Este jueves los estibadores del puerto de Marsella-Fos en Francia, impidieron que se carguen armas y municiones francesas en un barco saudí destinados a sostener la guerra de Arabia Saudí contra Yemen.
Santiago Montag @salvadorsoler10
Jueves 30 de mayo de 2019 18:07
Disclose, una web de investigaciones, reveló este martes sobre la inminente entrega de armas francesas a Arabia Saudita con el objetivo de continuar la guerra en Yemen. Se trata del carguero Bahri Tabuk, que zarpó del puerto de Saint John, Canadá, y haría escala en Francia como indica Amnistía Internacional. El armamento sería completado en el puerto de Marsella-Fos, donde los estibadores dijeron que "no cargaremos armas ni municiones para ninguna guerra, está fuera de discusión". Una posición que inspira a luchar contra las políticas imperialistas conducidas desde las sombras por el estado francés, y una muestra de solidaridad internacionalista.
Arabia Saudita y Emiratos Árabes, se abastecen de armamento e inteligencia a través de EE. UU., España y Francia centralmente. Un informe publicado por Disclose en abril muestra mapas de la Inteligencia francesa que detallan el posicionamiento de armas de fabricación de ese país dentro de Yemen y dentro de la frontera saudita, que muestran que unos 430.000 yemeníes viven dentro del rango de alcance de sus cañones.
Desde el gobierno francés plantean cínicamente que esas armas no serían para posiciones ofensivas. La ministra de las Fuerzas Armadas, Florence Parly, declaró que no hay "pruebas" de que las armas francesas maten a civiles en Yemen.
Los trabajadores no parecen pensar lo mismo. Así lo demostraron los estibadores del Marsella-Fos en Francia, cuando este jueves detuvieron la carga de armas y municiones de esa nacionalidad, que ya se dirigía hacia Arabia Saudita con vehículos blindados canadienses, para ser empleadas en la guerra contra Yemen.
Francia un aliado clave de los saudíes
En diciembre de 2018 firmaron un contrato comercial para la exportación de armas fabricadas por la compañía francesa Nexter. Entre estas armas se encuentra el Cañón César, sospechoso de disparar en áreas habitadas por cientos de miles de civiles en Yemen. "No menos de 129 armas césar deben enviarse al reino de Arabia Saudita para 2023", según Disclose. Por otro lado, un análisis reciente del Observatorio Económico de Defensa, las exportaciones de armas francesas crecieron en 2018 por la venta de vehículos blindados a Arabia Saudí. Se trata, específicamente, de vehículos blindados de combate VAB MAK3, construidos por Arquus, y dotados de torretas ARX25 de calibre medio, fabricadas por Nexter. Además de tanques Leclerq de fabricación francesa transferidos a Emiratos Árabes Unidos, en la batalla de Hudaida.
La guerra en Yemen comenzó en 2015 a partir de la invasión y bombardeos sistemáticos del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) para frenar el avance de la influencia iraní en Medio Oriente. Para ello cuentan con el apoyo militar y de inteligencia de tropas de EE. UU., España y Francia, desplegadas por la Península arábiga y el Cuerno de África. Yemen se encontraba en una guerra civil desatada por la Primavera Árabe que derrocó al dictador Ali Saleh, y que junto a los houtíes recuperaron el terreno perdido frente a los partidos islamistas liderados por Mansur al-Hadi que gobernaron por un período breve, respaldados por Arabia Saudita y los países de golfo.
Solidaridad obrera internacional
La actitud de los portuarios del puerto de Marsella Fos se suma a los del puerto de La Hevre del 8 de mayo, y de los italianos en Génova que se han negado a realizar sus respectivas cargas.
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Los sindicatos de trabajadores portuarios junto a varias asociaciones y organizaciones políticas se encuentran en estado de alerta, vigilantes en relación con las cargas hacia Arabia Saudita para evitar el envío de armas.
El 8 de mayo, 100 personas bloquearon el puerto de Le Havre, lo que impidió que un barco de carga saudí atracara, como resultado evitaron la entrega de armas a Arabia Saudita. Al día siguiente, Macron asumió impunemente la política imperialista en nombre de la lucha "sacrosanta" contra el terrorismo.
Ante las revelaciones del nuevo envío de armas del lunes 27 de mayo, que se concretarían al día siguiente en Marsella, varios representantes políticos y asociaciones, entre ellos Amnistía Internacional, llamaron a bloquear la salida del "barco de la vergüenza". Además, el sindicato de estibadores de la CGT en el Golfo de Fos luego emitió una declaración en la que se compromete a no cargar ninguna arma. Los estibadores afirmaron que: "Fieles a nuestra historia y nuestros valores de la paz, el sindicato lucha contra todas las guerras en el mundo, estamos luchando contra el imperialismo, contra la desestabilización de algunos países contra el saqueo”.
Finalmente, las municiones destinadas a Arabia Saudita no se cargaron en el puerto de Marseille-Fos este martes, 28 de mayo. Según reveló en una última declaración publicada en Facebook , las municiones se redirigieron a un destino desconocido, "solo se enviará material civil mañana por la mañana" .
El imperialismo francés es responsable directo de que Yemen se encuentre en una de las crisis humanitarias más graves del mundo. En cifras, 28 millones de yemeníes siguen viviendo bajo bombardeos, más de 8.300 civiles perdieron la vida sólo en ataques aéreos de la coalición liderada por los sauditas, incluidos 1.283 niños, según un censo de proyectos de datos de Yemen. La solidaridad obrera internacional de los portuarios franceses e italianos es una muestra de la potencialidad que tiene la clase obrera para frenar las políticas del imperialismo y sus masacres sistemáticas.
Santiago Montag
Escribe en la sección Internacional de La Izquierda Diario.