Este último lunes, 48.000 profesores de todo el sistema de la Universidad de California iniciaron la huelga de educación superior más grande de la historia. Su lucha podría inspirar a los trabajadores de la educación superior en todo el país.
Martes 15 de noviembre de 2022 21:20
Este lunes 14 por la mañana, 48.000 trabajadores de la educación, estudiantes de posgrado, posdoctorados, investigadores académicos y asistentes de enseñanza representados por la UAW (United Auto Workers en inglés) en todo el sistema de la Universidad de California se declararon en huelga. Esto se produce después de más de un año de negociaciones fallidas durante las cuales la UAW presentó casi 30 denuncias de prácticas laborales injustas contra la Universidad.
Es la primera vez que los posdoctorados se declaran en huelga en la historia de los Estados Unidos, a la vez es la huelga más grande de California en 10 años. Los trabajadores están en una posición sólida con una gran participación en todos los campus. La huelga se ha fortalecido aún más con un llamado de huelga solidaria para los Teamsters (camioneros) organizada en los campus de la Universidad de California (UC) y el permiso para que los trabajadores de la construcción no crucen las líneas de piquete en el campus.
En el campus de UC de San Diego, cientos de trabajadores se unieron a los piquetes donde la energía era contundente y desafiante. La administración de la UC había intentado negociar hasta última hora para evitar la huelga, pero sus ofertas no coincidían con las demandas de los trabajadores. Los profesores universitarios luchan por un contrato justo, con amplias demandas centradas en aumentos salariales que dan cuenta de la inflación.
En todo el estado, el 90% de los trabajadores graduados y más del 60% de los posdoctorados están agobiados por el precio de los alquileres. El año pasado, la Universidad de California en San Diego (UCSD por sus siglas en inglés) aumentó los alquileres de viviendas para estudiantes hasta en un 85%, lo que significa que algunos estudiantes destinaron hasta el 75% de sus ingresos para pagar una vivienda. Además, en un estado con muy poco transporte público, y a medida que abordar el cambio climático se vuelve más urgente, el acceso a un transporte confiable y una mayor inversión en infraestructura para bicicletas es una demanda central del sindicato. También exige nombramientos más largos para trabajadores con postdoctorados e investigadores académicos, que a menudo se mantienen en empleos precarios y no pueden hacer frente a las prácticas laborales abusivas debido a estos contratos cortos.
Estas terribles condiciones de los trabajadores de la educación y la falta de voluntad de la Universidad de California para pagarles, son el resultado de las políticas de austeridad neoliberales que recortaron los fondos para la educación y obligaron a las universidades a depender de la matrícula y la inversión privada. De hecho, la financiación pública de las universidades se encuentra en su mínimo histórico. Por lo tanto, es importante esta lucha por mejores condiciones materiales, pero sin un cambio estructural, los trabajadores eventualmente se verán presionados nuevamente. A medida que el espíritu de lucha de los trabajadores crece en todo el país, las demandas deben extenderse más allá de las exigencias económicas hacia un cambio político.
Los trabajadores de la UC no están solos en su lucha por mejores condiciones de trabajo. Con las autorizaciones de huelga en la Universidad de Temple, The New School y las negociaciones en curso en la Universidad de Michigan, los ojos están puestos en la huelga de la UC. Lo que suceda aquí sentará un precedente para las luchas de los trabajadores universitarios en todo el país.
