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Red Internacional
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Análisis. Marcelo Tupinambá: "Bolsonaro no tiene un cheque en blanco para aplicar su plan económico"

El Círculo Rojo entrevistó a Marcelo Tupinambá columnista de Esquerda Diário y miembro del MRT, para conocer su opinión desde Brasil sobre el triunfo de Bolsonaro.

Lunes 29 de octubre de 2018 16:12

Escucha a continuación el audio o lee la entrevista completa.

¿Qué expresa en líneas generales este resultado del balotaje?

Lo primero que hay que tener bien claro es que se trata de la elección más manipulada en la historia de la transición democrática en Brasil. Desde el golpe institucional contra Dilma Rousseff y después con la prisión de Lula, el objetivo que tenía la burguesía, los medios, todos los agentes golpistas, la justicia, con la tutela de los militares, era justamente pasar ataques muy duros que empezaron con el gobierno de Temer pero que ahora, con el gobierno de Bolsonaro, quieren hacer de una forma todavía más violenta.

Los resultados también expresan que el nuevo gobierno va a tener contradicciones. Efectivamente es un giro superestructural a la derecha muy importante en Brasil, se vio como ustedes comentaban, en el discurso de asunción. Un discurso muy religioso y prometiendo muchos ataques, pero la votación que obtuvo Bolsonaro no es de un sector que le da un cheque en blanco para su programa económico.

Ganó un conservadurismo social importante, en base a ese discurso religioso con cuestiones morales, con un enorme operativo de Fake News (noticias falsas) en todo el país, con una red de información paralela como hizo Trump. Ganó un voto antisistema porque se descolgó del gobierno de Temer que quedó como el más impopular, es un sector que vota contra el PT, pero va a tener muchas contradicciones para atender a todos los sectores. Los escándalos de corrupción que puede haber en su gobierno, pueden chocar con mucha expectativa que creó con una promesa de una nueva política, que sabemos que no lo es, porque negocia con todos los mismos políticos que apoyaron a Temer.

Esos ataques, sobre todo si viene con una reforma de la jubilación, van a generar seguramente mucha crisis. Incluso la votación deja por primera vez, desde la transición democrática en Brasil, a un presidente que es electo sin ganar en los sectores que ganan menos de dos sueldos mínimos. Entonces es una crisis justamente en el sector más popular.

Comentabas que no es un cheque en blanco esta votación para Bolsonaro. ¿Cómo se podría dar esa ruptura o qué pasos se podrían plantear para esta ruptura de sectores que justamente empiecen a desencantarse con Bolsonaro?

El primer elemento es que ya en el proceso electoral, en los últimos momentos, se expresó también la resistencia del otro lado. Una resistencia que fue puramente electoral por la estrategia del PT de concentrar todo en ese ámbito y no llamar a comités de base para organizar a sectores para luchar contra los ataques, pero electoralmente se movilizó mucho, sobre todo en las capitales del país. Hubo una movilización muy fuerte de decenas de miles no solamente de juventud en las universidades, de sectores de trabajadores, empleados públicos, que expresa una potencialidad de resistencia que tiene más que ver con la correlación de fuerzas real en el país. Porque si las elecciones en general expresan una distorsión, esta en particular expresa una distorsión aún mayor de lo que es la correlación de fuerzas real.

Pero ese elemento del programa económico es lo que más ocultó, Bolsonaro, concientemente durante todo el proceso electoral. Los sectores de clase media más reaccionarios que lo votan, que tiene ahí un sector duro de un 13% o 15%, es el voto espontáneo que siempre estuvo, que es un sector que defiende la vuelta de la dictadura, pero de ahí hasta los 55% que tiene ahora es mucho más fluido. Sobre todo porque ya hay varios datos de encuestas que muestran que la gente no está de acuerdo con la dictadura, que no está de acuerdo con la tortura, que no está de acuerdo con lo que Bolsonaro propagandiza de elementos más facistizantes, y también que sectores de la población están contra las privatizaciones, que es un elemento central de los ataques que quiere pasar Bolsonaro con su programa proimperialista.

La perspectiva que vemos es que cuando intenten aplicar la reforma jubilatoria y otros ataques, en esa base popular –no solamente nosotros lo decimos, también lo dicen analistas de varios medios- puede haber una escisión que él intenta mantener mucho con ese discurso religioso dirigido a los sectores populares, sobre todo de las iglesias evangélicas, pero tiende a haber mucha crisis en ese bloque.

¿Entonces todo se va a definir mucho más en la calle que en la perspectiva parlamentaria?

Exactamente. Incluso ya se convocaron manifestaciones para el próximo martes, nosotros vamos a estar en la primera línea para seguir batallando por organizar desde las bases un frente único obrero, popular y de la juventud para resistir a todos los ataques. Desde la Esquerda Diário y el MRT, estamos batallando para poner en pie una fuerte resistencia, que es justo en el terreno donde va a estar planteada la posibilidad de torcerle el brazo a Bolsonaro.

Evidentemente es un país que está muy en crisis y no comparto la lectura que tiene el PT y otros sectores que todo se definió ahora el 28. Nosotros durante toda la campaña electoral llamamos a un voto crítico al PT, pero siempre planteando que no lo apoyamos políticamente justamente porque canalizaba toda la resistencia hacia la estrategia electoral cuando lo que va a estar planteado es la organización para luchar contra los ataques que vienen y están por delante batallas decisivas, seguramente.