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Red Internacional
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Negocio de las vacunas. Tras anuncio de AMLO de demandar a la ONU: COVAX oferta 10 millones de dosis

El Covax, coordinado por la ONU y creado por la OMS, adeuda 75 millones de dólares al gobierno mexicano por falta de entrega de vacunas desde hace más de un año, a pesar de que es la plataforma creada para promover la igualdad en la “inmunización” alrededor del mundo.

Jueves 25 de agosto de 2022

Después de que el presidente declarara que su gobierno procedería con una demanda contra el Fondo de Acceso Global para Vacunas Covid-19 (Covax), por incumplimiento en la entrega de vacunas contra la COVID-19, la respuesta inmediata de dicho organismo fue ofertar a la Secretaría de Relaciones Exteriores la cantidad de 10 millones de dosis.

Hugo López-Gatell Ramírez, Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, señaló que México, hasta ahora, ha pagado 160 millones de dólares, más un fondo de garantía de 20 millones de esa divisa -que se mantiene en reserva-, y con lo entregado hasta el momento existe un restante de 75 millones de dólares.

Sin embargo, también detalló que COVAX solo ha entregado 24 millones de dosis a México, y que con base en las reglas del mecanismo había un techo para que nuestro país pudiera alcanzar hasta un máximo de 52 millones de vacunas contra el virus de SARS-COV-19.

Desde su creación, en abril 2020, el COVAX ha sido cuestionado por la lenta suministración a los países pobres, así que nada garantiza que realmente lleguen los 10 millones de dosis ofertados, por lo que sobran razones para que, esos millones de dólares se utilicen en el aumento de emergencia al presupuesto educativo o del sector salud, mientras que, la liberación de las patentes permitiría que se puedan fabricar y distribuir masivamente las vacunas necesarias sin restricciones, ni negocios millonarios en medio.

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¿A qué se podría deber la amenaza del mandatario federal?

Ya es un hecho que, durante las últimas 24hrs aumentó el contagio por COVID-19, sumando a los ya existentes 15 mil 873 casos, pero esta situación se da, sin que haya fecha aún para la aplicación del refuerzo en la población mayor de 20 años, a pesar de que la última dosis se aplicó en febrero del año en curso.

Asimismo, en vísperas del inicio del ciclo escolar 2022-2023 en educación básica, podríamos preguntarnos: ¿será que la urgencia de vacunas para las infancias deviene de un riesgoso curso escolar totalmente presencial, carente de recursos y sin medidas sanitarias?

El próximo 29 de agosto iniciará un ciclo que será con la total presencialidad de los más de 15 millones de estudiantes matriculados; ante esta realidad, la SEP plantea en su discurso que se ha superado la pandemia, y solicita como requisito para la inscripción la presentación de la Cartilla Nacional de Salud expedida por el IMSS o ISSSTE, en sustitución del Certificado Médico. El documento incluirá el peso, la talla, las alergias y las vacunas aplicadas al niño, niña o adolescente, y sin esa cartilla no se podrá cumplir el proceso de ingreso e inicio.

Pero estas medidas son solo paliativos, pues no garantizan que no habrá riesgos de contagio en las escuelas, puesto que, antes del cierre del ciclo escolar 2021-2022, se presentó una fuerte oleada de contagios cuyo resultado implicó que grupos enteros tuvieren que suspender su asistencia a clases presenciales. Y si bien, las autoridades se han encargado de ocultar o minimizar estos hechos, no significa que no hayan ocurrido y siga sucediendo, ya que, como sabemos, la vacuna no evita los contagios, sino que previene complicaciones durante el proceso infeccioso.

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Vacunas irrestrictas, no más negocio

El gobierno de la 4T promovió “seguridad” a través de la implementación del esquema de vacunación, pero los avances han sido desiguales, en este año disminuyó la aplicación de dosis para la población adulta, aprovechando que los efectos de las nuevas variantes, con los refuerzos en el organismo, no generan tantas muertes como en las primeras olas.

La empresa Airfinity, principal consultora en el sector, estimó un monto de 75.000 millones de euros en ganancias para las patentes como Pfizer/BioNTech, Moderna, AstraZeneca, Janssen y Novavax, sin embargo, ese pronóstico recientemente se ajustó a 64.200 millones.

Pero, el recorte en las ganancias, no se debe a la falta de producción, sino, a la falta de demanda debido a la falta de recursos en los países pobres para poder pagar los altos costos de estos fármacos. Por ejemplo, se dice que hay 2.300 millones de dosis de vacunas en espera de ser utilizadas mientras aún se limita el acceso a ellas, en varios países del mundo. Es decir, el mercado ha pasado de una alta demanda y un suministro limitado a una menor demanda, con más opciones en el mercado, pero, a la vez, menor conciencia en la población para adquirir el refuerzo debido al bombardeo mediático de los gobiernos de que “la crisis sanitaria está superada”.

Así que, resulta insuficiente sólo denunciar el negocio de los laboratorios y exigir de manera formal la liberación de las patentes -como ha planteado el gobierno de AMLO-, sin tomar medidas concretas para avanzar en ese sentido. Como, por ejemplo, avanzar en la expropiación y nacionalización de la industria farmacéutica, para poner todo su potencial al servicio de la producción masiva de vacunas y toda la medicación necesaria al alcance del pueblo trabajador. Así como, el aumento del presupuesto educativo y de sector salud, que puede basarse en el no pago de la deuda externa fraudulenta, y la aplicación de impuestos progresivos a las grandes fortunas y trasnacionales que operan en México, ya que solo con mayores recursos se podrá resolver el problema del hacinamiento en las aulas y todos los riesgos del déficit en infraestructura, a mismo tiempo que se garantiza la atención médica y de especialidad que requiere la población de nuestro país.

La irracionalidad capitalista pone por delante las ganancias de una minoría sobre la vida de millones de personas, y claramente, ni la 4T ni los gobiernos anteriores, han estado ni están dispuestos a tocar dichas ganancias para garantizar las vacunas para todas y todos con base a las necesidades del pueblo trabajador.