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Red Internacional
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DESABASTO DE AGUA. Vecinos de Tlatelolco dispuestos a bloquear Paseo de la Reforma

Aun cuando no se registraron daños mayores en la unidad Nonoalco-Tlatelolco, los padecimientos que vienen sufriendo con la introducción de la nueva red de agua potable se magnificaron con los recientes temblores del 7 y 19 de septiembre.

Raúl Dosta

Raúl Dosta @raul_dosta

Jueves 5 de octubre de 2017

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Hay descontento por la revisión “superficial” de las cuadrillas de protección civil enviados por la delegación Cuauhtémoc. Para los habitantes de diversos edificios han sido insuficientes, pues en éstos se presentan muchas deficiencias acumuladas a través de los años, obligaron a las autoridades de la subdelegación territorial Tlatelolco a organizar una serie de asambleas informativas.

Aunque estas asambleas fueron “organizadas” de un día para otro y dividiéndolas edificio por edificio para evitar así que la inconformidad se expresara de manera generalizada. Al final del día estas asambleas fueron insuficientes para calmar el descontento y las instalaciones de la subdelegación tuvieron que recibir a los vecinos que se organizaron para exigir una reunión general a las 17 horas.

Ahí mostraron su inconformidad con los plazos que se da Seduvi, de tres meses, para entregar la dictaminación de cada edificio luego del sismo del 19-S. Pero la cuestión más apremiante es la de la del agua que, aunque se está finalizando el cambio de la red de tuberías y válvulas de distribución, la conexión de éstas a las tuberías internas de cada edificio ha generado diversos problemas en las viviendas.

El agua es poca y se desperdicia

Las autoridades tuvieron que reconocer que existen en estos momentos 35 fugas de agua en las tres secciones de la unidad Nonoalco-Tlatelolco. Hubo denuncias que el cambio de tuberías generó caídas de presión, pero también se dieron sobrepresiones, sobre todo en los edificios “chicos”, que reventaron tuberías y, según nos reportan, afectaron y descompusieron decenas de lavadoras y calentadores de paso, generándose múltiples fugas en tubos y mangueras de instalaciones internas.

Así, por ejemplo, en el conocido edificio Chihuahua se detectaron 25 fugas en un tramo de tubería. La filtración de agua por las fugas ha generado que las celdas de cimentación de los edificios San Luis Potosí y Sinaloa estén acumulando “aguas negras”, según denuncian los vecinos.

Pero lo que vino a dar al traste con todos estos malestares fue que se quemó el transformador de corriente eléctrica que surte a la estación de bombeo en la 3ª sección. Según las autoridades, fue una descarga de alto voltaje al restablecerse la energía eléctrica tras el sismo del 19 de septiembre. Una explicación puesta en cuestión por numerosos vecinos.

Lo cierto es que se padece desde entonces de escasez de agua debido a que el bombeo se hace ahora mediante una bomba de combustión que sólo puede trabajar “a ratos”, de manera que es común que los edificios tengan agua algunas horas al día y en el caso de varios departamentos de los edificios Campeche y 15 de septiembre carecen en su totalidad de este líquido.

Ante los reclamos de los vecinos la subdelegada se vio obligada a proponer la conformación de un comité de vigilancia de las obras que se estarán implementando apostando a que éstos estén integrados por gente más afín a las autoridades. No en balde la red de colaboradores de la Subdelegación es cooptada en diversas campañas proselitistas que se dan en cada evento electoral, pero el descontento es muy fuerte y en la reunión se dieron advertencias serias como la posibilidad de bloquear la avenida Paseo de la Reforma hasta que se haga caso a sus demandas.

El sismo del 19 de septiembre ha mostrado a los vecinos que la inoperancia de las autoridades de la CDMX, independientemente de la estructura política a la que respondan, tiene que ser confrontadas, como lo hicieron las brigadas de rescatistas que exigían el derecho a auxiliar a los atrapados por los múltiples derrumbes, hasta lograr que respondan a sus demandas. Organizar el bloqueo de Reforma y otras medidas de lucha requiere de la participación activa de los tlatelolcas y en estos días en que la frustración ante la adversidad ha dado muestras de organización solidaria, el descontento acumulado se puede desbordar por las calles de la ciudad.