Este martes el primer ministro israelí volvió a dar un ultimátum a los palestinos poniendo como fecha límite para que Hamas devuelva a los rehenes el próximo sábado al medio día, sino volverá a atacar la Franja de Gaza. Aprovechó los dichos del presidente estadounidense, que el mismo día más temprano afirmó: "...que se desate el infierno" si eso no pasaba. Sobre una Gaza devastada prometen más crímenes de lesa humanidad.

Mirta Pacheco @mirtapacheco1
Miércoles 12 de febrero 03:06

Mientras Trump estaba reunido en la Casa Blanca con el rey Abdullah de Jordania con la idea de discutir su plan para "tomar Gaza" y el acuerdo del alto el fuego con Hamas, en Israel mediante un video en sus redes sociales Netanyahu amenazó nuevamente, no solamente a la organización político-militar de Hamas, sino en definitiva a todo el pueblo palestino, poniendo este próximo sábado como la fecha límite para que los rehenes israelíes sean liberados. De lo contrario las Fuerzas Armadas de Israel volverán a atacar "hasta que Hamas desaparezca". Sobre tierra arrasada promete más devastación.
El gobierno de Israel pretende basarse para eso en un comunicado de Hamas de este último lunes temprano, donde afirmaba que "suspendía la liberación de los rehenes por violaciones de los acuerdos" [por parte de Israel], pero la organización palestina durante la noche de ese mismo día volvió a ratificar el acuerdo de alto el fuego, planteando que “la puerta sigue abierta para que el intercambio de prisioneros se lleve a cabo según lo planeado, una vez que el ocupante cumpla”
Te puede interesar: Trump y sus propuestas sobre Gaza abren una nueva crisis y peligra el alto al fuego
Te puede interesar: Trump y sus propuestas sobre Gaza abren una nueva crisis y peligra el alto al fuego
Presionado por su socio en la coalición gubernamental, el ultraderechista Betzalel Smotrich, ministro de Finanzas y coordinador de los asentamientos israelíes en Cisjordania (él mismo es un colono que vive con su familia en el asentamiento Kimudin, a pocos kilómetros de la ciudad palestina de Nablus), que está exigiendo para no abandonar el gobierno -lo que prácticamente lo haría caer-, que una vez finalizada la primera etapa del acuerdo (liberación de 33 rehenes) el ejército vuelva a atacar a la Franja de Gaza, y por el otro lado por los familiares que siguen movilizados exigiendo la liberación de todos los rehenes, con un importante sector de esas familias que directamente responsabilizan al gobierno israelí de sabotear el acuerdo. Netanyahu decidió tensar in extremis la situación, el ejército canceló todas las licencias para los soldados en la división de Gaza, y ordenó a las Fuerzas de Defensa de Israel que concentraran sus fuerzas tanto dentro como alrededor de la Franja.
Las burguesías árabes en alerta... defendiendo sus propios intereses
Qatar, uno de los principales negociadores (junto con Egipto y EEUU) entre Israel y Hamas (y una potencia intermedia, aliada de Estados Unidos que desde el año 2000 ha utilizado la base aérea qatarí Al -Udeid), que este fin de semana mediante el Jeque Mohammed bin Abdulrahman Al-Thani, primer ministro y ministro de Relaciones Exteriores de Qatar, se corrió de su norma de utilizar para sus asuntos exteriores un lenguaje medido, instruyó a sus diplomáticos para que advirtieran a Israel sobre el lenguaje "provocador" de Netanyahu, que podía hacer fracasar incluso la primera etapa del acuerdo.
Fuentes israelíes dejaron trascender que el gobierno qatarí como anfitrión -de las delegaciones-, mediador clave y garante de la implementación del acuerdo, también tiene mucho interés en que este sobreviva y avance. Al principal exportador de gas licuado en el mundo, lo ubicaría en una posición política privilegiada si se lograra "pacificar" la región, además de que la reconstrucción de Gaza implica negocios millonarios. El genocidio sobre el pueblo palestino, en ese cálculo, sería simplemente un detalle.
Para Egipto y Jordania la preocupación tiene que ver con el flujo de refugiados que aumentaría exponencialmente de darse la amenaza genocida de Trump de tomar Gaza y que los gazatíes "se vayan a otros países". Estos países limítrofes con la Franja de Gaza y con Cisjordania -que viene sufriendo un asedio y represión constante por parte de los colonos y el ejército israelí- podrían profundizar sus propias crisis políticas, llevados a abrir una crisis diplomática con Israel y lo más importante: el fracaso de los acuerdos de alto el fuego, con la consecuente prosecución del genocidio o de concretarse esas amenazas de Trump, también podrían abrir la puerta a la movilización masiva de las masas árabes, en solidaridad con el pueblo palestino, contra el imperialismo estadounidense y sus propios regímenes reaccionarios.
Por eso, en la reunión que sostuvo -este martes- Trump con el rey jordano Abdullah, el presidente estadounidense lo presionó para que aceptara su plan de recibir a los desplazados palestinos cuando Estados Unidos tome el control de la Franja de Gaza "para transformar el territorio devastado por la guerra en una Riviera del Medio Oriente". La amenaza velada fue dejar de financiar tanto a Jordania como a Egipto (Estados Unidos otorga ayuda económica y militar a ambos países). Esto puso a Abdullah en una posición incómoda, pero su respuesta (vía X) fue que "la posición árabe unificada es que había que reconstruir Gaza sin desplazar a los palestinos y abordar la situación humanitaria debería ser la prioridad para todos". El rey jordano es consciente de que en su país ya hay más de dos millones de palestinos refugiados y entre su población un creciente odio hacia Israel y Estados Unidos como su aliado incondicional.
Pero el máximo gesto "humanitario" hacia los palestinos del rey Abdullah fue comprometerse a recibir a 2000 niños gazatíes enfermos o heridos para que reciban tratamiento médico. Mientras tanto el Ministerio de Asuntos Exteriores de Egipto, mediante un comunicado, afirmó que pretendía “presentar una visión integral para la reconstrucción de la Franja de Gaza que pueda garantizar que los palestinos permanezcan en su tierra".
Este "plan" de Trump también obligó a Arabia Saudita a declararse en contra del mismo, en particular del desplazamiento forzado de palestinos y aleja más aún la posibilidad de que ese país entrara en los Acuerdos de Abraham (un anhelo de Trump desde su primer presidencia) posibilidad ya congelada desde el comienzo del genocidio israelí. De nuevo: la propia supervivencia de la monarquía saudí hace imposible pensar en ello, en esta situación.
Los únicos verdaderos aliados del pueblo palestino y de su enorme resistencia se podrá encontrar en las masas árabes y su movilización independiente de sus propios gobiernos, a la par que en los países imperialistas. Desde que comenzó el genocidio del Estado de Israel hacia el pueblo palestino hemos visto enormes movilizaciones en muchos países y algunas acciones solidarias de sectores de la clase trabajadora (sobre todo en países imperialistas). Hay que redoblarlas y extenderlas para evitar que las palestinas y palestinos (en Gaza y Cisjordania) sean la moneda de cambio del imperialismo estadounidense y regímenes árabes autoritarios.