A pocos días de haber sido electo como presidente del Centro Único de Estudiantes de Psicologia (CUEPs), David Ibire ya se sienta en la mesa principal de los candidatos de Cambiemos en la provincia.
Jueves 23 de mayo de 2019
Ni bien terminadas las elecciones en la Facultad comienza el último tramo de la carrera por la gobernación, y la Siempre Más no se queda atrás; ya sale a bancar el proyecto de ajuste de Silvia Elías de Perez, candidata a Gobernadora por Cambiemos.
En la facultad juran por su madre y por su tía ser agrupaciones estudiantiles independientes, pero apenas cruzan la puerta hacen cuanto pueden para que la conocida candidata, por ser la abanderada de los antiderechos, llegue a la casa de gobierno.
Pero, ¿por qué negar su identidad política?. Es que no quieren reconocer que son parte del gobierno nacional que viene aplicando un ajuste brutal contra las familias trabajadoras, que hace que cada día mas jóvenes tengan que abandonar sus estudios para buscar un trabajo, y que si tienen suerte de encontrar, será en las peores condiciones.
Es difícil sostener la pose de “defensores” de la educación pública siendo parte de la fuerza política que gobierna el país y vota año tras año un presupuesto para educación, que es devorado por la inflación y lleva a que cada vez seamos más seamos les estudiantes quienes mantengamos las universidades sea vía trabajos ad honorem en las cátedras (por la imposibilidad de pagar más sueldos como ya vemos en nuestra facultad) o profundizando los modelos privatistas vía “bonos contribución” (obligatorios) como pasa con la Tecnicatura en Acompañamiento Terapéutico.
Mientras en las facultades te dicen estar siempre con les estudiantes y te dan una beca de fotocopias que no alcanza ni para un cuadernillo, se preparan para dejar pasar el ajuste brutal que exige el FMI para poder pagar millones de dólares de una deuda ilegítima y fraudulenta.
Por eso desde del Frente de Izquierda y de los Trabajadores sostenemos que hay que poner por delante las necesidades de las inmensas mayorías trabajadoras, la salud y la educación, y no los negocios de los grandes bancos y organismos financieros internacionales. La única salida realista a la crisis, para que no nos roben el futuro, es organizarnos y dar la pelea por romper de una vez por todas con el Fondo Monetario Internacional (FMI).