Este martes, en el estadio del Lobo platense, se presentarán el libro Así mataban y el documental Mil rostros, con acceso gratuito. Junto a sus creadores, a días de un nuevo aniversario del golpe genocida del 24 de Marzo de 1976, se recordarán historias de la región para pensar un presente marcado por la llegada de negacionistas progenocidas al Gobierno. Hablan el historietista Héctor Bellagamba y la realizadora audiovisual Ana Gerbelli.
Lunes 25 de marzo 11:00
El Club de Gimnasia y Esgrima La Plata realizará este martes 26 un evento especial en el marco de los 48 años del golpe cívico-militar-elesiástico del 24 de marzo de 1976. Con ingreso libre y gratuito, en el salón Decano del estadio del bosque las subcomisiones de Derechos Humanos y de Cultura del club presentarán el libro Así mataban y proyectarán el documental Mil rostros . La actividad estaba programada para el pasado miércoles, pero la inundación en la región obligó a postergarla.
En el encuentro estarán presentes Héctor Bellagamba, autor de Así mataban , junto a Ana Gerbelli y Javier Arcaro, realizadores de Mil rostros , quienes conversarán de sus obras sobre el genocidio, algo que inevitablemente imbrica el pasado con el presente. Un presente marcado por un nuevo gobierno de derecha, negacionista de los más brutales crímenes de lesa humanidad, impulsados por las clases dominantes y ejecutados por los brazos armados del Estado, que al día de hoy siguen mayoritariamente impunes.
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En diálogo con La Izquierda Diario, Ana Gerbelli describe a Mil rostros a partir de uno de los testimonios del documental. “El entrevistado se pregunta ‘¿quién puede olvidar haber sido testigo del secuestro de las personas con quienes convivía, de sus amigos, de sus compañeros de estudio, de las personas con las que trabajaba?’ La dictadura pudo eliminar millones de pruebas, lo que no pudo hacer es eliminar a los testigos. Esos testigos que, aunque no hayan ido a declarar, constituyen la reserva moral y cultural de la sociedad que se opone al silencio, al olvido o al negacionismo cada vez que éste intenta establecerse en el país”.
“Eso es Mil rostros, es una necesidad de contar, a través de la vida de una persona en particular, Patricia Luisoni, una sucesión de hechos ocurridos desde la década del 70 hasta la actualidad. La dictadura, la militancia universitaria, las bandas policiales, la guerrilla urbana, el Golpe, un genocidio y una mujer, como cualquier otra de la ciudad de La Plata, a la que le toca protagonizar hechos relevantes, por su implicancia en la vida de algunos, pero trascendental en la vida del cuerpo social”, sintetiza Gerbelli mientras espera al miércoles para proyectar la película en la cancha de Gimnasia.
También habló con La Izquierda Diario Héctor Bellagamba, autor de Así mataban . “Es un libro que consta de ocho historias, una sola de ellas es ficción y sirve de presentación, muestra a un grupo de tareas ‘trabajando’ de noche. Las siete historias restantes son reales, como la de Luisa Marta Córica o la de la Masacre de La Plata, donde asesinaron a ocho chicos del Partido Socialista de los Trabajadores”.
La idea de quienes trabajaron en la obra, centrada en la ciudad de La Plata, es que éste sea el número 1 de Así mataban . “Queremos trabajar en distintas áreas del país donde el genocidio fue más feroz. Empezamos por La Plata a partir de una propuesta de amigos que tengo en la ciudad, empezamos con una charla de café y terminamos con un libro”, relata Bellagamba.
Consultado sobre el desafío de conjugar momentos trágicos de la historia reciente argentina con el género del dibujo, el autor dice que “las historietas por lo general son ficciones donde uno cuenta lo que se le ocurre, pero en este caso el guión es algo mucho más serio, porque se trata de gente que fue asesinada de verdad, cuyas familias pueden leer el libro. Lo emocionante es cuando algunos de esos familiares nos llaman o escriben agradeciéndonos por haber hecho esas ilustraciones con mucho respeto y cuidado”.
En ese sentido agrega que “al final de cada historieta hay un soporte de datos históricos que dan un contexto político y social a cada relato. También se expone la complicidad de las grandes empresas nacionales y multinacionales con los represores, como en el caso de la Masacre de La Plata, donde los chicos fueron asesinados cuando llevaban un fondo de huelga para los obreros de la fábrica que es la actual Mafissa”.
En el libro también se le dedica una parte a la Iglesia católica. “Se habla de la Iglesia de la represión, con tipos como Plaza, Bonamin, Aramburu o Von Wernich; y de la Iglesia de los mártires como los palotinos, el obispo Angelelli, Mugica”.
Uno de los objetivos de Bellagamba y sus colaboradores es que la obra llegue a las escuelas. “Siempre está la proyección de que esta temática alcance, por lo menos, a la escuela secundaria”, dice el autor. Y lo justifica al calcular que “cuando hoy un chico de 24 años escucha hablar del genocidio, se trata de hechos ocurridos veinte años antes de que él naciera, entonces es bueno contar la historia a partir de sucesos más personales, que puedan llegar más a esos jóvenes”.
Bellagamba, por último, reflexiona sobre la idea original del libro y la actualidad. “Hoy el libro revienta, cuando vemos a una vicepresidenta que niega el genocidio, que visita a Videla; a nuestro queridísimo presidente hablando de ‘hechos aislados’; y una ministra de Seguridad que se preocupa para ver cómo hacerles la vida más fácil a los genocidas presos. De querer ser memoria, de querer recordar algún aspecto que desde el punto de vista historietístico movilice, el libro pasó a ser un elemento de defensa y reivindicación ante esta pesadilla que vivimos hoy”.
La invitación está hecha. El miércoles 20, a las 18, en el Salón Decano del estadio Juan Carmelo Zerillo de La Plata, ubicado en 60 y 118 de la capital bonaerense.