Se cumplen 8 años de gestión obrera, y se lanzó esta nueva campaña en defensa de MadyGraf y la gestión obrera, con este recital espectacular para toda la juventud, para miles de pibes y pibas, miles de personas que fuimos parte, que nos hicimos parte de esa pelea. MadyGraf surge de una lucha importante. Era una empresa multinacional que tenía un fuerte componente de fondos buitres y hace ocho años Black Rock, uno de los fondos buitres más conocidos en nuestro país, que vació centenares de empresas incluso a nivel internacional. Se dedican a eso, compran empresas las vacían y después las tiran y van dejando miles de familias en la calle. La primera pelea fue la ocupación y puesta en marcha. Y tomando el camino de Zanon, lo que siguió fue a reclamar la expropiación de esa fábrica. Pero ¿Qué significa esto de la expropiación? Que esa fábrica, que era administrada por fondos buitres que la vaciaron, que se fugaron del país y dejaron a todas esas familias en la calle, se declare de utilidad pública sujeta a expropiación. Es decir que se le quite la propiedad y se le entregue a los trabajadores. También planteamos que luego de la expropiación, esa fábrica tiene que ser estatizada. ¿Qué significa esto? Que el Estado se haga cargo. Que se expropie, y luego se estatice bajo administración obrera y que se ponga al servicio de la comunidad. En el caso de Zanon hablábamos de un plan de obras públicas que genere viviendas, hospitales, escuelas, etcétera. Y en MadyGraf, los compañeros y las compañeras discutieron que se produzcan los manuales, los libros, cuadernos, es decir que se ponga al servicio de lo que necesitan nuestras infancias en las escuelas. Esa fue la pelea, y es la pelea vigente. Con mucha lucha, consiguieron una expropiación por tres años en la Legislatura de la provincia de Buenos Aires, en la provincia de Axel Kicillof, y esa expropiación ya venció, y vienen reclamando una prórroga. Porque ¿Qué pasa si tenes la expropiación vencida? El concurso sigue en un estrado judicial. Entonces hay un juez que decide qué es lo que se puede producir y lo que no. Tenes una espada de Damocles en la cabeza, que justamente no te permite desarrollar toda tu actividad. La fábrica está en permanentemente peligro, por eso en el reclamo de la expropiación definitiva y este lanzamiento de la campaña, nos parece un hecho muy importante a tomar por el conjunto de los trabajadores y las trabajadoras. MadyGraf, no es una fábrica cualquiera, es una fábrica enclavada en la Zona Norte del Gran Buenos Aires, y se ha convertido en un lugar de organización. Se instaló un club obrero que tiene un montón de vida todos los fines de semana, donde los laburantes van a jugar a la pelota, van con la familia, con los pibes, las pibas, tienen parrilla, se ha transformado en un lugar de encuentro y organización para miles de trabajadores y trabajadoras. No es solamente la gestión obrera mirada hacia adentro, sino el rol social que está cumpliendo MadyGraf hoy para el conjunto de los trabajadores y las trabajadores, y como perspectiva para la juventud. Es al igual que Zanon, una pequeña escuela de planificación económica, donde los laburantes no solo van y laburan, sino que planifican, discuten qué hacer con cada peso que se recauda y desde este punto de vista ha mantenido una política solidaria con los barrios aledaños. Es un bastión de lucha muy importante y no cae del cielo, que los trabajadores de Mady hayan tomado la bandera y la tradición de fábricas y empresas recuperadas acá en nuestro país. Un par de puntos que son muy importantes para el conjunto de la clase obrera: 1) la no resignación frente a despidos y suspensiones masivas, 2) la idea del control obrero, la planificación económica en asamblea. Ellos tienen un Consejo de Administración, que son compañeros y compañeras votados en cada uno de los sectores, que discuten en forma permanente cotidianamente cómo hacer la producción y después se lleva a la asamblea y todo se decide ahí. Es un hecho y una escuela muy importante para un sector muy importante clase obrera que sirve como ejemplo. Para nosotros, que somos militantes socialistas, es una prefiguración de lo que sería un Estado obrero, un gobierno de trabajadores. Al decir de Celia de Brukman, esa frase quedó grabada en la memoria de muchos, “si los trabajadores demostramos que podemos administrar una fábrica podemos administrar un país”.
