Ante el colapso sanitario, la escasez de recursos y el personal al límite de su capacidad, el Consejo Deliberante propone que los médicos decidan qué paciente recibirá cuidados críticos en el contexto de la pandemia.
Viernes 11 de junio de 2021 12:27
En las ultimas horas se realizo una reunión de emergencia de la Comisión de Salud De Consejo deliberante en la que, concejales, referentes de la Región sanitaria IV y la secretaria de salud Mirna Bottazzi, concluyeron que frente al colapso sanitario y el avance de la pandemia, sean los médicos por criterio ético quienes decidan que pacientes recibirán atención cuando ya no queden recursos.
Esta terrible situación que pone en el centro la problemática de la Bioética, se da por la combinación de recursos escasos, una campaña de vacunación deficitaria y tardía y un personal sobre explotado. Tras un año de pandemia estamos empezando a transitar que lo que vimos suceder en países como Italia donde los médicos decidían quien vivía y quien no.
Esta situación no emerge de la nada. Desde el mes de mayo se dio a conocer que la capacidad de atención del Hospital San Felipe se encontraba al límite, llegando al colapso a mediados de ese mes. Sumado a eso, el crecimiento exponencial de contagios semana a semana y los operativos de testeos insuficientes no hacen mas que agravar la situación sanitaria de un sistema de salud que por decisión política no cuenta con los recursos necesarios para hacer frente a la segunda ola.
En una ciudad caracterizada por grandes concentraciones fabriles como Siderar que expone día a día a miles de trabajadores y a sus familias, un sistema de transporte publico atestado y un presupuesto de salud que no destina fondos para un plan de testeos serio y masivo, el colapso sanitario y la posibilidad de morir esperado una cama no son una tragedia, sino la consecuencia de que tanto el gobierno municipal como provincial no destinen el presupuesto necesario para afrontar la pandemia, aun después de un año y de prever que la segunda ola era inminente.
Por otra parte, los trabajadores no pueden quedarse sin ingresos para no exponerse al contagio. Por eso deben recibir un ingreso familiar de emergencia de $ 50.000 ya mismo.
Es necesario discutir en serio la implementación de un sistema único de salud que incluya a los hospitales públicos y clínicas privadas, bajo dirección de profesionales y trabajadores de la salud. Además se vuelve urgente que se vacune masivamente a todos los sectores expuestos y vulnerables, declarando de utilidad pública a los laboratorios en condiciones de producir las vacunas.