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Red Internacional
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Corrientes. Recolectores de residuos denuncian salarios debajo de la línea indigencia

Trabajadores municipales de la recolección reclaman una recomposición salarial que supere la escalada inflacionaria y mejoras en las condiciones de trabajo. También exigen el cese de la persecución sindical.

Miércoles 14 de diciembre de 2022 23:40

Los trabajadores municipales en la Ciudad de Corrientes que prestan servicio de recolección de residuos, denuncian desde inicios de este año, que sus salarios están por debajo de la línea de indigencia. Muchos de ellos manifiestan que, para poder llegar a fin de mes, deben tener dos trabajos.
De enero a octubre del 2022 el aumento salarial acordado entre el intendente Eduardo Tassano (ECO - Juntos por el Cambio), y la AOEM (Asociación de Obreros y Empleados Municipales) fue apenas del 53%. frente a una inflación que en el mismo periodo llegó al 78,9%, según datos del INDEC para la región NEA.
Para el organismo oficial de estadísticas y censos un hogar de cuatro integrantes necesitó $139.738 para no ser pobre y $62.106 para no ser indigente en octubre.

El malestar en el sector, no se debe solo a la cuestión salarial, sino también a la falta de francos, de vacaciones y de estabilidad laboral de los contratados bajo el programa “Mi Primer Contrato”; a los despidos y las sanciones injustificadas; a la falta de elementos de seguridad e higiene; los malos tratos por parte de supervisores, etc.
Entre los trabajadores persiste además la bronca por la muerte del joven recolector Manuel Pelozo, quien falleció a principios de 2020; luego de sufrir un "accidente" laboral en el cual ni el Municipio, ni la empresa Logística Urbana S. A. (LUSA) aplicaron correctamente el protocolo de ART; obligando al trabajador a prestar servicios a pesar de la herida cortante que había sufrido.

A todo ello, se añade la constante persecución y el hostigamiento a los delegados sindicales que no pactan con la patronal y a quienes participen de asambleas o reuniones que tengan como fin realizar reclamos laborales.
La persecución sindical es ya una característica de esta gestión municipal. Que aún no cumplen con el fallo de la Justicia Laboral, en el cual se ordena al intendente Tassano a reincorporar al recolector Víctor Vera, dirigente gremial de SITEMCO (Sindicato de Trabajadores del Estado Municipal de Corrientes). Quien fuera trasladado por exigir elementos de higiene y seguridad durante la pandemia.

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El Estado garantizando las ganancias de unos pocos.

El Servicio Público de Recolección de Residuos Urbanos en la Ciudad de Corrientes está tercerizado mediante un contrato millonario entre la Municipalidad y LUSA. La cual es propiedad de Carlos Romero (dueño también de la firma ERSA que monopoliza el transporte público).
A partir del 1 de noviembre del 2020 el municipio actualizó el precio por el servicio de recolección a la empresa LUSA, a más de 32 millones de pesos mensuales (Resolución N° 2910).
Días después se dictó la Resolución 2934/2020. Esta última trata de un convenio por el cual LUSA asume la deuda de más de 197 millones de pesos que la empresa de transporte de pasajeros ERSA URBANO (en proceso de quiebra judicial), registra con la comuna.
Nada nuevo, Estado y empresas haciendo negociados, maniobras.

En este caso el acuerdo entre LUSA y el Municipio deja entrever las enormes ganancias que obtiene la empresa recolectora, tales, que le permiten asumir deudas de otra compañía. Un claro rescate estatal a una de las firmas del magnate correntino Juan Carlos “El Mono” Romero. Mas conocido como el “Zar” del transporte público del Litoral.
Garantizar grandes ganancias para unos pocos, implica a su vez empeorar las condiciones de vida de mas de 260 familias de municipales.

Desde la dirección del sindicato de municipales (AOEM) por el momento reina un silencio cómplice, respecto a los reclamos de los trabajadores. Y por otro lado celebran cínicamente el pago de un irrisorio bono -mal llamado navideño- de $40.000. que se pagara en dos cuotas, durante enero y febrero del año que viene, y que está muy lejos de recomponer los salarios.
Los trabajadores por su parte, a pesar de las amenazas de sanciones, proyectan realizar nuevas asambleas donde votar medidas de fuerza para mejorar su situación.