En toda Francia, miles de personas marcharon para la primera protesta del 1 de mayo desde el inicio de la epidemia. En Lyon, Nantes o París se vivió una violenta represión contra los manifestantes.
Sábado 1ro de mayo de 2021 20:33
Se trató de la primera gran manifestación sindical en el país desde el inicio de la pandemia, luego de que el año pasado no se realizarán por la delicada situación sanitaria que atravesaba el país.
Miles de personas salieron a las calles este sábado como parte del Día Internacional de los Trabajadores. Los manifestantes marcharon por las principales ciudades francesas en un contexto de persistente crisis de salud intensificada por ataques contra los derechos de los trabajadores, como la violenta reforma del seguro de desempleo.
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Las manifestaciones reunieron en diferentes ciudades del país a unas 150.000 personas, según los sindicatos, 106.000 según el Ministerio del Interior.
En Toulouse, Marsella, Lille o Burdeos, varios miles de manifestantes marcharon a pesar de la lluvia. Paralelamente a las procesiones sindicales, estuvieron representados los trabajadores culturales, portadores de un mensaje claro contra la reforma del seguro de desempleo.
🇫🇷 [Manifestation] Plusieurs centaines de personnes sont présentes à #Marseille pour le départ du rassemblement du #1erMai . pic.twitter.com/tXg1YNFJbw
— Jean-louis David (@timbaland57) May 1, 2021
En París, la manifestación se nutrió de trabajadores indocumentados, de la primera línea durante la epidemia, pero también los huelguistas del transporte de Paris Nord Infrapôle, los trabajadores de la energía y de otros sectores. Las trabajadores de la educación también estuvieron en la calle, unos días antes del inicio de la secundaria, sin que se garanticen los protocolos sanitarios.
[DIRECT] #1erMai : Pour la fête des travailleuses et travailleurs, des manifestations dans toute la France de Paris à Rennes en passant par Toulouse, Bordeaux... Nous ne paierons pas leur crise ! pic.twitter.com/rjnOAhWUth
— Révolution Permanente (@RevPermanente) May 1, 2021
El gobierno mantuvo su política de represión a las manifestaciones. En muchas ciudades, la violenta represión fue la protagonista. Este sábado, en continuidad con las últimas manifestaciones contra la ley de seguridad integral, el gobierno había optado por mantener una estrategia ofensiva contra los manifestantes, supervisando de cerca las procesiones y reprimiendo con dureza a la menor oportunidad.
🇨🇵Disturbios y enfrentamientos con la policía en París durante la manifestación por el Día del Trabajador. A ella se han unido los principales sindicatos y los chalecos amarillos, entre otros colectivos. pic.twitter.com/KhHnT4yAGB
— Descifrando la Guerra (@descifraguerra) May 1, 2021
En Lyon, la manifestación estuvo marcada por repetidos ataques de la policía.. Un video publicado en las redes sociales también muestra a un manifestante golpeado en el suelo por la policía.
La banderole a été arrachée. #Lyon #1erMai #Fetedutravail #FeteDesTravailleurs pic.twitter.com/z3dr3Wgi81
— Bill Denbrough (@Bismuthback) May 1, 2021
En Nantes, más de 6.000 personas se manifestaron, la policía los atacó con gases y se utilizaron cañones de agua contra la marcha.
1er mai à Nantes, surréaliste pic.twitter.com/G7vWSpLbwh
— Kevin Blondin (@Kevinantitroll1) May 1, 2021
Finalmente, en París la estrategia policial fue especialmente agresiva. Rápidamente, la cabeza de la procesión fue cortada en dos por las líneas de la policía, cargando repetidamente contra los manifestantes, gaseando y golpeando.
PARIS - Les lacrymogènes arrivent sur le cortège syndical. Mouvement de foule.
« On est encore visés ! » crient un syndicaliste de la CGT. @CLPRESSFR pic.twitter.com/MwdN15TaJe
— Clément Lanot (@ClementLanot) May 1, 2021
Este 1 de Mayo ha permitido que miles de manifestantes salieran a las calles, pero todavía le faltan perspectivas ante un gobierno decidido a derrotar las luchas mediante la represión. Mientras Macron continúa su gestión catastrófica de la crisis de salud, la pasividad del liderazgo sindical es la base de la desmoralización y las estrategias de las minorías, incapaces de construir un equilibrio de poder.
El enojo es profundo en el país, es posible construir un gran movimiento para negarse a pagar la crisis, que se retiren las reformas antisociales y de seguridad de Macron y revertir la atmósfera reaccionaria que mantienen los partidos gobernantes en vistas de las elecciones del 2022. Pero eso implica una estrategia real, que debe nutrirse de las experiencias más progresistas de la lucha de clases y romper con el diálogo social y la conciliación que impera hoy en el movimiento obrero.
