Opinión de dos estudiantes de 1° 4° de la escuela de comercio N° 2 “Malvinas Argentinas” de Jujuy sobre la novela “Mi planta de naranja lima”, a 51 años de su primera edición.
Jueves 14 de noviembre de 2019 22:53
“Mi planta de naranja-lima” es una novela. Tiene dos partes con 14 capítulos y su autor es José Mauro de Vasconcelos. Está escrita con un lenguaje coloquial porque el narrador es un niño llamado Zezé, que narra desde adentro de la historia. Él es el personaje principal así que es un narrador protagonista.
Zezé es un niño mestizo que habita en un barrio de gran pobreza en Brasil y que un día, de pronto, descubre el dolor y se hace adulto tempranamente.
Las partes más importantes son cuando conoció al portugués, en ese entonces, su enemigo. Un día cuando Zezé hizo una travesura por la que el padre le da una golpiza que lo deja muy moreteado, el portugués le compra un dulce y se hacen los mejores amigos. Tiempo después, en el colegio, Zezé se entera que el Mangaratiba lo atropelló.
La parte que más nos conmovió es cuando Zezé se hace amigo del portugués.
En el capítulo 3, “Los flacos dedos de la pobreza”, hay una conversación entre su hermano Totoca y Zezé donde Totoca le pregunta: “Todos son buenos en la familia. ¿Y por qué el Niño Jesús no es bueno con nosotros? Vete a la casa del doctor Faulhaber y mira el tamaño de la mesa llena de cosas. Lo mismo en la casa de los Villas-Boas. Y en la del doctor Adaucto Luz, ni hablar...”. Nosotros creemos que ese razonamiento de Totoca es justo.
En el capítulo 4 también la maestra habla con Zezé porque él saca una flor del jardín de Godofredo para regalarle a su maestra porque no tiene plata para comprarle una. En esa charla se ve como Zezé, que es pobre, comparte la galleta con otra niña pobre porque es amable y solidario; y que Godofredo, que es rico, no quiere compartir ni una flor con un niño pobre porque es un egoísta. A veces ser rico puede volver egoísta a la gente.
Recomendamos la novela porque nos gustó y no le cambiaríamos nada.