Miles de docentes y estudiantes llenaron las calles del país en medio de la disparada del dólar. Mostraron que hoy pueden estar las fuerzas para proponerse derrotar el ajuste del Gobierno mientras las centrales sindicales convocan a un paro para dentro de un mes.
Javier Nuet @javier_nuet
Viernes 31 de agosto de 2018
El jueves amaneció con un corte en el Obelisco encabezado por estudiantes de la UBA, UNGS y UNSAM, levantando carteles hechos en las tomas de facultades el día anterior, y una consigna que ocupó el ancho de la avenida Corrientes: No al pago de la deuda, plata para educación.
El Centro de Estudiantes de Filosofía y Letras encabezó la acción que fue acompañada por las asambleas de estudiantes de psicología y sociales de la UBA, y las facultades de la Universidad Nacional General Sarmiento en Zona Norte. De esta forma se pudo instalar desde primera hora algo que los principales medios de comunicación venían tapando: el ascenso de un conflicto educativo que atraviesa a todo el país, desde el Noroeste hasta la Patagonia en las principales universidades, con asambleas y movilizaciones masivas, tanto de docentes como de estudiantes.
Mientras tanto, en la Ciudad de Mendoza cantaban "Universidad de los trabajadores y al que no le gusta se jode", en una marcha de 20000 estudiantes universitarios que llegaban encolumnados a la esquina de San Martín y Garibaldi.
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Otras 15000 personas se movilizaron por segunda vez en dos semanas en Córdoba, a pesar de la negativa a movilizar de los gremios conducidos por el kirchnerismo y las burocracias estudiantiles de la Bisagra y la Franja Morada.
A su vez, hubo 10000 en la capital de Jujuy, la provincia que ha sido punta de lanza de las políticas represivas de Cambiemos.
Mientras se desarrollaban movilizaciones en todo el país, la crisis económica pegó un salto brutal al descontrolarse la devaluación del peso. El Gobierno Nacional no dio signos de tener planes para controlar la situación, que es sentida por las masas trabajadoras como lo que es: un nuevo ataque a los salarios y sus condiciones de vida. Las calles y lugares de trabajo se llenaron de incertidumbre, preocupación y bronca.
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A pesar de la lluvia y el frío, desde Congreso hasta Plaza de Mayo se coparon las calles con docentes, estudiantes, y se mostró que también hay decenas de miles en
Córdoba, Mendoza, Neuquén, Jujuy, Salta en lucha. El conflicto, que inicialmente arrancó por la paritaria docente universitaria, sin resolución aún, ya va por su cuarta semana. Este viernes está convocada una nueva reunión, luego de que el Ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro, pasara de la oferta 10,8% al 15% en cuotas, la cual fue rechazada por todos los gremios.
Córdoba
Jujuy
Neuquén
Mendoza
La imagen que cerró el día fue la de Avenida de Mayo colmada de columnas estudiantiles, docentes y sindicales por cuadras. Sin embargo no pudieron entrar a la Plaza de Mayo por la disposición del escenario justo frente al Cabildo.
La mayoría de los convocados no llegaron a escuchar los discursos, mientras se escuchaban varios cantos de “MMLYQTP” y “Fuera Macri”. La marcha expresaba bronca por el ajuste al conjunto de los trabajadores y jóvenes, excediendo el reclamo meramente educativo, aunque esto se mantuvo como el eje desde el escenario.
El acto fue encabezado por las conducciones gremiales docentes Fedun, Conadu, Conadu H y Ctera. El secretario general de Fedun reivindicó “romper el techo del 15%” mientras se descontrola la devaluación, dejando abierta la puerta para aceptar una propuesta por debajo de lo que se puede calcular de inflación al día de hoy, incluso en una situación que probablemente siga empeorando. Después reivindicó el llamado de la CGT a un paro nacional para el 25 de septiembre, o sea dentro de un mes. ¿Quieren esperar a que el país quede en ruinas? Este ataque hay que frenarlo ahora.
Carlos de Feo, de Conadu, planteó que el objetivo de la lucha es que “vuelva un gobierno popular” a la Casa Rosada el año que viene. Pero ese gobierno, ¿vendrá de la mano del peronismo, que hoy negocia votarle a Cambiemos el presupuesto 2019 dictado por el FMI? Depositar la confianza en las urnas hoy tiene como consecuencia garantizarle la gobernabilidad al Gobierno.
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Mientras la columna del PTS agitaba al lado del palco “con esto no alcanza, hace falta un plan de lucha” y “paro nacional”.
La Franja Morada, agrupación del radicalismo parte de Cambiemos, como conducción de la Federación Universitaria Argentina tomó la palabra, lo cual no fue denunciado por ningún otro orador. Ni siquiera por Federico Casas, representante de la UJS-PO que, así como reivindicó la unidad con el movimiento obrero, no marco la necesidad de paro nacional y un plan de lucha, como tampoco hicieron el resto de los oradores.
De conjunto la bronca que se expresó en las medidas de lucha en facultades, en el corte del Obelisco por la mañana, además fue en aumento con la disparada del dólar y se mostró con la movilización, fue contrastante con el contenido impuesto desde el palco.
¿Y ahora qué?
La lucha docente abrió a un cuestionamiento integral sobre las condiciones de las universidades, que no es solo en el presupuesto o en la sub-ejecución de fondos en distintas provincias sino también alrededor del empeoramiento de las condiciones de vida de los estudiantes, por los tarifazos y el desempleo que dificultan la permanencia.
El movimiento estudiantil se levantó realizando asambleas, tomas de facultades y movilizaciones junto a los docentes. Incluso cuestionando la injerencia de la Iglesia Católica en la educación. Ahora se mostró una potencialidad que emerge en la escena: que el movimiento estudiantil se transforme en un actor político, con voz y fuerza para poner en cuestión el ajuste económico.
Estos planes no pueden llevarse adelante sin la complicidad del PJ y las direcciones sindicales que, junto al kirchnerismo, dejan pasar el ataque brutal que implica la megadevaluación. Es necesario convocar un paro nacional urgente.
Para esto en primer lugar es necesario proponer un plan de lucha de la comunidad universitaria que convoque al conjunto de la clase trabajadora y sectores populares para derrotar el ajuste de Macri y el FMI, que profundizan los ataques al trabajo, la educación, la vivienda, la salud pública, y empeorando las condiciones de vida.
En las universidades y colegios de todo el país está planteado impulsar asambleas interfacultades la semana que viene, junto con todas las instancias democráticas que amplíen la participación, como las comisiones de base que ya empezaron a surgir en algunas facultades. Al mismo tiempo, mantener la unidad entre docentes, estudiantes y no docentes, mostrando acciones cada vez más contundentes, que estén a la altura de poder terminar con el saqueo que llevan adelante Cambiemos y el FMI.