La Corriente Comunista Revolucionaria (CCR) y la vieja mayoría del Nuevo Partido Anticapitalista (NPA) expresan dos políticas frente a la lucha de clases y a los procesos políticos, en particular, las próximas elecciones presidenciales.
Jueves 3 de junio de 2021 17:07
En la imagen: Anasse Kazib, destacado como precandidato de la izquierda trotskista en la revista Marianne y Olivier Besancenot, referente del NPA que participará de un acto por las listas comunes con La France Insumise en las elecciones regionales
La división que se viene produciendo en el NPA de Francia, el partido más importante de la izquierda trotskista, donde la dirección histórica está excluyendo a la principal tendencia de oposición de izquierda del partido, la CCR, se expresa como dos políticas frente a la lucha de clases y a los procesos políticos, en particular, las próximas elecciones presidenciales. Los medios de prensa del establishment político resaltan, como es lógico, este último aspecto.
La revista política semanal Marianne, muy conocida en Francia, publicó en su portada on line el 3 de junio, una nota dedicada a los “pequeños candidatos”, como se llama en ese país a los candidatos que no tienen chaces de llegar al balotaje. En ella destaca a Anasse Kazib, desde el título, y comenta:
"Es sin duda el más mediático de los pequeños candidatos declarados. Anasse Kazib es un trabajador ferroviario, activista marxista y sindicalista de SUD Rail, fue una figura del movimiento de 2018 que se opuso a la apertura a la competencia y al fin del estatus de trabajador ferroviario. Fue durante este movimiento cuando las cadenas de televisión se fijaron en él y accedió a intervenciones regulares en C8, CNews, France 5 o LCI. Con 40.000 seguidores en Twitter, es miembro del Nuevo Partido Anticapitalista (NPA).
El 4 de abril de 2021, anunció su "precandidatura" para las elecciones presidenciales de 2022 durante un consejo político del NPA. Esta candidatura acentúa un poco más la crisis que atraviesa la organización revolucionaria, nacida en 2009 y dirigida por Olivier Besancenot. Este último, apoyado por la mayoría de los militantes, se enfrenta a fuertes tensiones internas tras haber sufrido una serie de fracasos electorales. Una carta dirigida a los militantes del partido, publicada en el sitio Révolution Permanente el 31 de mayo por la franja más izquierdista del NPA, reprocha a los tenores del partido tener "miedo" de la candidatura de Anasse Kazib: "El grupo quizás también teme que la idea de una candidatura de Anasse, como figura emergente de la última oleada de la lucha de clases, se abra paso en la cabeza de ciertos militantes, a pesar de toda la campaña pública que están llevando a cabo, en nombre del NPA en su conjunto, contra un compañero obrero y de origen inmigrante. "
Anasse Kazib también es conocido por los telespectadores por haber aparecido varias veces en el programa de Cyril Hanouna "¡Touché pas à mon poste! ". Allí llamó la atención por sus agudos altercados con representantes de la extrema derecha como Jean Messiha, o por haber recriminado a la periodista Sonia Mabrouk por hacerle el juego al Rassemblement National."
Como se ve, ni siquiera este medio puede ocultar que la candidatura de Anasse Kazib cobra relevancia por lo que expresa respecto a los procesos de lucha de la clase obrera francesa de los últimos años sino también el hecho de ser hijo de inmigrantes marroquíes, lo que choca con las brutales campañas islamófobas y antiinmigrantes impulsadas por el conjunto del régimen.
Por su parte, la dirección histórica del NPA avanza en su política de acuerdos con el partido de Jean-Luc Mélenchon, Francia Insumisa (LFI), principal candidato de la “izquierda institucional” (centroizquierda). Ya hemos explicado que esta política se expresa en las listas para las elecciones regionales en Nueva Aquitania y Occitania que se realizarán el 20 y 27 de junio próximos. En el caso de la primera, la lista está encabezada por una referente de la LFI. Ahora no es sólo el ex candidato presidencial en 2012 y 2017 Phillipe Poutou, que oficia de portavoz de esa lista en la región que incluye la ciudad de Burdeos, donde él es concejal, sino que se ha sumado Olivier Besancenot, ex candidato presidencial de la LCR que supo obtener el 4% de los votos en 2007 y luego se convirtió en el referente central del NPA en el momento de su fundación y en los años posteriores, hasta que optó por dejar de ser candidato y tuvo que ser reemplazado por un desconocido -hasta ese momento- P. Poutou.
Dos días antes de la nota mencionada arriba, el sitio SudOuest.fr (SudOeste) anuncia la participación de Besancenot en un acto en la ciudad de Saintes, como orador central junto a la referente de la LFI, Clémence Guetté y otros, entre ellos Poutou: “Regionales: Besancenot en Saintes para la campaña LFI-NPA”
Esta información quizá parezca “normal” para un lector desprevenido, pero es importante porque, aunque parezca un chiste, una de las tendencias “opositoras” del NPA que viene convalidando la exclusión de la CCR por parte de la dirección tradicional, L’Etincelle (La Chispa, ex Fracción de Lutte Ouvriere), argumenta que Olivier Besancenot podría ser un candidato “de consenso” de todas las tendencias del NPA dado que no estaba comprometido con la política de acuerdos con la LFI. La propia dirección histórica del NPA (la corriente mandelista) y también la CCR, respondieron que era evidente que Besancenot apoyaba la política de Poutou y de toda la dirección histórica del NPA. Como si se tratara de una respuesta a L’Etincelle, Besancenot encabeza el acto de apoyo a la lista LFI-NPA, y el propio Poutou lo anuncia en su cuenta de Instagram
Como venimos señalando, están claras las tendencias que se vienen desarrollando en el NPA: una corriente que avanza en el camino de alianzas con la “izquierda institucional” y otra que confluye con lo mejor de la vanguardia obrera, de la juventud y de los movimientos antirracistas. La próxima Conferencia electoral del NPA se viene organizando en base a la exclusión de la CCR y de Anasse Kazib, y votará un candidato “propio” de la corriente que lleva adelante los acuerdos regionales. Como en Brasil, llevar o no candidato propio no significa más que una cobertura de una política electoralista y de colaboración de clases, que no se puede aplicar sin métodos burocráticos, acallando a la oposición de izquierda.
Pero la novedad en Francia es que esa oposición de izquierda ha logrado trascender los pequeños círculos de militantes y conquistar las bases para una liga revolucionaria cuartainternacionalista.