adelante el esquema de propinas, esconder o disfrazar pagos impropios hechos en beneficio de servidores públicos extranjeros y partidos políticos extranjeros en varios países” de acuerdo a lo que informa el diario Folha de Sao Paulo.
Pero habría más que decir, después de Brasil donde los sobornos alcanzan un monto de US$ 559 millones, Venezuela ocupa el siguiente peldaño con sus US$ 98 millones, que se embolsillaron funcionarios y políticos corruptos del chavismo a lo largo de esta última década a cambio de contratos de obras públicas más beneficiosos para la empresa.
El documento no devela los nombres de los funcionarios y políticos implicados en las delaciones de la Odebrecht, pero más allá de las caras visibles de la corrupción una lección sí podemos extraer de la cantidad de países y los más variados "tipos de gobiernos" que los rigen, esta clase de operaciones aparentemente "al margen" de la ley son norma bajo el capitalismo, también en nuestro país.
Tanto en el apogeo del gobierno del fallecido Hugo Chávez como en el declive del chavismo bajo el gobierno de Maduro, los funcionarios públicos y políticos no han dejado de enriquecerse a la sombra del "secreto comercial", llevando a cabo estos escandalosos negocios turbios entre empresas extranjeras y la propia corruptela nacional.
No solo durante el mayor auge de los precios internacionales del crudo, cuando todos los indicadores macroeconómicos parecían favorecer al gobierno, sino también en el período de mayor crisis, cuando el deterioro arrasa con la infraestructura de las empresas básicas del Estado y azota con mayor fuerza a los asalariados y pueblo pobre venezolano, sobresalen a la luz pública escándalos de corrupción como este, permaneciendo tantos otros "protegidos" del ojo público.
Las delaciones de Odebrecht ofrecen una nueva ocasión para que los trabajadores y pueblo pobre -al repudiar la corrupción- luchemos también por la publicación de toda la información contable tanto de la banca como de las empresas públicas y privadas, y por el control obrero y gestión obrera directa de las mismas, como una garantía de combatir con nuestras propias manos el flagelo de la corrupción.