El viernes 30 personal policial ingresó a la Escuela de Educación Secundaria Nº 12 de esa localidad para denunciar ante las autoridades la interferencia de una docente en un procedimiento policial.
Sábado 1ro de julio de 2017 18:34
El viernes 30 personal policial de la juridicción de la Comisaría Nº 3 de Valentín Alsina ingresó a la escuela emplazada en la parte trasera del terreno de Campomar (ex centro clandestino de detención, tortura y exterminio) en Lanús. Su objetivo era denunciar ante las autoridades de la escuela la interferencia de una docente en un procedimiento policial.
En un comunicado que escribieron las y los docentes organizados de dicha escuela expresaron que “la docente simplemente se había tomado el trabajo, en su derecho como ciudadana, de señalarle a los efectivos policiales el trato denigrante que estaban ejerciendo en abuso hacia unos menores que cartoneaban en la entrada del establecimiento”.
Y no solo se refirieron a este suceso, también informaron que “no es la primera vez que la policía ejerce malos tratos o una actitud intimidatoria hacia los jóvenes del barrio, hacia nuestros alumnos o incluso hacia docentes (hace 4 meses, en una ocasión que utilizamos la plazoleta para pintar carteles por el paro de este año)” […] “Llamamos a toda la docencia y la comunidad educativa a dar difusión a este repudio, para no dejar pasar un avance represivo en nuestras escuelas”. Avance que se vio claramente en estos días en la represión, que fue transmitida por todos los canales de tv, contra las familias que en la 9 de julio reclamaban planes sociales y aumento de las asignaciones. También la hemos visto en el trato a los docentes en Santa Cruz. Esto demuestra que a la hora de querer hacer pasar el ajuste, los gobiernos de cualquier signo político (Cambiemos en CABA, FpV en Santa Cruz) no dudan en aplicar palos.
Ahí está la raíz de estos actos de imposición de la violencia legitimada por parte de las instituciones represivas dependientes de los gobiernos capitalistas: amedrentar y criminalizar a la juventud y la niñez de los sectores más precarizados, como así también a todo el pueblo trabajador. Se ve a una policía envalentonada, que no duda en humillarnos en las reiteradas razias que vuelven a implementar, queriendo instalar un estado de sitio de hecho contra la juventud y las barriadas pobres.
La valiente actitud de la docente que no quiere que se invisibilicen estas actitudes de la policía, y la respuesta de la docencia organizada en la Secundaria 12 son hechos a imitar. Pero esto no terminará con los grandes problemas estructurales que llevan a que muchos jóvenes hoy estén desocupados y tengan que salir a cartonear; por eso junto a Nicolás de Caño impulsamos desde el PTS en el Frente de Izquierda una campaña entre cuyas demandas está trabajar 6 horas 5 días a la semana, con un salario mínimo igual a la canasta familiar, repartiendo las horas de trabajo entre ocupados y desocupados para que la crisis la paguen los capitalistas.