La baja de ingresos en los hogares y la interrupción de las trayectorias educativas son los agravantes que señala la última encuesta realizada por la OIT, Unicef y el Ministerio de Trabajo, la cual arroja que la mitad de los niños, niñas y adolescentes que trabajan comenzó a hacerlo durante la pandemia.
Martes 25 de mayo de 2021 14:39
Las infancias no sueñan con trabajar
En términos generales, excepcionalidad, transitoriedad y complementariedad fueron los prismas desde los cuales se concibió la explotación laboral infantil, justificando con esto su ingreso al mercado laboral a través de la historia. Sin embargo los datos dan cuenta que década tras década las cifras de los niños, niñas y adolescentes que trabajan van en aumento.
Como consecuencia de la crisis abierta por la pandemia que vino a profundizar las desigualdades sociales y económicas, un estudio de la OIT con Unicef y el Ministerio de Trabajo nacional señala que el 16 por ciento de los niños, niñas y adolescentes de entre 13 y 17 años en nuestro país realiza tareas orientadas al mercado.
De ese total, la mitad comenzó a hacerlo durante el período de aislamiento obligatorio instalado en 2020. “No solo uno de cada dos niños, niñas y adolescentes que trabajan comenzó a realizar tareas orientadas al mercado durante el ASPO, sino que, además, quienes ya trabajaban antes de la pandemia, en el contexto actual, realizan las mismas tareas con mayor intensidad”, manifiesta Bárbara Perrot, coordinadora del proyecto MAP16 de la OIT en Argentina.
En la misma encuesta se señala que uno de cada 10 adolescentes durante la pandemia busco trabajo, independientemente si ya era explotado laboralmente o no. Esto indicaría que de haber encontrado un puesto laboral, el número de adolescentes que trabajan sería incluso mayor al 16% relevado”, explicó la coordinadora del proyecto de la OIT.
Este relevamiento deja de manifiesto por un lado que la mitad de los niños, niñas y adolescentes que realizan algún tipo de trabajo para el mercado pertenecen a familias cuyos ingresos disminuyeron durante la cuarentena. Esto se desprende de que 7 de cada 10 niños y niñas pertenecen a hogares donde sus miembros perdieron el trabajo, vieron reducidas sus horas de trabajo o las changas que realizaban anteriormente fueron suspendidas.
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Negociar con el FMI a costa de explotar a las infancias y adolescencias
La pandemia no es la responsable de que se duplique en nuestro país las infancias desprovistas de sus derechos más elementales por tener que trabajar. La responsabilidad es de un gobierno que insiste en seguir negociando con el FMI y pagando una deuda que no contrajo el pueblo trabajador.
Más que nunca hay que apoyar medidas como las del Frente de Izquierda que exige la inmediata restitución de la IFE de $40.000 para las familias que se quedaron sin empleo, y un aumento de los diversos programas sociales que contemplan además a las infancias y a las mujeres que son los sectores de la población más afectadas por esta crisis.